Macarena Olona: "Si Granada no está en el pozo es porque no han podido desmantelar piedra a piedra la Alhambra"

La cabeza de lista por Granada de Caminando Juntos al Congreso de los Diputados reclama poner la provincia en la agenda política

Macarena Olona - Celia Pérez-7
La cabeza de lista por Granada de Caminando Juntos, Macarena Olona | Foto y vídeo: Celia Pérez
Miguel López Rivera
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Su doble condición de cabeza visible a nivel nacional de Caminando Juntos, el partido que fundó hace poco más de un mes, y de cabeza de lista por Granada, a la que condicionó su vuelta al ruedo político, mantiene la agenda de Macarena Olona subrayada con reuniones, visitas, actos institucionales y entrevistas allende las fronteras de la provincia. La que concede a GranadaDigital se cuela en uno de esos huecos y en medio de una jornada frenética. Su proyecto "huye del guerracivilismo", pero, asevera, está exento de "tibieza". En una fecha tan tristemente significada como la del 18 de julio reivindica en este periódico la necesidad de emprender "una segunda transición". Tiene claro que no está en el 'Que te vote Txapote', sino en el 'Que España salga a flote'. Es la única 'número uno' por Granada que también lidera en toda España el partido por el que concurre. Un partido que, como ella misma explica, se constituyó en una fecha tan significada para la capital como lo es el Jueves de Corpus. La campaña la arrancó nada más y nada menos que en la Sala Geisha de Atarfe, conocida casa de citas del Cinturón, y la noche electoral la seguirá en un carmen del Sacromonte. Porque entre los defectos de Macarena desde luego que no está el dejar indiferente a nadie.

Pregunta. Comenzó la campaña electoral de una manera sorprendente, en un lugar, poco ortodoxo como es un club de alterne. ¿Por qué eligió este lugar?

Respuesta. Tenía claro que no íbamos a hacer la típica pegada de carteles. Para mí fue muy importante arrancar la campaña nacional en Granada, pero además en un lugar emblemático para denunciar la actual hipocresía social. Lo dije en mis redes sociales: no es noticia que un político esté en un club de alterne. Y por desgracia, tampoco que pague con dinero público los servicios del amor experto. Lo que es noticiable es que, como en mi caso, vaya a un puticlub con luz y taquígrafo y pagando con su dinero propio. Me gustaría compartir una anécdota. Al acabar el acto en Atarfe, me acerqué a saludar a las chicas, las señoritas que cubrían su rostro con una máscara blanca para denunciar esa hipocresía social porque así lo decidieron ellas. Me abrazaron y se echaron a llorar porque habían escuchado mi pequeño discurso. Me dieron las gracias porque precisamente una mujer diera un paso al frente en política para defenderlas. Piensa que son mujeres que están estigmatizadas y demonizadas, y que ven cómo en habitaciones oscuras los políticos las abrazan, pero luego las niegan en público. Contra esa hipocresía, y por el sentido común, es por lo que lucha Caminando Juntos.

P. En asuntos como el feminismo o la cuestión migratoria, usted defiende ahora una postura radicalmente opuesta a la que le escuchamos anteriormente. ¿Qué le ha hecho cambiar tan diametralmente de opinión?

R. No comparto ese análisis. Claro que ha habido un cambio. Si hubiera querido que todo siguiera igual, seguiría en Vox cobrando 90.000 euros como parlamentaria andaluza y con un volumen de trabajo de, como mínimo, el 50% menos de lo que se trabaja en el Congreso. Un golpe de salud fue la ventana de oportunidad con el que la vida me abofeteó para salir de la política. Soy una mujer feminista ahora y lo era antes. Me has escuchado hablar como feminista dentro de Vox aunque fuera como un verso suelto. Una de mis últimas intervenciones en el Congreso fue en mayo del año pasado para alzar la voz en nombre del movimiento feminista. Y siendo parlamentaria autonómica también denuncié que en la primera ocasión que Vox tuvo para formar un gobierno de coalición, en la fotografía que me encontré sólo había hombres. Cuando vi que no iba a tener margen de maniobra para poder representar una corriente interna es cuando tuve muy claro que no podía seguir poniendo mi talento al servicio de un proyecto que había derivado hacia unos posicionamientos ultras. Hoy en día ningún político dimite. Soy consciente que haya costado tanto entenderlo porque no es lo habitual. Llevamos en nuestro programa promover la igualdad entre hombres y mujeres como medida específica desde un feminismo inclusivo y no excluyente. Dentro del feminismo actual han tomado mayor fuerza quienes consideran al varón un enemigo y no un complementario, y han criminalizado al hombre por razón de su sexo con una serie de leyes que lo convierten en presunto criminal. En Caminando Juntos nos negamos a aceptar ese axioma. Pretendemos restablecer la presunción de inocencia para todos.

