Un estreno de lujo de 'Donde acaba la memoria': "Todos los caminos que llevan a Ian Gibson empiezan en Granada"

Contar la historia de alguien que ha dedicado su vida a lo mismo es peculiar. El detective literario Ian Gibson ha dedicado medio siglo a recuperar la memoria reciente de España a través de las biografías de tres de sus genios más reconocidos: Buñuel, Dalí y Lorca. Ahora, el documental 'Donde acaba la memoria' hará lo propio con el autor irlandés. El Cine Madrigal acogerá este viernes a partir de las 18:00 horas un estreno de lujo de esta producción. El documental se dará a conocer de manera simultánea en diferentes puntos de España, pero Granada tendrá el gusto de contar con la presencia del propio Ian Gibson y el director de 'Donde acaba la memoria', Pablo Romero Fresco.

Con la gran cita a la vuelta de la esquina, Pablo Romero atiende a GranadaDigital para hablar de un viaje de más de diez años junto a Ian. “Estamos muy emocionados, con muchas ganas de empezar porque al final es un camino muy largo", declara el docente de la Universidad de Vigo, que detalla que ha habido épocas para "pensar que no va a salir adelante”. Uno de los momentos más duros para el proyecto llegó en 2016, cuando las 50 horas de rodaje estaban ya casi montadas en un corte de 80 minutos. "Entraron a robar en mi despacho de la Universidad de Roehampton y se llevaron las dos copias del montaje que teníamos en ese momento", recuerda Pablo.

El director comenta entre risas que "esta película lleva más tiempo conmigo que mis hijos, que tienen 4 y 7 años”, lo que le lleva ahora a sentir una "sensación rara" cuando la cúspide se acerca. “Ahora es el momento de ver la película por los ojos de la gente”, agrega.

Tres películas en una

La creación del profesor de la Universidad de Vigo recorre la comarca extremeña de Las Hurdes, donde Luis Buñuel rodó el documental 'Tierra sin pan' en 1933, y la 'Residencia de Estudiantes', que acogió a Federico García Lorca, que coincidió con otros ilustres como el psicoanalista Ángel Garma, con quien cosechó una buena amistad.

El viaje finaliza en Granada, donde, tras una búsqueda de 50 años, Gibson está más cerca que nunca de encontrar los restos de Lorca como símbolo de reconciliación de un país que se resiste a hacer las paces con su pasado. El destino ha querido que su estreno llegue en un momento en el que la memoria está presente en la actualidad nacional. “No es una película que fuese a tratar de memoria”, asegura Pablo Romero. El cineasta apunta que 'Donde acaba la memoria' recoge "tres películas en una". Ian Gibson le propuso acudir a Las Hurdes para "el antes y el ahora" del lugar, lo que representa la primera de las partes junto a la archiconocida residencia, de la que habla como "un lugar suspendido en el tiempo" que permitió una "concentración de talento" y su consecuente "retroalimentación" entre Lorca, Dalí y Buñuel.

"Sabíamos que teníamos que ir a Granada"

La intención del director era "retratar al retratista", pero señala que acercarse ha sido complejo porque es "reticente y esquivo a ello". El propio Gibson es el segundo elemento central del documental, pero tanto él como Pablo tenían claro que la pieza no debía ser el clásico contenido de una retahíla de personas hablando bien del protagonista. “La película se podría haber hecho en un año o seis meses, pero entonces sería el retrato de alguien al que no conozco tan bien”, remarca el profesor de la Universidad de Vigo. La presencia de ambos este viernes en Granada es más que especial. "Sabíamos que teníamos que ir. Todos los caminos que llevan a Ian empiezan en Granada", manifiesta. Consciente de la fuerza de la relación del irlandés con la provincia, tiene claro que “no se puede contar a Ian sin la parte de Granada”.

Tras Las Hurdes y el propio Ian Gibson queda un punto más para completar las tres partes mentadas. "El reflejo que devolvió la cámara fue la imagen del país", afirma Pablo Romero, quien apostilla que “el Siglo XX sigue siendo muy importante" en España. El director de 'Donde acaba la memoria' incide en la importancia de saber "cómo queremos recordarlo" para que muchas personas "puedan avanzar y morir sabiendo que han podido enterrar a sus familiares".

“Quiero pensar que hemos hecho algo que cuando se vea dentro de unos años le pueda decir algo a la gente”, expresa el realizador, que valora mucho la "dedicación" y el "entusiasmo" de Ian en un trabajo de medio siglo “en un momento en el que todo se hace para mañana”. El Cine Madrigal vivirá este viernes el zenit de una película cuya historia propia da para hacer otra película.