Manuel Sicilia: "Antonio Banderas nos dijo que, se ganara o se perdiera el Oscar, habría fiesta en su casa y fue alucinante”

El director y productor granadino de cine de animación, con dos premios Goya y una nominación al Oscar, habla sobre su trayectoria y sus interesantes proyectos de futuro

Manuel Sicilia director creativo en Granada
Manuel Sicilia, director y productor de cine de animación, tiene prolífica carrera de más de tres décadas | Foto: Antonio L. Juárez
Juan Prieto
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Su escaso afán de protagonismo le oculta de la primera línea de actualidad, convirtiéndole en un personaje menos conocido que otros con mucho menos currículum en nuestra tierra. Director y productor de cine de animación, Manuel Sicilia (Granada, 1971) no parece sentirse cómodo en primer plano y prefiere que sean otros los que salgan en cámara, aunque sean dibujados, por lo que son sus logros los que hablan por él. Estos han sido importantes ya que, a lo largo de una prolífica carrera de más de tres décadas, sus producciones se han distribuido en más 160 países y han recibido alrededor de 100 premios internacionales, incluida una nominación al Oscar, dos premios Goyas y galardones en los principales festivales de animación gracias a películas como ‘El lince perdido’ y ‘Justin y la espada del valor’ o el cortometraje ‘La dama y la muerte’. Fundador del desaparecido Kandor Graphics, en la actualidad es director creativo y productor en Rokyn Animation, el estudio granadino que triunfó el año pasado en HBO Max con la realización de la serie de animación para adultos ‘Pobre diablo’. Inquieto, soñador, valiente, emprendedor y, sobre todo, con una gran carga imaginativa en su cerebro, Manuel Sicilia ha vivido en una montaña rusa de emociones y aventuras que le han llevado a trabajar en este largo tiempo de la mano de importantes nombres de la industria cinematográfica como Antonio Banderas, Joaquín Reyes o Ernesto Sevilla. Además, tiene una inmensa pasión por el vino y el cine, que suele unir en unas interesantes catas que disfrutan en La taberna de Kafka.

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Pregunta: Kandor fue la capital de Krypton, el planeta de Superman que en cine acabó destruido, pero que en cómic solo fue miniaturizado. Y Rokyn es el nuevo mundo que el superhéroe les devolvió. Me parece una analogía preciosa para un estudio de animación y para un gran fan de Superman como tú haber utilizado esos dos nombres en los dos grandes proyectos de tu vida.

Respuesta: Sí, y hay un mensaje que has adivinado, que es una especie de continuidad entre comillas porque, aunque son empresas distintas y con socios distintos, sí que hay una continuidad. Queríamos jugar con ese renacer, segunda oportunidad y nuevo arrancar. Y siempre con ese hilo conductor de Superman y con esa ‘K’ que nos ha acompañado siempre, porque en todas las empresas a las que hemos trabajado siempre hay una, como Melkor, Kandor y Rokyn. Y sí, soy muy fan de Supermán y, de hecho, hay un proyecto muy ambicioso, que va muy lento, porque todo lo que es grande lleva sus ritmos, para intentar hacer algo relacionado con Superman en Estados Unidos. Me apasiona el personaje porque forma parte de lo que intentamos contar. Cualquier historia tiene que tener un corazón, un motor, una emotividad, un mensaje. Los superhéroes, el cine, Indiana Jones, los cómics, me han formado. No solo somos la persona en la que nos convierten nuestros padres, también somos la persona en la que nos convierten las películas que hemos visto y los libros o los cómics que hemos leído. Y a mí eso me influyó mucho.

P: ¿Tienes una parte también de Clark Kent? Porque no te gusta mucho aparecer en público y tienes un cierto aire de timidez, pero luego haces grandes cosas.

R: El mundo de la animación me flipa porque, primero, une dos pasiones que son a cuál más bonita: la narrativa y el dibujo y el arte. Es un trabajo de equipo el que hace que eso salga. Cada frame crece tan lento como la hierba, la animación es así, que pasa la semana, aquello no crece y seguimos igual. Hay 80 o 100 personas que están participando en ese fotograma. A veces te toca dirigir, remar y hacer arte y otras quedarte a un lado. Pero lo que sale de ahí es el resultado de mucha gente trabajando junta. Y eso es lo bonito. No creo en las figuras que sacan pecho. Eres una parte importante, pero una parte de un todo.

P: Eres muy amante de los cómics. ¿De dónde te viene esa afición?

