Raphael: "Pondré especial cuidado en el repertorio del Generalife porque la ocasión lo merece"
El artista de Linares actuará el 23 de septiembre en Granada dentro del Ciclo 1001 Músicas-CaixaBank
Para evitar el tópico de que 'sigue siendo aquel', diremos que, sesenta años después, Miguel Rafael Martos Sánchez −conocido artística y universalmente como Raphael− sigue como el primer día. A sus 79 años, 'El niño de Linares' continúa dando muestras de su espectacularidad sobre el escenario, un chorro de voz único y un repertorio que traspasa generaciones y al que añade en cada batida nuevos y futuros himnos. Lo de ahora se llama Victoria, un disco que le pidió a Pablo López y que presenta el 23 de septiembre en un escenario inédito para su música como el del Teatro del Generalife. "Decir Granada es mu' fuerte. Será 'una gran noche", acierta a vaticinar haciendo él mismo el juego de palabras que el entrevistador evitó al principio de estas líneas. De la ciudad que le verá actuar dentro de la tercera edición del Ciclo 1001 Músicas-CaixaBank también recuerda un nombre propio, el de Miguel Ríos. Ambos firmaron contrato con Philips el mismo día. El resto es historia.
P. Su nuevo álbum, Victoria, contiene canciones compuestas para usted por Pablo López, pero el artista malagueño ya había colaborado con usted, por ejemplo, en el tema Treinta y seis de su disco Raphael 6.0...
R. Sí, es una canción muy especial porque es un homenaje a mi persona. Inmerecido, pero un homenaje a mi persona, por lo que yo no puedo cantarla. La puede cantar Pablo porque, claro, termina diciendo "soñé hacerle una canción a Raphael". Y Raphael soy yo. Entonces, lo que yo estaba deseando que él me hiciera canciones a mí para poder cantarlas yo. En Victoria, que es un disco maravilloso, el genio de Pablo sale una vez más a la luz. ¡Y qué bueno para los dos! Para él y para mí.
P. Leía que usted no quería que le hiciera sólo una canción, sino un disco entero. Y que él le contestaba: "¿Tanta confianza tienes depositada en mí?"
R. Si yo tengo confianza en alguien no es algo gratuito porque me cae bien y ya está. No, no, no, no. Es porque yo he notado la calidad que hay ahí y la diversidad de cosas en relación a mí y lo que me pueden servir. Voy directamente al grano. Normalmente se pide una canción, pero estaba tan seguro de lo que iba a hacer que dije: "Yo quiero un disco entero. Entero". Reconozco que estuvo un poquito agobiado, pero salió muy bien.
P. Y precisamente Pablo López será otro de los artistas invitados al ciclo musical que acoge este concierto de su gira en Granada, el Ciclo 1001 Músicas-CaixaBank. Y junto a ustedes, Elvis Costello, Luz Casal, Bob Dylan… Los grandes artistas traspasan las generaciones y las décadas y siguen en forma. ¿Cuál es el secreto?
R. Depende mucho también de los estilos y las formas. Hay estilos que son de por vida o pasajeros y formas de cantar o de mostrarse al público que son para un solo año, para unos años o lo que pueda ser. Pero también hay artistas, y esa es mi forma de ser en el escenario, que son para siempre. El público se va adhiriendo poco a poco a ese movimiento. Gente de todas las edades y de cinco generaciones diferentes.
P. Usted es uno de esos artistas, no cabe duda...
R. Indudablemente, indudablemente. Eso se notó ya desde el principio, principio, de mi carrera.
P. Lo que sí es cierto es que hay como un permanente revival del fenómeno Raphael. Por ejemplo, Mi gran noche se ha convertido en un himno de la cultura urbana para los millennial, jóvenes y adolescentes actuales. Ahora es la canción con la que ponen el colofón en las discotecas. ¿Los éxitos nunca pasan de moda?
R. Mi gran noche, también Escándalo... Hay muchas canciones mías que afortunadamente se han quedado para siempre. Son patrimonio del público y son suyas. A mí me llena de ilusión, y se me saltan las lágrimas, ver la retransmisión de un partido internacional de la Selección Española de fútbol y que suene Mi gran noche. Por el amor de Dios, eso es impagable. Impagable.
Ver a tantas generaciones juntas en los conciertos es decirte a ti mismo: 'Lo has hecho, lo conseguiste'
P. Últimamente le hemos visto mucho en Granada, pero ahora llega al Teatro del Generalife de la Alhambra. ¿Es en este tipo de espacios donde se encuentran a veces matices en la música que en un recinto cerrado son más difíciles de percibir?