P. En su pasado con Vox visitó La Chana, donde causó un cierto revuelo hablando de los inmigrantes...

R. La Chana es un barrio que yo llevo particularmente en el corazón porque es uno de los barrios más desfavorecidos. Vive una actual situación de degradación de sus calles y lo que a mí me han trasladado los vecinos es que esa degradación se debe, fundamentalmente, a problemas de seguridad. Es algo que me ha ocurrido también cuando estos días he pasado largas jornadas en el Distrito Norte de Granada, donde viven más de 3.000 familias gitanas que lo que me han reclamado. Allí fue con mi número 2 por Granada, el pastor evangélico Johnny, gitano de respeto que ha sufrido un acoso terrible. Cuando publicamos las imágenes de su recorrido por el barrio, le insultaron. ¡Qué racismo hay en España! En las publicaciones me preguntaban si iba a ponerle un 'Ministerio del Cobre' o decían: "Este gitano, como todos, se dedica a la delincuencia". Racismo por razón de su condición de gitano. Lo mismo encontré en La Chana. Los vecinos reclaman educación y seguridad. Y eso pasa por restablecer el principio de autoridad. Yo combato, ahora de una manera mucho más firme, los discursos de brocha gorda en materia migratoria. Reclamar una migración ordenada, regular y legal, que es lo que hace Caminando Juntos como partido de ley y orden, no puede pasar por aceptar discursos de odio que hoy estamos viendo en la política española y que te distinguen entre el extranjero y el español a la hora de poner el foco sobre la delincuencia. Nosotros distinguimos entre el delincuente y el inocente.

P. Además de ser la 'número uno' por Granada, es la candidata de su partido a la Presidencia del Gobierno. Habida cuenta de que no se han podido presentar por otras provincias, y si habláramos de escaños, ¿con qué resultado se daría por satisfecha?

R. Estamos haciendo una campaña muy de calle, de recorrer los barrios más desfavorecidos, algo que yo ya hacía antes de fundar este partido, cuando por ejemplo estuve visitando las 3.000 Viviendas de Sevilla. Me he dedicado a recorrer mi propio camino para cumplir algunos sueños que se me quedaron en el tintero ya como ciudadana española. Nosotros ya hemos ganado las elecciones. Por eso tengo una mala noticia para aquellos a quienes les preguntan qué les parece que Macarena haya fundado un partido y responden que prefieren hablar de cosas serias [en referencia a Abascal]. El 23 de julio, sea cual sea el resultado electoral, para nosotros es un pistoletazo de salida. Veremos si es con o sin representación parlamentaria. Hay muy poquitas gestas que se hayan logrado en siete días. Caminando Juntos es una de ellas. Con las trabas que el sistema desde 2011, con el bipartidismo, pone para que un nuevo actor político entre en escena, es un auténtico milagro que estemos en la mesa de los mayores. Que hoy sea yo una de las cinco personas que optan a la presidencia del Gobierno. No sé cuál va a ser el resultado. Sé lo que estaré haciendo el 23 de julio. Estaré un carmen del Sacromonte liándola. Eso te lo aseguro (ríe). Y la mejor parte, como siempre, será fuera de cámaras.