R: La verdad es que no lo sé. Me recuerdo desde muy pequeño leyendo cómics y no sé de dónde salían. Sí recuerdo que hubo un momento de soborno con mi madre. Me llevaron al dentista durante un montón de días seguidos ya que me habían salido las paletas nuevas sin perder las anteriores. Y cada vez que iba mi precio eran dos o tres cómics y la colección fue creciendo. Soy muy mitómano, me flipan la aventura y los héroes. El concepto de héroe me parece superchulo, de hacer cosas por los demás. No es igual el héroe americano, sudamericano o europeo. Por ejemplo, en Sudamérica el héroe suele ser una persona que se entrega a los demás y que pierde para que los demás ganen. El americano es el héroe de mandíbula cuadrada que siempre sonríe, que es perfecto. En Alemania no puedes hablar de héroes individuales, ponen héroes conjuntos porque allí pasaron cosas raras con un tío que dijo que era el héroe... Todo ese contenido e inspiración de los héroes de aventuras es algo que no debemos perder. Sigo viendo 'En busca del arca perdida', que fue la 'peli' que me hizo decir "quiero hacer cine". Se me pasan los ciento y pico minutos embobado; acabo y la puedo ver otra vez. Ese regalo a la gente de ver cosas que te inspiran en un día a día que suele ser aburrido, triste o con problemas y te metes 90 minutos en una sala oscura y eres otra persona con una vida chulísima, eso hay que mantenerlo y potenciarlo.

Manuel Sicilia en la entrevista con Juan Prieto, director de GranadaDigital | Foto: Antonio L. Juárez

P: ¿Dibujas?

R: Muy poquito. Dibujo lo que puedo, pero, como tengo alrededor tanta gente que tú conoces muy bien algunos de ellos, como Chema García, que me da vergüenza. Hago cositas para indicar lo que quiero, pero no soy un gran dibujante y, sobre todo, porque estoy rodeado de gente como Chema, Alba, Olga, Óscar... Hay gente a mi alrededor tan brillante que ni se me ocurre.

Cine de animación

 P: ¿Y por qué te decidiste por el cine de animación?

R: Es muy raro porque lo que estudié realmente es Ingeniería Informática. A veces pienso que si los cinco años que gasté en eso los hubiese dedicado a estudiar cine me hubieran rentado mucho más. Pero, por otra parte, el génesis de Melkor y Kandor se basó en manejar ordenadores y aprender programas. Por eso, no los doy por perdidos. Luego sí que me formé en temas de guion y de dirección, con gente como Robert McKee o Linda Seger, que son top en guion y narrativa. Pero creo que la animación llegó porque era lo que mezclaba el mundo del cine con el del arte y el de los ordenadores. De esa intersección salía eso. Todavía recuerdo con un cariño flipante el primer año de Informática, que conocí a un chico en la facultad que tenía la primera versión del 3D Studio. Fui a su casa a copiar los discos, comer unos macarrones con tomate que hizo que estaban muy normalitos, pero a mí me supieron a gloria, volver a mi casa, instalarlo y empezar a currar toda la noche y el día siguiente y tener la primera animación a las 30 horas. Poquitos meses más tarde estábamos entregando nuestro primer trabajo profesional, que fue el paseo por el Parque de las Ciencias antes de construirlo. Del paso de la ficción a ser un poquito profesionales pasaron dos o tres meses.

P: ¿En qué zona de Granada te criaste?

R: En el Zaidín.

P: Eres zaidinero. Y a mucha honra.

R: Totalmente. De hecho, la empresa tiene como cien premios nacionales e internacionales y tenemos el 'Gorrión de Plata' con un gran cariño porque es del Zaidín. Cuando dimos el discursito de recogida hubo una mujer que se acercó a hablar conmigo porque unas de las cosas que dije fue que había visto muchísimo cine en el 'Central' y en el 'Apolo'. Y resulta que ella era la que vendía las entradas en el 'Central'. Y me hizo una ilusión por esas matinales de domingo que, además, no sabías ni qué 'peli' ibas a ver, porque un día era '20.000 leguas de viaje submarino' y otro un recopilatorio de cortos cutres de 'Mortadelo y Filemón'... Era el día más chulo de la semana, porque el cine es una cosa muy guay.

P: Decidiste ser empresario muy joven porque con 23 o 24 años ya decidiste empezar.