R. Me ha llamado mucho la atención, para bien, poder ir al Teatro del Generalife porque nunca había ido. Es la primera vez, cosa extraña. Yo creo que conozco todo, no solamente de España sino de todas partes, y me hace muchísima ilusión. Será 'una gran noche', parodiando un poquito mi canción y la de todos, y pondré especial cuidado en el repertorio porque una oportunidad así lo merece. Lo merita. El público y yo vamos a disfrutar muchísimo.
P. ¿Qué le evoca a usted el nombre de Granada?
R. ¡Hombre...! Decir Granada es mu' fuerte. Es mu' fuerte. Tenemos la inmensa suerte de decir que en España contamos con unas ciudades que mundialmente son lo que son. Decir Granada es que es muy fuerte.
P. ¿Qué pretende brindarle con este nuevo disco a su público granadino?
R. Mi objetivo siempre es el mismo: un público que salga encantado y deseando volver. Y acompañado de su prole. Ver a tantas generaciones juntas.
P. Es que usted tiene la inmensa fortuna de que cuando se sube al escenario ve a abuelos, nietos, padres... Hay toda una pléyade generacional. ¿Eso como artista qué le sugiere a uno?
R. Es muy emotivo, muy emotivo, y muy emocionante. Es decirte a ti interiormente: "Lo has hecho, lo conseguiste". Significa que en tu vida lo has hecho muy bien y que puede uno estar tranquilo.
P. Poco le queda por hacer en el mundo de la música...
R. No te creas, no te creas...
P. ¿Todavía hay retos?
R. Todavía me queda mucha ilusión por hacer cosas importantes.
P. ¿Y cómo se imagina los próximos años?
R. Pues llenos de trabajo, pero con sosiego. Y eso quiere decir que no me manden de un sitio a otro a cambiar horarios y fronteras de un día para otro. O sea, con un poquito más de por favor (ríe).
P. En definitiva, seguir siendo autónomo en sus decisiones como siempre lo ha sido.
R. Sí. Y afortunadamente la gente con la que trabajo entiende que tiene que ser así. De esa manera, la gente puede disfrutar de un Raphael fresco y con ganas de armarla.
P. ¿Sesenta años después, sigue habiendo alguna espinita clavada que querría sacarse a nivel artístico?
R. Espinitas no tengo. Todo lo que he hecho, que ha sido muchísimo, lo he hecho porque he querido hacerlo. Y lo bueno es que lo he conseguido. Pero no solamente hacerlo, sino volver y volver y volver a muchísimos sitios, países y locales de prestigio a nivel mundial. A mí es que no se me quita la curiosidad de lo próximo. Sigo teniéndola siempre. He grabado 84 discos y tengo mucha curiosidad por el próximo. Soy así. Cuando termino uno, lo oigo y digo: "Vale, ¿y ahora qué!?" (ríe). "¿Y ahora qué? ¿Y mañana qué?".
Saldrá de mí quedarme en casa cuando me canse, pero retirada no va a haber
P. Precisamente Granada es tierra de grandes artistas, pero hay uno que es su voz: Miguel Ríos. Él cuenta que empezaron a la par, pero que usted ya estaba consolidado...
R. ¡Sí! Miguel y yo firmamos contrato con Philips... ¡El mismo día!
P. ¿Desde cuándo le sugieren en las entrevistas que la siguiente gira podría ser la de su despedida?
R. ¡Vamos a ver! ¿Es que yo estoy mal? ¿Acaso soy una persona que no puede andar?
P. Para nada...
R. ¿La voz la perdí? (ríe) Dime una razón por la que yo me tengo que quedar en casa. Cuando me canse, ya me quedaré en casa. Saldrá de mí. Ahora bien, retirada no va a haber.
P. ¿A lo largo de este tiempo hay alguna anécdota que recuerda del público granadino o de algo que le haya pasado en algún concierto que haga que, artísticamente, usted se acuerde de la ciudad cuando viene a actuar, además de por su dimensión nacional e internacional?
R. Tengo muchísimas y me las sé de memoria. Me acuerdo muchísimo y, además, con mucho cariño porque yo he siempre he sido recibido y despedido de Granada de una manera muy especial. Y con la gente esperando la próxima vez. No tengo más que palabras de agradecimiento para este público porque conmigo han sido siempre maravillosos. Y no veo razón para que esta vez no pase lo mismo.
P. O sea que al que siempre han llamado 'El niño de Linares' también le podríamos decir 'El señor de Granada'...
R. ¡Ay sí! ¡Qué bonito! Qué bonito.