P. ¿Qué es lo más prioritario que hay que hacer en Granada desde el Congreso?

R. Desde luego, poner Granada en la agenda política. Con la mayor o menor fuerza parlamentaria que se tenga, pero no puedes olvidarte de Granada una vez pasas Despeñaperros. Yo he tenido esta conversación con un diputado histórico de Granada como es Carlos Rojas, del Partido Popular. Le pregunté abiertamente: "¿No se os cae la cara de vergüenza, cada vez que vuelve a haber elecciones, de salir a la calle para volver a prometer las promesas de siempre? Tú además especialmente, que has pasado por distintos sillones políticos a nivel municipal, autonómico y nacional". Y me da igual que sea uno u otro partido. Recientemente me reuní con los agricultores de mi amada Costa Tropical. ¡Qué vergüenza! Prometer elección tras elección que se concluyan las canalizaciones de la presa de Rules. Desde hace más de 40 años estamos esperando que se acometan. Y la gente sigue con un voto cautivo, que es lo que no entiendo. Los mismos de siempre, con las mismas soluciones de siempre, van a dejarnos en la situación de abandono de siempre. ¿A Granada qué le pasa? Siendo una provincia como ninguna otra. Tenemos a muy pocos kilómetros de distancia una de las mejores sierras para practicar el esquí y disfrutar de la montaña, y una de las más maravillosas costas. Yo disfruto de mi tiempo libre con mi pequeño en Salobreña. Me he enamorado de la Costa Tropical. De su gastronomía, de sus características, de su gente... Y por eso me empadroné en Salobreña. Teniendo estos recursos naturales, si no estamos en el pozo por completo es porque no han podido desmantelar piedra por piedra la Alhambra y llevársela a Sevilla o a Málaga. Entre nuestras medidas está que la gestión de la Alhambra se centralice en Granada. Y que sus recursos económicos se queden en Granada porque es que algo tiene que quedarnos.

P. ¿Ha faltado ese peso político en la decisión sobre la sede de la Aesia?

R. Yo tengo una gran amistado con el diputado del PSOE José Antonio Rodríguez. Sé que su defensa en este ámbito le ha valido duras críticas internas por parte del propio Partido Socialista. Que Granada fuera sede de la Agencia y el epicentro del desarrollo en inteligencia artificial es algo que nos pondría en el mapa no solamente a nivel andaluz y nacional, sino a nivel internacional. Se trata de poner Granada en el mapa y lo estamos consiguiendo con distintas actividades que se están promoviendo. Coincidimos la semana pasada GranadaDigital, que os lo agradezco profundamente, y yo en otro gran evento como la Gala de Verano de AJE Granada y no había ni un político. Estaba yo sola. ¿Pero alguien lo puede entender? Es cierto que era el día de la pegada de carteles con la que arranca la campaña electoral, pero yo también tuve el arranque. Quiero decir que si hay voluntad, uno se divide como se tenga que hacer. Pero AJE no celebra tantos eventos al año. Por supuesto, este es el más importante, con la Escuela Internacional de Gerencia como patrocinadora. Los políticos es para los que estamos y los jefes, que sois los ciudadanos, nos pagáis para poner nuestra presencia al lado de los eventos que suponen riqueza a todos los niveles, en este caso para nuestra provincia. Me ha pasado también ser la única política como diputada nacional en el Corpus granadino, al que no he faltado ni una vez desde que se levantaron las restricciones de la pandemia. Yo soy cristiana, pero es que, aunque fuera musulmana, estamos hablando de la fiesta grande de Granada. Para mí fue premonitorio y muy simbólico que constituyésemos Caminando Juntos el Día del Corpus de este año.

P. Variante de Loja, integración de las líneas de ferrocarril en la ciudad de Granada, Corredor Mediterráneo... ¿Por dónde hay que empezar?

R. Efectivamente. Es que necesitamos acometer todas esas infraestructuras para que llegar a Granada no sea algo tan difícil como lo que ocurre en la actualidad. El diagnóstico de las necesidades lo tenemos claro. Lo que hay que preguntarse es si los granadinos y granadinas van a seguir apostando por partidos, especialmente los que han tenido responsabilidades de gobierno, cuyo resultado objetivo de sus políticas es que han ido pasando y, año tras año, seguimos teniendo las mismas carestías. Ponemos en el foco político la importancia de ir a una segunda transición. La polarización que hay en la política es, en buena parte, la razón de ser de la existencia de Caminando Juntos. Alguien tiene que decir que eslóganes como 'Que te vote Txapote' no solamente banalizan la acción sangrienta de ETA y el dolor de las víctimas, y lo digo siendo consciente de que algunas víctimas no comparten este análisis, sino que además supone llevarnos a las puertas del guerracivilismo. Caminando Juntos está en el 'Que España salga a flote'. Podemos hablar del candidato de Vox que Santiago Abascal trae a Granada. Fue mi jefe de campaña en las anteriores andaluzas. Supongo que será un premio por los servicios prestados. La que yo protagonicé fue la peor campaña política de la historia, se ha caracterizado así. Y comparto el análisis. Pero me ha permitido sacar grandes enseñanzas que hoy aplico. La primera, y más básica, es que un candidato tiene que formar parte del equipo de campaña. No para tomar las decisiones, sino para al menos estar informado y poder tener voz.