R: Lo de ser empresario fue un accidente. Toda mi vida he estado acompañado de Marcelino y de Juan y ahora de más gente que está en la empresa con nosotros, como Irina o Francesca. Tenemos un equipo genial. Pero, realmente, ser empresario era un medio para hacer las películas o los trabajos, no porque quisiera tener una empresa en sí. Y de hecho, casi siempre, y sobre todo ahora, estoy en la parte creativa, como director creativo. Siempre salpican otros temas, pero realmente es lo que necesitas para poder hacer las cosas. El fin era hacer animación, no tener una empresa que gastase o ganase dinero. Pero fue el camino que cogimos. Lo que sí tenía muy claro cuando empecé a hacer animación es que eran dos extremos, o me quedaba en Granada o me iba a Los Ángeles, pero en Madrid o Barcelona, no. Al final, seguimos en Granada y aquí aguantamos y haciendo cosas chulas y muy contentos.

P: Y habéis demostrado que en Granada se pueden hacer grandes cosas sin tener que marcharse de aquí.

R: Sobre todo, ahora. El comienzo fue un poco complicado, porque cuando empezamos había solo dos sitios donde se hacía animación: Londres y Los Ángeles. Los tipos de ordenadores que hacían falta no estaban en cualquier sitio como ahora. Empezamos con máquinas muy pequeñitas y quedarnos en Granada fue porque es una ciudad chulísima para vivir, aquí se vive genial, pero también es una fuente de artistas como casi no hay otra en España. Barcelona y Granada son dos sitios donde hay un montón de dibujantes y fanzines. Aquí en Granada tenemos no sé si dos o tres premios Eisner, que son los Oscar del dibujo. Hay países que no tienen ni un solo ganador de estos premios. Y tenemos gente como Guarnido o Walta, con un talentazo. A nosotros nos ha venido muy bien, porque nos nutrimos de esos dibujantes como Chema, Olga, Alba... gente con talento que pueden estar en cualquier sitio del mundo y están aquí en Granada. Y ahora sí se puede trabajar aquí. Cuando empezamos no había Internet y nos cayeron un par de proyectos para la NASA o para el FBI, cuando Internet no era lo que es ahora. Pero ahora es muy fácil, el teletrabajo está aquí y, de hecho, hemos hecho 'recruitment' (reclutamiento) para un proyecto nuevo y nos han llegado 150 currículum de todo el mundo.

La NASA y el FBI

P: ¿Qué proyectos fueron para la NASA y para el FBI?

R: Aquello fue rarísimo. Habíamos hecho lo del Parque de las Ciencias y empezamos a pensar en hacer, primero, un corto y, después, una película. Pero nos cayeron dos trabajos por sitios distintos. Uno era una prueba de paternidad para el FBI, que nos llegó a través de José Antonio Lorente, que vio lo que hacíamos y nos preguntó si podíamos hacer un tema técnico muy potente y muy difícil, y la cosa salió bien. De ahí derivaron más cosas. Por ejemplo, fuimos la primera empresa del mundo que consiguió hacer reconstrucción de accidentes en infografía. Esa reconstrucción servía como prueba para el juez. El vídeo recogía datos científicos y el juez no tenía que ver el informe, sino que podía decidir viendo el vídeo e iba acompañado de un dossier de un amigo nuestro que es criminólogo. Aquello fue un logro. No tenía mucho que ver con el cine, pero nos preparó técnicamente para lo que vino después, porque había que tener ese nivel técnico para poder hacer luego cosas más artísticas.

P: ¿Y para la NASA?

R: Hicimos algo fue muy bonito. Fue con Juanma, del CSIC. Iban a mandar en la misión ST-95 un reactor de proteínas al espacio. Mandar un gramo de algo al espacio es carísimo. Ahí iba el reactor de proteínas y una cámara. Para no subir dos cámaras el reactor de proteínas estaba hecho en un cristal de roca pura que, por refracción, con una cámara grababa dos veces desde dos puntos de vista. Hicimos las pruebas ópticas en 3D, después se mandaron a una filial de Mercedes en Alemania, que creó el cristal, y la prueba que hicimos aquí después se hizo en el espacio. Fue muy guay. Pedro Duque fue el encargado de hacer ese experimento, que era español. Ahora hemos vuelto a trabajar con Pedro Duque en un corto que estamos haciendo que se llama 'Estela', en el que él hace control en una misión espacial en la que una niña granadina va al espacio. Una cosa muy chula y muy bonita.

