Entusiasta inauguración de Ricardo Fernández del Moral del Festival de la Guitarra de Granada

Su figura en solitario emergió como un titán en el escenario del Palacio de Carlos V con una fuerza que creció con el paso del concierto

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Inauguración del Festival de la Guitarra de Granada | Foto: Gabinete
Gabinete
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Ricardo Fernández del Moral asumió este jueves la responsabilidad de inaugurar el Festival de la Guitarra de Granada-Antonio Marín y consiguió lo más importante, entusiasmar al público, que asistió asombrado a una actuación que ya se anunciaba excepcional. Su figura en solitario emergió como un titán en el escenario del Palacio de Carlos V y lejos de quedar envuelta en un espacio grandioso, mostró una fuerza rotunda que iba agrandándose conforme avanzaba el concierto.

De Granada a Cádiz

Comenzó su intervención con un homenaje a la ciudad de la Alhambra y para ello cantó una granainas repletas de hondura, para continuar por farrucas, palo que, como él se encargó de enfatizar, no se prodiga en los actuales repertorios todo lo que le correspondería. Ejecutó esta modalidad casi bordándola, cuidando el matiz y subrayando la hermosura de unas melodías capaces de provocar quiebros asombrosos. En ese momento se sumó al escenario Miguel 'El Cheyene', un percusionista preciso, sabedor de su papel y de una técnica asombrosa. Entonces Ricardo miró hacia su tierra, La Mancha, y expuso una musicalización de un poema cargado de la melancolía que relata el retorno de Don Quijote derrotado en las playas de Barcelona. Y como si de un vaivén de emociones se tratara llegaron las alegrías que desprendían todo el sabor de los cantes de Cádiz.

García Lorca por rumbas

Volvió el recital a tomar un tono granadino con otra de las que Ricardo define sus musicalizaciones. En este caso la Gaceta cela del amor desesperado de Federico García Lorca convertida en una original rumba. No podía faltar el cierre por bulerías, que convierte en los conocidos como cuplés acudiendo al bolero o la copla. El público que había ovacionado en varias ocasiones en pie al artista, redobló aquí sus aplausos como tribuno a un intérprete que toca y canta con la misma maestría. Ricardo Fernández dispone de unas cualidades excepcionales, su timbre de voz es bello, el fraseo permite captar toda la belleza de las letras, su amplitud de registro y potencia tiene un excelente resultado y además su dominio de la guitarra, está a la altura también de los grandes de los grandes.

Antes del espectáculo se procedió a la entrega de las distinciones anuales del Festival, que fueron para el propio Ricardo Fernández de Moral como reconocimiento a un “artista único con una voz que le ha llevado a ser el único en la historia en conseguir los cinco premios de Cante de las minas de La unión en una noche, a lo que hay que añadir que se acompaña sus actuaciones a la guitarra el mismo con igual maestría que hace su cante”, Margarita Escarpa por ser “una de las concertistas de mayor proyección internacional y su labor como catedrática del Conservatorio Superior de Vigo y de la Universidad de Viena”, la Universidad de California, presente en el festival desde la primera edición del festival, Leo Van Cleve, ex vicerrector de la California State University, en cuyo mandato se fraguó esta relación, y Scott Morris, director del programa de guitarra Summer Arts y responsable del Departamento de Música.