Joan Pardina: "El Covirán no tendría sentido sin su afición"

El alero del Fundación transmite tranquilidad y confía plenamente en acabar la campaña entrando en Playoff de ascenso

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Joan Pardina posa con gesto tranquilo y sosegado | Foto: Antonio L. Juárez
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Joan Pardina (Barcelona, 1993) es uno de esos jugadores que viven por y para su deporte. En este caso, el '17' del Covirán transpira puro baloncesto por todos y cada uno de los poros de su piel. El alero catalán del Fundación CB Granada transmite un perfecto conocimiento no solo del juego en sí, sino también de todo lo que rodea al deporte de la canasta. En pocas palabras, el alumno modelo para el 'profe' Pin.

Su aspecto tímido -pura fachada- esconde un gran comunicador que sabe escudriñar el diccionario para elegir con mimo las palabras exactas y así poder expresarse con concreción milimétrica. Esto nos contó sobre él mismo y sobre la situación que atraviesa el Covirán Granada:

En lo individual, ¿cómo se encuentra?

Me encuentro bien, el año pasado fue más de adaptación tanto a mis compañeros como al club, al entrenador y demás; y este año, trabajando desde el verano, estoy con más confianza, siendo más agresivo, físicamente me encuentro bien y con ganas de ayudar al equipo a conseguir más victorias, ya que este año las sensaciones no son del todo positivas.

¿Cómo era Joan Pardina de niño?

Un niño sencillo al que le gustaba el deporte y, afortunadamente, nunca me ha faltado de nada, he tenido un buen entorno y eso ayuda mucho.

¿Cuándo se dio cuenta que quería dedicarse al baloncesto?

En mi familia siempre ha habido jugadores de baloncesto y mi padre ha sido director de cantera del Barça. Empecé con el fútbol, luego probé el tenis y finalmente el basket, que me gustó y es lo que hago desde los 6-7 años.

Es su padre quien le descubre.

Sí, es el que ha estado siempre relacionado con el baloncesto. Mi hermano mayor también jugaba y bueno, nunca me presionaban, pero al final el entorno es importante para empezar.

Está siendo una temporada irregular en cuanto a resultados, ¿a qué cree que se debe?

Es una mezcla de todo. El año pasado hicimos buena temporada, nos clasificamos a Playoff y estuvimos a un paso de final Four; no había ningún tipo de presión y todo lo que viniera era muy bonito. Este año, por una parte, la confianza que teníamos del año pasado está tardando en llegar. Las expectativas, aunque no nos deben afectar, es difícil abstraerse mentalmente de ellas, del hecho de superar lo conseguido el año pasado. Sabemos que es una categoría muy dura, que vuelve a parecerse a la antigua LEB Oro que era una de las mejores ligas de Europa y nosotros como equipo debemos dar un paso adelante. Es una liga larga y poco a poco, con trabajo, iremos ganando y la competición te suele poner en el lugar donde finalmente mereces estar. Disfrutamos mucho el año pasado y fue un año bonito, pero eso queda atrás, estamos en un año nuevo y la liga es muy dura. Solo llevamos un tercio de liga y queda mucho todavía, pero nuestro objetivo sigue siendo el playoff.

¿Sería un fracaso no llegar al Playoff?

Depende de cómo se llegue al final. Si es porque hemos bajado los brazos, sí lo sería. Pero creo que finalmente sí entraremos, hay mimbres y estamos trabajando bien.

Han sido dos derrotas por uno en Huesca y en Oviedo; y en Orense en el último minuto después de ir ganando de 17. ¿Está faltando suerte o concentración en los últimos momentos?

La suerte a veces juega su papel, pero es un factor que no se puede controlar. En cambio, la concentración sí que es cosa de cada uno y hay que juntar la de los cinco de pista para hacerla grupal. Los detalles marcan la diferencia y todos se van acumulando.

¿Qué está pasando fuera de casa? ¿Tanta influencia tiene jugar en el Palacio para vosotros?