Manuel Sicilia, director y productor de cine de animación, durante la entrevista | Foto: Antonio L. Juárez

P: Con Kandor Graphics llegó 'El lince perdido' y el primer Goya. ¿Qué recuerdos tienes de esos momentos? Porque imagino que para ese niño que soñaba con el cine y la animación, verse en el escenario con un Goya en la mano es un sueño cumplido.

R: Aquello fue un poco raro porque no está en ningún plan ganar un Goya, sino en hacer una 'peli' chula y que emocione. De hecho, tuvo también su proceso porque, en parte, tenía una intención medioambiental. Hablamos con gente de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el 'input' que nos venía es que querían hacer una 'peli' en la que los niños aprendiesen que no había que tirar papeles al suelo, que había que cuidar los bosques y que había que evitar los incendios. Nosotros dijimos que eso no iba a ningún sitio, que no nos sentíamos cómodos. Pedimos la oportunidad de presentar una idea distinta, que fuese un poquito más emotiva y aventurera. Se la presentamos y les encantó. Una pieza medio didáctica y divulgativa se transformó en algo que realmente entretenía a los niños. De hecho, tengo mucha curiosidad porque ahora en octubre vamos a hacer un pase de la película dentro de unas jornadas medioambientales y quiero ver cómo es el reencuentro, porque ya tiene sus añitos.

P: Hay algunas películas que envejecen bien y otras que no. Estáis a la expectativa.

R: Cuando empezamos a hacer 'El lince perdido' la empresa no estaba muy avanzada técnicamente, porque era una empresa pequeñita. Para ser potentes hace falta mucha inversión I+D. La decisión que tuvimos que tomar fue que tuviesen 'pelo' los personajes o gastar esos recursos en arte. La decisión que tomé fue que prefería que no tuvieran pelo, que la ropa no se moviera de forma más realista, pero que trabajáramos la luz, la intención de los planos, el color, la animática, la narrativa... Porque eso sí que te transmite cosas. Y, al final, acertamos. Después la empresa sí consiguió dar los saltos necesarios para evolucionar en otros aspectos técnicos. Es una 'peli' muy 'naif', tranquilita y pequeñita, pero que le tenemos un cariño brutal.

Antonio Banderas

P: Con Kandor Graphics y 'El lince perdido' tuvisteis la oportunidad de trabajar con Antonio Banderas. ¿Cómo fue esa relación?

R: Fue genial. Antonio es supergeneroso y superinteligente. Él vio un trocito de la película en Los Ángeles que el codirector Raúl García le enseñó y dijo que quería estar ahí. La película cogió otro nivel con Antonio Banderas porque todo lo que se hace con él se multiplica. Él no tuvo ninguna implicación de voz, porque ya llegó con la película muy avanzada. Ojalá hubiese tenido una voz suya, pero quedamos todos muy contentos. Y lo bueno fue que, además del Goya, la película tuvo suficientes críticas positivas y de cariño como para que aquello fuese a más. Hubo críticas muy buenas y eso nos permitió seguir dando pasos.

P: Kandor siguió creciendo y un memorable corto, 'La dama y la muerte', os llevó a la alfombra roja con una nominación a los Oscar 2009.

R: El corto que tiene un origen curioso porque, al acabar 'El lince perdido', nos dimos cuenta de que técnicamente podíamos mejorar mucho si queríamos seguir haciendo películas. Hicimos un concurso interno en la empresa para que todo el mundo presentase proyectos e ideas. Así, votábamos entre todos cuál era la historia que más nos gustaba y hacíamos ese corto, pero con la única intención de mejorar técnicamente, aunque después lo moveríamos. Y resulta que Javier Recio, que llevaba muy poquito en la empresa, y que tiene un talento brutal, nos presentó una idea que nos flipó a todos. Vimos la animática y dijimos: “Ese es el corto que hay que hacer”. Y tal cual lo hicimos. Y ese proyecto, que era para hacer pruebas técnicas, ganó un Goya y acabó en los Oscar, algo que no podía pasar por la cabeza de nadie.

P: Era la historia de una señora mayor que quería morir y, de pronto, se vio envuelta en mitad de una 'guerra' entre la muerte y la medicina, la ciencia.  

R: Javier Recio hizo un gran trabajo y, además, dirigió el corto. Cuando los proyectos son muy grandes las cosas se complican. Los proyectos pequeños son geniales porque no suelen tener mucha injerencias y es más fácil trabajar en ellos. Brad Bird, director de una película que me apasiona, 'El gigante de hierro', decía que salió tan bien porque nadie aparecía por allí. Le dejaron hacer lo que le dio la gana. Cuando hay muchas cabezas o, como digo siempre, hay muchos cocineros en la cocina, suele ser difícil que algo salga bien. Es imposible que una persona elija la receta, otra los ingredientes, otra las cantidades y que aquello salga bien. Cuando me toca estar en la parte de producción, siempre intento proteger al director. Cuando me toca estar en dirección, intento pelear por tener poder, porque no es que se haga lo que tú dices, es porque tiene que haber una visión.

