Un estudio de la UGR analiza la 'ciberviolencia sexual' en redes sociales

Los resultados revelan que 67,28% de las reacciones a estos incidentes eran de "rechazo y desaprobación a las víctimas y sus denuncias"

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Ilustración acerca de la investigación del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada | Foto: Gabinete
Europa Press
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Un equipo de investigación del Laboratorio de Sexismo, Mitos y Violencia de Género (Semivio) del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada (UGR) ha llevado a cabo un estudio con el objetivo de explorar los mitos sobre la ciberviolencia sexual contra las mujeres, advirtiendo de creencias que la justifican tras el análisis de miles de mensajes en redes.

En concreto, se han analizado un total de 4.048 reacciones sociales a 18 incidentes distintos de ciberviolencia sexual denunciados en la red social X, antigua Twitter, y los resultados de este trabajo, publicados en la revista científica 'Journal of Interpersonal Violence', han revelado que el 67,28% de las reacciones a estos incidentes eran de "rechazo y desaprobación a las víctimas y sus denuncias".

Así, estas reacciones justificaban la ciberviolencia sexual contra las mujeres a través de mitos que "implican minimización de los incidentes y sus consecuencias, culpabilización de la víctima, exoneración del perpetrador y culpabilización de las plataformas digitales", han advertido los expertos, según ha informado la UGR.

Los hallazgos de esta investigación ponen de manifiesto que la mayoría de las respuestas o reacciones hacia las mujeres que denuncian incidentes en esta plataforma son de minimización y negación de la ciberviolencia sexual. Aunque las actitudes de minimización y negación se han estudiado mayoritariamente en el contexto de la violencia sexual 'offline', los resultados encontrados en esta investigación resaltan cómo estas creencias son "particularmente prevalentes" en casos de violencia en entornos 'online'.

Las consecuencias de la violencia sexual dirigida contra las mujeres en el mundo online se perciben como "insignificantes" en comparación con los incidentes que ocurren en el mundo 'offline', según este trabajo. Así, en comparación con otros temas, las reacciones más frecuentemente observadas buscan desacreditar las experiencias de ciberviolencia sexual considerándolas irrelevantes frente a las agresiones sexuales fuera de las redes o afirmando que las víctimas deberían tomar medidas y utilizar estrategias (por ejemplo, bloquear usuarios, borrar fotos o comentarios) para evitar estos comportamientos.

"En consecuencia, estas actitudes podrían incitar a las víctimas a guardar silencio y a consentir tales comportamientos, pero también a los observadores a que muestren reticencia a intervenir y ayudar a las víctimas de ciberviolencia sexual", ha detallado Rocío Vizcaíno Cuenca, investigadora del Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la UGR.

Las estimaciones globales indican que el 85 por ciento de las mujeres han experimentado alguna forma de ciberviolencia sexual, según Economic Intelligence Unit.

Sin embargo, los informes señalan que muy pocas mujeres llegan a denunciar esta problemática, e incluso la normalizan. En esta línea, la presente investigación subraya que la ciberviolencia sexual puede ser percibida como insignificante en comparación con la violencia sexual en entornos offline, y detalla las creencias que responsabilizan tanto a las víctimas como a factores contextuales (por ejemplo, las redes sociales o videojuegos) de su ocurrencia, exonerando de esta manera al perpetrador.

Los resultados del estudio reflejan cómo las redes sociales pueden ser un medio tanto para perpetrar nuevas formas de agresión sexual como para denunciar la desventaja y violencia que sufren las mujeres.

El equipo de investigación de la UGR enfatiza la importancia de estos hallazgos para mejorar la comprensión de las denuncias de ciberviolencia sexual y aumentar el conocimiento sobre la cultura de la ciberviolación. Además, subraya que, a través de plataformas digitales, esta información podría utilizarse para desarrollar campañas de sensibilización y servicios de apoyo para las víctimas.