La exclusión financiera, un fenómeno que afecta a más de 20.000 personas en Granada

La crisis del 2008 y la progresiva despoblación de las zonas rurales está haciendo que la conocida como España vaciada se quede progresivamente sin dinero en metálico. Actualmente, más de un 1.600.000 personas viven una situación de exclusión financiera. En concreto y según la última actualización de los datos del Banco de España, 4.443 localidades de todo el país no cuentan con una oficina. La retirada progresiva de las entidades bancarias de los municipios con un número reducido de habitantes está generando numerosos problemas a estos ciudadanos y, especialmente, a las personas mayores, una situación que también se vive en Granada. 

El fenómeno de la exclusión financiera se presenta, sobre todo, en zonas rurales donde el dinero en efectivo es más que necesario. Además, se suele tratar de personas que aún no se han adaptado a la banca digital y que, por lo tanto, necesitan realizar todos su movimientos bancarios en una sucursal. Es el caso de la población de la tercera edad, personas que no saben usar las nuevas tecnologías y que sufren un claro riesgo de exclusión. De hecho, la Plataforma de Mayores y Pensionistas ya ha pedido al Gobierno que regule de forma inmediata un marco legislativo para acabar con esta situación.

Otro de los problemas existentes es que, si la oficina del banco se retira de una localidad, muchas cuentan con los cajeros automáticos dentro del mismo local, por lo que sin sucursal tampoco hay cajero. Además, suele ocurrir que en estas localidades donde la población es escasa, los cajeros no están debidamente revisados y su abandono acaba ocasionando los mismo perjuicios que si no estuviesen instalados. 

En Granada, en el año 2008 concretamente, la provincia contaba con un total de 844 oficinas bancarias. Según los datos de 2021, esta cifra se ha reducido hasta las 519 sucursales. Actualmente, más de 40 municipios granadinos carecen de una entidad bancaria en su región, por lo que más de 20.000 personas viven una situación de exclusión financiera.

Este es el caso de Soportújar. El municipio no cuenta con ninguna oficina bancaria y solamente dispone de un cajero automático. Para poder realizar las gestiones pertinentes en la entidad bancaria, los vecinos de esta localidad deben trasladarse diez kilómetros, es decir, hasta Órgiva para poder ser atendidos en persona. Lo mismo ocurre en Beas de Guadix. Las sucursales tampoco están presentes y tan solo cuentan con un cajero que se instaló hace poco más de un año, por lo que para realizar algunos trámites que no pueden hacerse desde este punto deben acudir a Purullena o Guadix. 

Ya se están llevando a cabo algunos proyectos para acabar con este grave problema, aunque por el momento parecen insuficientes. Por ejemplo, Correos instalará en los próximos tres años 1.500 cajeros automáticos por todo el país, 25 de ellos en Granada, a priori un número demasiado reducido y que podría no ser una gran solución. 

Otra de las alternativas que ya se está planteando en Málaga es un proyecto piloto para poder sacar dinero en las farmacias. La iniciativa es muy sencilla, las personas que acudan a comprar a una farmacia podrán solicitar que se les cobre un importe mayor y que la diferencia respecto al coste de lo que ha adquirido se le entregue en metálico. Una solución que podría, sobre todo, ayudar a los más mayores y evitar así que sufran una clara situación de vulnerabilidad y de exclusión financiera.