P: ¿Tuviste la oportunidad de ir a Hollywood a la gala de los Oscar?

R: No solo estuvimos en la ceremonia, que fue alucinante, y también estuvo el compositor Sergio de la Puente, sino que casi todo el estudio se fue a Los Ángeles a vivir la experiencia porque eso nos iba a pasar una vez en la vida. Conseguimos que la gente que no pudo entrar a la ceremonia estuviese en un hotel, en una fiesta patrocinada por Moët & Chandon. Y cuando veía a los 'kandorianos' beber sin parar botellas de Moët & Chandon... Eso no tiene precio. Fue muy bonito, muy guay. El corto que ganó se llamaba 'Logorama' y yo, que tengo bastante buen perder, tengo que decirte que ese año nuestro corto era mejor.

P: ¿Qué recuerdo fue más especial de la ceremonia o, con lo mitómano que confiesas ser, a quién te hizo más ilusión ver?

R: Hubo momentos muy divertidos en la alfombra roja con Sergio de la Puente, pero con lo que más disfruté fue con el ratito de conversación con Brad Bird, el director de 'El gigante de hierro', 'Los increíbles' o 'Ratatouille'. Hablamos dos o tres minutos, pero para mí fue una pasada. Y otra cosa alucinante fue que Antonio Banderas dijo que, se ganara o se perdiera el Oscar, habría fiesta en su casa. Y ver a todos los 'kandorianos' haciendo fiesta en casa de Antonio Banderas, que fue supergeneroso, fue alucinante, muy chulo. A mí también me impresionó muchísimo ver a Tippi Hedren porque es pura historia del cine.

'Justin y la espalda del valor'

P: Después de los Oscar llegó 'Justin y la espada del valor' y el proyecto no cuajó en España, aunque se movió bien en el mercado anglosajón.

R: 'Justin' fue el resultado de lo que probamos con 'La dama y la muerte'. Con 'Justin' ganamos mucha técnica, repensamos todos los procesos de arte y el pipeline de la empresa e, incluso, para hacer la película en estereoscópico, que a mí no me gustaba, pero era la época en que había que ver las 'pelis' con gafitas en 3D. Presentamos 20 minutos en Cannes, a la gente le encantó y la película creció tanto y se hizo tan grande que entró en una liga distinta a la que estábamos antes. Ahí había mucha más gente opinando, se iba a distribuir en muchísimos países y fue más difícil mantener el control de la película. En 'Justin' hay partes que son exactamente lo que quería hacer, y las disfruto enormemente, y hay otras más difíciles de controlar y que no son lo que quería. Estamos muy orgullosos del arte, del dibujo, de la luz o de la animación, pero la historia fue cambiando. Hollywood es, muchas veces, demasiado cobarde. Siempre digo que todo el mundo copió a 'Matrix' y a 'Blade Runner' porque ellos no copiaron a nadie. Cuando se pone mucho dinero en un proyecto, siempre está la tentación de parecerse a algo que ya ha funcionado y eso puede hacer que las cosas no funcionen.

Manuel Sicilia y Juan Prieto durante la entrevista | Foto: Antonio L. Juárez

P: A raíz de ahí, Kandor desaparece, estás un tiempo haciendo cosas bastante diferentes, pero llega Rokyn y un proyecto como 'Pobre Diablo' y, de pronto, una serie hecha en Granada llega a ser la serie más vista de HBO Max en España.

R: Fue un shock mirar un día que 'Pobre Diablo' estaba por encima de 'The Last of Us', la serie más vista del mundo. La verdad es que 'Pobre Diablo' ha sido un caramelo, un premio en todos los sentidos porque trabajar con el equipo de Joaquín Reyes, Miguel Esteban y Ernesto Sevilla ha sido un gustazo. Ha salido todo rodado, tan fácil y, sobre todo, el talento. Lo que nos llegó era tan potente que lo había que hacer era no cagarla, pero había que adornarlo. La historia era muy chula. Y es que todo lo que hacemos en cine, cortos o series, tiene que tener una historia que funcione, que te emocione y que te cuente algo. Todo lo demás es envoltorio, que es muy importante en el mundo de la animación, porque todo es arte, pero si no estás contando algo, el resto no sirve para nada. Si nosotros le pedimos a alguien que nos regale un tiempo de su vida para ver cine o series, tienes que darle algo que le interese. Y los guiones que nos mandaron eran alucinantes. Además, éramos fans de Joaquín y Ernesto y ahora lo somos el triple. En los tiempos muertos de 'Justin' veíamos 'La hora chanante' y, de repente, estar trabajando con ellos era una pasada.

