Especialistas analizan en la Escuela Andaluza de Salud Pública el Trastorno del Espectro Autista
La atención temprana y el papel de las familias en la detección de los primeros signos han sido parte de los elementos destacados en la jornada
Más de 100 profesionales del sistema sanitario público andaluz junto a profesionales de referencia en este campo han analizado en unas jornadas en la Escuela Andaluza de Salud Pública, en Granada, la atención sociosanitaria del Trastorno del Espectro Autista (TEA).
La atención temprana y el papel de las familias en la detección de los primeros signos, así como la necesidad de dar a conocer mejor las características diferenciadoras de las personas con autismo, han sido parte de los elementos destacados en la jornada, según informa la EASP.
La mayoría de las veces, el comportamiento característico del autismo puede identificarse alrededor de los 18 meses o antes de los dos años de vida. Es fundamental intervenir desde edades tempranas. Todos los niños con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) tienen la capacidad de aprender, por lo que la intervención temprana es fundamental
Las personas con autismo pueden y deben ser tratadas con terapias y métodos educativos y de apoyo. El abordaje sociosanitario de este trastorno del neurodesarrollo es básico para que las personas que lo padecen puedan avanzar en la superación de sus dificultades.
Plan de Acción para mejorar la Atención Sanitaria a las Personas con TEA en Andalucía
Recientemente la Consejería de Salud y Familias ha presentado el 'Protocolo para que las Personas con TEA puedan usar Mejor el Sistema Sanitario', que complementa el documento original publicado el año pasado. Se trata de una versión extendida, otra en lectura facilitada y un póster, editados en formato papel y digital.
Esta iniciativa forma parte del Plan de Acción para mejorar la Atención Sanitaria a las Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Andalucía, y la está desarrollando por la Federación Autismo Andalucía y la Consejería de Salud y Familias. Incluye acciones formativas, de sensibilización y un protocolo de actuación para profesionales de salud. Sus beneficiarios son más de 83.000 personas (población estimada con TEA en Andalucía), a las que habría que sumar sus familias.