España ha gastado este año 791 millones en las misiones de las FFAA
El Gobierno ha dedicado 791,2 millones de euros a las misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior a lo largo de este año, concretamente en Afganistán, Bosnia, Líbano, Malí, Senegal, Somalia, Uganda, Yibuti y el océano Índico, lugares donde se han desplegado aproximadamente 5.200 militares.
Así lo ha anunciado este miércoles el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante su comparecencia en el Congreso para informar del desarrollo de las misiones en el exterior, donde ha reconocido que el montante dedicado en 2013 ha supuesto un "importante esfuerzo", pero también una "inversión en seguridad, que empieza en escenarios a veces muy lejanos, y en la credibilidad de España en los foros internacionales".
En dichas misiones, los militares españoles han realizado 13.345 patrullas, con casi un millón y medio de kilómetros recorridos; han estado 757 días en el mar; han hecho 7.852 horas de vuelo en aeronaves convencionales y 1.140 de aeronaves no tripuladas; y 48 misiones de desactivación de explosivos.
A las misiones mencionadas habrá que añadir en unas semanas la de República Centroafricana con el envío de hasta 60 militares y un avión de transporte 'Hércules' para ayudar a Francia en la intervención militar con la que pretende estabilizar la situación de violencia en ese país.
Para Morenés, la participación de las tropas españoles en misiones en el exterior "constituye un ejemplo exitoso del compromiso de España con el sistema multilateral de paz y la seguridad mundial" porque contribuye a "sentar las bases mínimas, imprescindibles para el desarrollo y progreso de las sociedades más desfavorecidas en todos los términos de bienestar humano y los derechos civiles", pero también a "garantizar" su propia seguridad.
La misión "más compleja y costosa" ha sido la de Afganistán, que este año ha supuesto un desembolso de 434,8 millones de euros. Allí quedan 375 militares distribuidos entre la base de Herat y en el cuartel general de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN, debido a que el grueso del contingente español ya ha abandonado el país asiático tras el repliegue de la provincia de Badghis, de cuya seguridad se han hecho cargo las fuerzas de seguridad afganas.
Para el ministro, a día de hoy, y "sin entrar en triunfalismos ni abandonar la prudencia y el realismo", Afganistán es "sin duda un lugar mejor que el que se encontraron los primeros militares españoles al comienzo de su participación".
FUTURA MISIÓN DE INSTRUCCIÓN Y ASISTENCIA
Sobre el futuro de la misión cuando termine el mandato de ISAF al finalizar 2014, Morenés ha confirmado que consistirá no en operaciones de combate, sino en la "instrucción, asesoramiento y asistencia" a las fuerzas de seguridad afganas, "manteniendo un absoluto respeto a su soberanía".
En este sentido, ha garantizado que España "pretende contribuir en esta nueva etapa con capacidades adaptadas a las diferentes características", si bien ha dejado claro que su departamento todavía tiene que revisar el listado de necesidades de capacidades para dicha misión y la distribución final de los despliegues.
Portavoces parlamentarios de grupos como PSOE y CiU han pedido al ministro que sea más concreto, si bien Morenés ha contestado que todo depende de que el Gobierno de Afganistán acepte la condición que ha puesto Estados Unidos para continuar allí, y es que sus fuerzas militares tengan inmunidad. La decisión final, ha añadido, la anunciará el presidente afgano, Hamid Karzai, cuando considere oportuno en función de su estrategia e intereses políticos.
Varios grupos como UPyD y CiU han pedido también al ministro que explique en qué situación han quedado los traductores afganos que han trabajado para las tropas españolas una vez que éstas se han replegado de Badghis. De hecho, la portavoz del partido magenta, Irene Lozano, ha pedido que se revise la política de asilos.
En este sentido, Morenés ha apuntado que el pasado marzo, a la vista de la retirada, se diseñó un programa de acogida para aquellos afganos que habían trabajado para las tropas y que se encontraban en situación de "especial riesgo" por este motivo. Dicho plan contemplaba tres posibilidades a las que podían acogerse: asignación de un nuevo puesto en Afganistán, indemnización para facilitar su reubicación en el propio país o traslado a España.
Según el responsable de Defensa, se recibieron cerca de 50 solicitudes para acogerse a este programa. De ellos, a 25 traductores se les ha concedido el visado para viajar a España --uno de ellos con esposa y dos con esposa e hijos--; a 21 se les ha otorgado la indemnización y sólo hay uno que está pendiente de decisión puesto que todavía no ha finalizado su contrato con las Fuerzas Armadas.
La siguiente misión a la que se ha referido el ministro ha sido la operación Atalanta para luchar contra la piratería en el Índico, donde hay desplegados 137 militares españoles con un coste de 142 millones de euros. Debido a que, en su opinión, la operación está siendo un "éxito", ha recordado que la UE ha aprobado recientemente su extensión hasta finales de 2014.
PREOCUPACIÓN POR SIRIA
En cuanto a la misión en Líbano dentro de la Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL), donde hay 578 militares españoles, Morenés ha reconocido que el Gobierno está "un poco más preocupado" por la situación creada debido a la cercanía con la guerra de Siria, si bien ha afirmado que la operación "tiene que permanecer" para garantizar la seguridad en el país.
A raíz de las explicaciones sobre misiones como las que las Fuerzas Armadas desarrollan en países como Malí, Somalia y la que va a comenzar en República Centroafricana, el ministro de Defensa ha reconocido que "África es una prioridad" para España y que "lo va a seguir siendo".
Tras explicar los riesgos a los que se enfrentan países como los mencionados si caen en manos de grupos extremistas vinculados a Al Qaeda, Morenés ha advertido del peligro que esto podría acarrear a largo plazo para la seguridad de nuestro país, de modo que ha remarcado que "hay que estar allí vigilando lo que pasa".
Precisamente el Congreso ha debatido esta mañana la intervención española en la intervención militar francesa en República Centroafricana. Este tipo de misiones son, para el portavoz del Grupo Socialista, Diego López Garrido, un "buen ejemplo" de la estrategia de seguridad y defensa que debería poner en marcha la UE de cara a tener disponibles "grupos de acción inmediata" y así poder intervenir en esta clase de operaciones.
El ministro se ha mostrado de acuerdo. Es más, ha destacado que la UE debería profundizar en su "visión estratégica" en asuntos de seguridad y defensa, ya que "se echa de menos un compromiso más amplio del que hay ahora". Este es, ha subrayado, uno de los asuntos que abordará el Consejo Europeo que se celebra esta semana en Bruselas.
La mayoría de grupos parlamentarios han aprovechado esta comparecencia para criticar el hecho de que el presupuesto para misiones internacionales no esté contemplado en las cuentas públicas del ministerio, sino que la financiación de las mismas dependa de un fondo de contingencia y de créditos extraordinarios.
El ministro ha reconocido que el sistema podría ser diferente y que la fórmula actual "no es perfecta", si bien la ha justificado porque permite al Gobierno cierta "flexibilidad" que también puede ser controlada por el Parlamento.
Es más, ha señalado que hay determinados ejercicios presupuestarios en los que las "incertidumbres" pueden ser mayores, como ocurre, ha dicho, con 2014 debido a las dudas todavía existentes sobre el futuro de la misión afgana. No obstante, se ha comprometido a informar de la evolución de las misiones para así "precisar su coste final".