España se corona en París y consigue la medalla de oro en la final masculina de fútbol

'La Roja' repite el hito que logró hace 32 años en los Juegos Olímpicos de Barcelona, donde se consagró como campeona ante Polonia

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Camello celebrando uno de los tantos con sus compañeros | Foto: COE
Juan Pérez Martín
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España lo consiguió. 32 años después volvió a coronarse como el mejor país en la disciplina de fútbol masculina en unos Juegos Olímpicos. Lo logró ante la anfitriona. Una Francia dura de roer que puso contra las cuerdas a los de Santi Denia, que tuvieron que llegar hasta la prórroga para cerrar una victoria con sabor a oro.

El choque arrancó con tanto local. Enzo Millot (1-0), con un zurdazo desde el costado, aprovechó una mala colocación de Arnau Tena para adelantar a los galos en el luminoso. No duró mucho la alegría en estos, ya que Fermín (1-1) empató la contienda con un disparo liso y ajustado en el que no pudieron hacer nada los franceses.

De hecho, estos llegaron a verse sobrepasados con el paso de los minutos. 'La Roja' se gustó y aprovechó ese momento. De nuevo, Fermín fue protagonista para darle la vuelta a un resultado (1-2) que parecía encarrilado cuando, a balón parado, Baena (1-3) mandó un misil tierra aire con una falta directa al borde del área en la que mostró su maestría para mandarla al fondo de la red con un golpeo directo.

El choque se mantuvo así hasta el segundo tramo, cuando los franceses se vinieron arriba aupados por su afición. Koné rozó el segundo tanto, pero fue Akliouche (2-3) quien tocó el balón de manera sutil, rebotó en el césped y pasó por entre las piernas de un defensor español dirección a la meta.

El gol sentó como agua en mayo a los locales, que asediaron a España hasta conseguir lo que buscaban. Miranda agarró a Kalimuendo en los últimos compases del encuentro. El colegiado revisó en VAR, señaló la pena máxima y Mateta (3-3), desde los once metros, salvó los muebles, empató el partido y lo mandó a la prórroga.

Cuando parecía que los dirigidos por Thierry Henry estaban mejor, España aprovechó un gran pase filtrado de Bernabé para volver a ponerse delante con una gran finalización de Sergio Camello (3-4). Cabalgó y la picó al guardameta, que no pudo hacer nada ante la vaselina.

El propio atacante madrileño fue el que se encargó de poner la guinda en el pastel en  el añadido. Francia apretó, pero en un contragolpe cerró el triunfo para España, que volvió a ser decisivo para dar una medalla muy valiosa (3-5).

De este modo, España repitió el hito que consiguió en 1992 en Barcelona. Una generación que pasa a la historia, al igual que hicieron los Abelardo, Guardiola, Amavisca, Ferrer, Kiko o Solozábal, entre otros. Un país que se corona en la cima de esta disciplina en los Juegos Olímpicos después de quedarse en la anterior edición con la miel en los labios al caer en la final en Tokio contra Brasil.