Es una categoría muy dura. A todos nos gusta jugar en casa con nuestra gente, aquí tenemos muy buena afición y fuera de casa siempre jugamos en campos complicados, viajes largos y demás.

¿Qué se podría mejorar?

Tenemos que estar concentrados y mentalizados desde el principio, a veces nos pasa que nos hacen un parcial y nos venimos abajo: a veces, un 6-0 nos afecta como un gol en contra en fútbol, y realmente es algo que se puede remontar con facilidad. Tenemos que mantenernos más firmes, regulares y consistentes.

Es su segunda temporada en el Covirán, ¿qué valoración hace de su paso por Granada?

Antes de venir, tuve tres ofertas y lo que me decantó venir aquí fue el proyecto que englobaba; miré el global: cómo está el club, dónde iba a vivir, el aspecto deportivo, etc. Era el primer año en LEB Oro y se venía de donde se venía y poco a poco se quería hacer un club con más presencia en la ciudad y poder llegar a ACB algún día. Nosotros jugamos para la gente y este club no tendría sentido si cada fin de semana no vinieran 4.000 personas al Palacio. Aquí se tiene ilusión y ganas de hacer cosas, aunque todavía quedan algunos pasos que dar para seguir creciendo.

Ha tenido algún percance en forma de lesión y caída esta temporada; le está tocando todo este año…

Sí, hay veces que hay cosas que no se controlan. También me perdí un partido entre semana, pero ahora me estoy sintiendo mucho mejor. Todos queremos jugar, aunque estemos tocados. Ahora sí me encuentro al cien por cien para ayudar al equipo.

Pablo Pin le pidió que arriesgara más, ¿cree que lo está cumpliendo?

Sí, era el paso que me faltaba por dar, porque siempre he sido un jugador muy disciplinado, pero me faltaba saltarme un poco el esquema y soltarme más. Aún no lo he conseguido totalmente, pero sigo trabajando en ello, sobre todo en ser más agresivo y vertical de cara al aro rival. No obstante, aún no he llegado a mi techo y puedo mejorarlo más todavía.

El domingo llega Palencia, ¿qué partido espera?

Es una de las mejores plantillas de la categoría, junto con Palma. Aunque tiene muchos jugadores nuevos, se están entendiendo bien y sabemos de la dificultad que nos van a plantear, máxime cuando nosotros no pasamos por nuestro mejor momento. Pero nos lo tomamos como un reto, por jugar en casa contra un gran rival y poder conseguir un golpe de efecto en caso de victoria. Ganar a Palencia daría mucha confianza al equipo para afrontar el tramo final de la primera vuelta.

El curso pasado compartió aula con Alejandro Bortolussi, ¿dónde se entiende mejor con él, en clase o en la pista?

En la pista, lógicamente. Coincidimos en el Máster y compartíamos mucho tiempo juntos, pero nos sale mejor lo de jugar al baloncesto (ríe).

¿Cuál es el compañero con el que mejor se entiende?

Realmente tenemos un muy buen ambiente en el vestuario, seguimos diez del año pasado y los dos nuevos se han adaptado muy bien. Me llevo muy bien con todos, aunque quizá con Borto y Alo Marín especialmente.

¿Dónde pasa las fiestas navideñas?

Dos días de Navidad en casa, pero entrenamos el 31 y el 1, porque jugamos el 3 en Cáceres. El calendario es uno de los aspectos negativos de la Liga, como también podría ser la falta de visibilidad que tenemos y la escasa repercusión. Son aspectos muy mejorables, la verdad.

¿Su mejor momento de 2019?

(Suspira). La clasificación para los Playoffs.

¿Qué le pide a 2020?

Salud y conseguir los objetivos personales y de equipo.

¿Un sueño por cumplir?

Volver a jugar en ACB.

Un mensaje para la afición del Covirán.

Quiero transmitirles mi agradecimiento y pedirles que tengan paciencia y confianza en nuestro trabajo. Que valoren nuestra temporada al final, todavía tenemos tiempo de hacer un gran año.