"Estuve a punto de decir adiós a la marcha en diciembre"
Visiblemente emocionada, la granadina ha querido acordarse de su familia, entrenador y personalidades del mundo de la marcha
Pocos minutos después de colgarse el oro mundial en Budapest, la flamante campeona del mundo de 20 kilómetros marcha, María Pérez, ha atendido a las cámaras del canal Teledeporte, de RTVE, donde visiblemente emocionada ha echado la vista atrás para saborear aún mejor el triunfo conseguido este domingo en la Plaza de los Héroes.
La orceña, que el año pasado fue descalificada en los Europeos de Múnich y los Mundiales de Budapest por entenderse que su técnica no era la adecuada, ha confesado que tras esos dos varapalos pensó en dejar el atletismo, pero que prefirió usar ambos reveses como acicates para volver más fuerte. "Estuve a punto de decir adiós a la marcha en diciembre, pero el que la sigue la consigue y ahora hay que seguir trabajando para demostrar que soy la mejor", ha manifestado.
La granadina ha reconocido que el oro de este domingo le saca "una espina que tenía clavada que quería quitarme", al tiempo que ha achacado su éxito al hecho de que "he tenido mente fría". "No hay otra cosa que trabajo. En diciembre apenas marchaba y a partir de septiembre y noviembre visité a Pepe Marín", ha dicho. Tampoco ha ocultado los problemas que tuve en la noche para conciliar el sueño: "Anoche me costó dormir. A las doce tuvieron que venir los médicos a darme algo para dormir".
"Tenía mucha paciencia. Creo que las ganas a veces me podían. Pero me he mostrado dos veces para decir aquí estoy yo. Este año creo que puedo, que voy a estar y seguir los consejos que ayer dijo Carillo, que le pedí uno y me dijo que fuera humilde y el trabajo me recompensaría. Así ha sido", ha añadido.
Sobre el desarrollo de la prueba, la marchadora granadina ha marcado el kilómetro 15 como el gran punto de inflexión donde "sabía que tenía que cambiar, que las otras también eran rápidas, pero que si me ponía de 4:10 ya iba a ser inalcanzable". "He hecho cuatro-cinco, cuatro-seis, cuatro-cinco, cuatro-seis hasta el último kilómetro. En el primer 5.000, y al dar el cambio, tenía unas molestias y me ha dado un tirón, pero he dicho 'aguanta, aguanta, que ya no hay dolor' y he aguantado hasta el final. Mi sueño de ser campeona de 20 kilómetros marcha lo he conseguido", ha comentado.
Visiblemente emocionada, María Pérez también a ha querido acordarse de Josep Marín y Beatriz Pascual, "dos personas que han sido buenos en la marcha española". "A la marcha le debemos mucho y esto es lo mínimo que podíamos hacer. Después de tres chocolates, ya nos tocaba. Quiero acordarme Josep Marín, que me ayudó con la técnica, y a Beatriz Pascual, que ojalá le hubiese tocado a ella también tener una medalla. Esta medalla también es tuya, Bea", ha desarrollado.
Paralelamente, se ha acordado de su familia y sus amigos, en los que, ha explicado, se apoyó para "seguir hacia adelante y trabajando" cuando vinieron mal dadas: "Lo duro que lo pasé el año pasado. Lo duro que he tenido que trabajar, y el poder disfrutar de la medalla con mi entrenador. Eso es único. Para mí la medalla es lo de menos, lo importante es que el trabajo da sus frutos".