P. En la Costa Tropical están el tren Granada-Motril, Rules, los espigones... ¿Dónde hay que poner el acento para que se pongan las pilas en el Gobierno?

R. Rules es la piscina más grande de Europa mientras nuestros cultivos de productos tropicales se secan. Estamos viendo cómo hay unos problemas comunes allí donde me reúno. Tenemos un problema que, en buena parte, está impulsado por la política comunitaria. Pasa por ir España a cerrar acuerdos como la PAC, u otras cuestiones comunitarias que afectan directamente al sector primario, y acudir a esos acuerdos de rodillas como país. Se somete a nuestros agricultores a una competencia desleal desde el momento en el que, por ejemplo en materia de exigencias fitosanitarias, a los productos nacionales de la UE, especialmente de España, se nos impone unas exigencias que no son las que cumplen los de países terceros. Esto tiene una traslación muy clara que vemos, por ejemplo, en el cultivo de la fresa en Huelva. Nuestros campos están siendo sustituidos por los del norte de Marruecos. Como diputada nacional y granadina, y quién sabe si como llave del próximo Gobierno de España, tengo muy claro que hay que definir si queremos una España que deje de ser la despensa de Europa. Te anuncio que esta semana voy a tener la oportunidad de faenar con un barco de pescadores desde Motril. A eso me estoy dedicando, a llevar desde Caminando Juntos la vida corriente de la gente a la política.

P. Hay dos fenómenos que afectan a la provincia. De un lado, la despoblación en las comarcas del norte y, en el Área Metropolitana, la contaminación. ¿Qué hará para atajar estas problemáticas?

R. Caminando Juntos lucha contra el cambio climático, y es una de las medidas que llevamos en nuestro programa. A quienes niegan el cambio climático habría que hacerles un cordón política y socialmente, como a quienes niegan la violencia machista. Y meterles en la caverna. Por otro lado, como medida esencial de Caminando Juntos que llevamos en nuestro programa, está lograr una mayor justicia social y fiscal. Esto tiene una traslación directa a la España vaciada. ¿Cómo es posible que se paguen los mismos impuestos en un 'pueblín' perdido en el interior que en el centro de las urbes? Cuando es evidente que el acceso a los servicios públicos no es el mismo. Yo acostumbro a estar en Salobreña, pero también otra parte de las vacaciones las paso en un pueblo de la Castilla y León profunda con 100 habitantes que se transforman en 500 en la época estival. He tenido que ir a comprar un domingo compresas y he tenido que recorrer 30 kilómetros y, al final, tuve que encontrar una alternativa. Ese es el día a día de las personas que viven en la España vaciada y hay que ser conscientes. El cambio climático tampoco tiene que convertirse en políticas de fanatismo climático. Nosotros proponemos un ingreso mínimo vital para todas aquellas familias que, en cómputo global, no superen los 36.000 euros brutos anuales. Queremos crear un gran escudo social. Que la sanidad pública tenga como prioridad en la salud mental, recortar las listas de espera o que los profesionales sanitarios puedan conciliar su vida familiar. Me reuní con el sector en Almería y me contaban los profesionales cómo, en el mejor de los casos, venían a trabajar a los hospitales de Granada, aunque por cercanía la mayoría se marchaba a Murcia, porque en Almería las condiciones de trabajo eran muchísimo peores que las que nosotros ofrecemos. Necesitamos una uniformidad.

[Entrevista completa, en el podcast. Dos minutos para pedir el voto, en el vídeo]