P: Todos nos hemos hecho la misma pregunta: ¿habrá segunda temporada?

R: No se sabe todavía qué va a pasar con la segunda temporada. Max y Warner están en un proceso de muchos cambios, redefiniendo objetivos. Lo que sí es verdad es que nosotros estamos preparando ya la siguiente serie con Joaquín, Miguel y Ernesto, que es igual de divertida que 'Pobre Diablo', y que, si todo va bien, va a ocurrir. Sigue ahí la posibilidad que a nosotros nos fliparía de 'Pobre diablo', porque nos encantan sus personajes, pero está ese otro proyecto que es igual de chulo y que ya estamos desarrollando.

P: Otro proyecto que llevaba años guardado en un cajón y en el que ahora estáis trabajando es 'Little Bastard' (Pequeños Bastardos). Me parece una idea fantástica, revolucionaria y disruptiva.

R: Es una idea de Curro Velázquez, un amiguete con el que llevamos mucho tiempo queriendo hacer cosas juntos. Nos contó la semilla, nos flipó y empezamos a hacer un desarrollo de adónde se podía llevar con los diseños de los personajes. La premisa es: ¿qué pasa cuando coges a los niños más malos del planeta y los llevas a un internado en los Alpes a reeducarlos? Y esos niños son versiones de 7 años de Hitler, Mussolini, Stalin, Fidel Castro y el becario, que es Franco, que quiere ser igual de malo, pero no llega a ser igual de malo. Es un proyecto que a quien se lo cuentas se le iluminan los ojos. Nos ha costado levantarlo muchísimo tiempo. Todavía estamos afinando, pero va a salir sí o sí, porque estamos ya muy cerca. El esfuerzo y el trabajo es que no nos pase como con 'Justin'. Queremos protegerlo. Esto es lo que tenemos, es valioso y si empezamos a cambiarlo va a perder la esencia. Por eso, muchas veces es una buena decisión trabajar con presupuestos más bajos, porque necesitas menos gente que te traiga dinero y menos gente puede opinar, aportar, cambiar o asustarse. De hecho, ahora estamos trabajando con Beta Films, que es una gran compañía alemana que ha montado oficina en España. Les flipó el proyecto. Han diez años de levantar ese que todo el mundo quería, pero nadie se atrevía.

P: Es una historia que puede generar debate y en el mundo actual donde, además, con las redes sociales todo se amplifica una barbaridad, puede tener sus detractores y sus seguidores. Hay que ser osado para dar el paso adelante.

R: Hay que ser valientes. También es verdad es que las cosas han cambiado. La película no va a entrar en las barbaridades que hicieron como dictadores, que nosotros somos conscientes, pero sí que son niños muy cabrones, 'little bastards', muy malos. Eso te da una comedia que puede ser graciosa, por supuesto, con doble sentido y que tiene guiños, pero se centra mucho en ese mundillo de la cárcel, de cómo se escapan, de quiénes son y de en lo que se van a convertir, pero sin meternos en la parte más complicada de los personajes.

P: Uno de esos guiños es, por ejemplo, que había que hacer elecciones para elegir el delegado de clase. Y, claro, a todos estos dictadores ponerles urnas delante...

R: Es un momento muy gracioso en el que ellos dicen: "¿Democracia? ¿Eso qué es?". No saben lo que es la democracia. Todos los que estamos en el proyecto somos muy cinéfilos y hay un homenaje al cine clásico carcelario y al cine clásico bélico, porque ellos son dictadores y los meten en un sitio que es una prisión y tienen que escapar de allí. Lo intentan una vez y no lo consiguen porque el sitio es complicado y hay una directora que es horrible. Pero luego se enteran que hay unas Olimpiadas entre varios colegios del saber y se apuntan. E igual que ellos son los más chungos y más malos, se van a enfrentar a los mejores, que son 'little' Teresa de Calcuta, JFK, Luther King... Y llega un momento en que ellos tienen que, como en la película 'Evasión o Victoria', elegir entre escaparse o machacar a los otros... Y vuelven a machacar a los otros. Todo ese juego de guiños cinéfilos de esa época con ese tono puede ser una pasada porque la gente de nuestra edad va a flipar.

