"Estaba feliz desde por la mañana, cuando me llamaron para decirme que me iba a vacunar"

Fermasa acogió este lunes el inicio de la vacunación del personal de los centros educativos no universitarios de la provincia. El arranque de este proceso que durará alrededor de dos semanas es una nueva semilla de esperanza en la lucha contra el Covid-19. La primera dosis de AstraZeneca es un paso importante para muchas personas. Hablamos con dos trabajadoras del centro infantil La Viña de Cúllar Vega.

Ascensión Poveda y Conchi Toro pertenecen al personal no docente del centro cullero. Su labor diaria implica mantener contacto con muchas personas. Las dos trabajadoras coinciden en que el primer día de vacunación en Fermasa marchó muy bien con una organización excelente. “Estoy muy contenta. Estaba feliz desde que me llamaron por la mañana”, expresa Ascensión. Su compañera Conchi siente la misma felicidad, aunque confiesa que estuvo “en shock” porque “todo fue muy rápido”.

Las dos integrantes de La Viña afirman que esta primera dosis aporta un rayo de esperanza. Para la segunda dosis restan 10 semanas, pero ahora todo se ve con un prisma más optimista. “Hay que tener en cuenta que los niños de Infantil no llevan mascarilla”, explica Conchi. Ascensión agrega: “Menos mal que se han dado cuenta. Los docentes y el personal del centro estamos al pie del cañón”. La granadina sostiene que “vamos por buen camino”.

Misma precaución

Conchi asegura que “la precaución va a seguir siendo la misma”, pero apostilla que “esto es un pasito más hacia nuestra normalidad”. Fermasa acogerá los próximos días a miles de personas como Ascensión y Conchi, que asumen que todavía queda camino por recorrer, pero lo fundamental es hacerlo sin pausa.