Premios Goya en Granada

P: La ceremonia de entrega de los Premios Goya va a ser en Granada en 2025. ¿Queríais llegar con algún proyecto? ¿Os va a dar tiempo?

R: Nos hubiese encantado llegar con un corto que se llama 'Estela', que es superbonito y granadino, con el que estamos trabajando con la gente del acelerador de partículas, ese proyecto que va a ser el gran motor de Granada. Tanto Ángel como José son dos personas muy sensibles con el arte, a pesar de que son científicos, y hablamos de hacer una historia para que inspirase a las niñas a ser científicas. De ese concepto ha salido una historia muy emotiva, muy granadina... Es de lo que ahora se habla de glocal, muy local pero internacional. Es de una niña que quiere ser astronauta desde que es chiquitilla, su vida va a ir paralela al proyecto del acelerador de partículas porque el día que cortan su cordón umbilical, cortan la cinta de inauguración y las dos tramas se empiezan a mezclar y acaba ocurriendo que ella va a hacer una cosa que no ha hecho nadie en el planeta. Es la primera niña que va a hacer una cosa que es un gran hecho científico. Íbamos a intentar llegar a los Goya de Granada, porque tenía mucho sentido, pero, entre que el papeleo ha sido complicado y que el corto ha cogido enjundia y está quedando genial, preferimos ir más despacio y llegaremos a la siguiente. En el proyecto nos están aconsejando, además de la gente del acelerador de partículas, gente del Instituto de Astrofísica, porque ella, al final, va a hacer un viaje del espacio que no ha hecho nunca nadie. También la Universidad ha entrado porque el mensaje va en relación al papel de las niñas y de las mujeres en la ciencia, con la idea de que las jóvenes hagan carreras científicas. Y, gracias al Ayuntamiento, hemos tenido el lujo de grabar la banda sonora con la OCG.

P: Otro proyecto precioso hecho por vosotros fue el de los cortos de la pasada Navidad para Canal Sur.

R: La repercusión de eso no nos la esperábamos. Fue brutal. Ahora estamos decidiendo si lo vamos a hacer este año otra vez.

P: El cine de animación para adultos está ahora mismo al alza, es un boom en España.

R: Y en todo el mundo. Todas las series de animación de adultos están posicionadas muy arriba. 'Rick and Morty' se ve en todo el mundo. Hay otras obras maestras como 'Primal', que mucha gente no conoce, pero que es alucinante y también está en HBO Max. O sea, hay tantísimas que lo están petando, como 'Bojack Horseman'. Se han dado cuenta de que hay un mercado para esas series, que la animación no es solo para niños. Y 'Pobre Diablo' va por ahí. De hecho, es la primera serie adulta que se ha hecho en animación en España, quitando un par de excepciones que no llegaron muy allá. Y estamos muy orgullosos de lo que salió.

P: Has mencionado a los magníficos dibujantes que hay en Granada y es cierto. Además, la Escuela de Bellas Artes de Granada está dando también sus frutos. ¿Se puede hablar ya de una escuela granadina? Hay un muchos dibujantes que son élite en España.

R: Carlos Pacheco, que era bastante amiguete, y al que todos echamos muchísimo de menos, en las conversaciones que teníamos me decía: "No sé si es el agua lo que tiene Granada, pero es que ahí pasa algo. No es normal que haya tanta concentración de dibujantes con tanto talento en una provincia". Es parecido a lo que pasa con la música en Granada, que vi una estadística que me parece que es una pasada. Ahora mismo, Granada y su área metropolitana representan un 1% de la población nacional y, sin embargo, el 20% de la música que se escucha en Spotify es de autores granadinos. Y me quedé flipando. Es increíble. Granada es un sitio genial para vivir, trabajar y crear, al igual que Andalucía. De hecho, se está haciendo un esfuerzo muy grande para montar un clúster audiovisual y conseguir que Andalucía se posicione como un lugar de producción a nivel internacional. Estamos teniendo un montón de apoyo y hay muchas empresas muy importantes ahí. La Junta está apostando para que el audiovisual sea un tejido importante y no solo el turismo o la agricultura. A ver qué sale, pero tiene buena pinta.

Manuel Sicilia, director y productor de cine de animación, en la entrevista | Foto: Antonio L. Juárez

P: ¿Vas a participar de alguna manera en los Premios Goya o en la candidatura a la capitalidad cultural europea?

R: Sí, de hecho tenemos una mesa de trabajo con el Ayuntamiento en la que de aquí a final de año queremos realizar muchas actividades relacionadas con los Goya para que no se quede solo en la ceremonia de ese día. Va a haber conciertos, ciclos, conferencias, reuniones con los directores... un montón de cosas. Pronto saldrá una web donde se recogerá todo. Y, aparte, vamos a intentar que haya una resaca positiva de los Goya y Granada gane un poquito de fuerza en la parte audiovisual. Para ello se van a hacer unas jornadas para que los empresarios sepan que se puede invertir en cine con incentivos fiscales en los que, en lugar de pagar impuestos, se puede invertir en una producción. Y para la gente que invierte es exactamente lo mismo y puede estar participando en un proyecto superchulo. Es algo que se está haciendo ya en toda España, pero aquí quizás es menos conocido.

La taberna de Kafka

P: Eres gran amante del vino y un gran cinéfilo y me cuentan que te gusta mezclar las dos cosas con una actividad especial. 

R: Hay un bar alucinante en Granada que se llama La taberna de Kafka. Ellos hacían catas y me lo pasaba genial. Y un día les dije a Javi y a David que si a eso le sumaban la emotividad del cine no podía salir mal porque el vino y las tapas molan. Y empezamos a hacer unas catas que conectaban todo. Ahora es genial. Vas los jueves por la noche, te tomas cuatro magníficos vinos, ya que David es un 'sommelier' increíble, Javi cocina que te mueres y en la película encontramos las mejores escenas y más emotivas, las analizamos y comentamos. Por ejemplo, en 'El rey león' traen un vino capuchino de África que es alucinante, ya que la propia uva tiene chocolate y café; vemos un trozo de la película hablando de que está basada en los mitos shakesperianos y que es 'Hamlet' y la tapa es de cebra o de cocodrilo. Todo cuadra y así lo hacemos con cada película. Hay diversas catas temáticas.

P: ¿Están abiertas al público?

R: Sí, lo que pasa es que se suele agotar en el primer día. Hay otras catas que no son de cine también, que son igual de chulas. Cada cierto tiempo vamos haciendo una de cine y la gente se lo pasa muy bien, pero nosotros lo pasamos mejor todavía, tanto preparándolas como haciéndolas. Ahí no gano nada, pero me lo paso muy bien, que no es poco.

P: Para terminar, has tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo y comparar otros lugares con esta ciudad y provincia. ¿Qué tiene que hacer Granada para mejorar? ¿Qué le falta? ¿Qué ideas se pueden ofrecer para que despegue definitivamente? 

R: Es complicado porque es cierto que es un paraíso para los muchos que hemos decidido trabajar y aquí y nos encanta, pero la ciudad todavía tiene como una pequeña limitación. Hay cosas que no acaban de arrancar y mira que se hacen esfuerzos y hay cosas que se están haciendo bien, pero no sé si es el carácter. Tenemos un espejo muy cerca, con lo bueno y lo malo, que es Málaga, que lleva una carrera alucinante y supera en muchas cosas a Sevilla. Cuando vas a Málaga notas que hay como una alegría y un empuje que aquí cuesta un poquito más hacer las cosas. Pero también es verdad que eso viene con lo malo y Málaga se está convirtiendo en una ciudad en la que es muy difícil vivir, en la que es imposible comprarse una casa y en la que los alquileres están disparados. Muchas veces se dice que Granada está mal comunicada, pero no sé si queremos convertirnos en algunas cosas como Málaga, en la que parece una ciudad más para la gente de fuera que para los propios malagueños. Pero sí es verdad que tenemos que empezar a empujar. La gente que sabe más que yo de esto me dice que creen que realmente las cosas van a cambiar y que esto es como un guiso que se está haciendo poquito a poco. Hay mucho esfuerzo y temas como el acelerador de partículas también puede cambiar la ciudad. Leí una frase que me encantó que decía que no solo va a ser el acelerador de partículas, sino el acelerador de la ciudad. Nosotros ponemos todo de nuestra parte. Por ejemplo, para 'Pobre diablo' contratamos a 90 personas y ahora con otros proyectos igual. Hay que ayudar a la gente que se mueve para crear empleo. Hay que echarle un cable a cualquier iniciativa que haya para hacer cosas chulas, pero no por el beneficio de esas personas, sino por el beneficio que trae a la ciudad en sí.







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