La experiencia inmersiva de #INGOYA empieza en la sala didáctica
La primera sala en la exposición aporta las claves básicas para entender la genialidad de la pintura de Goya y prepara a los visitantes para disfrutar de la proyección de sus obras
Acercarse a la figura de Francisco de Goya es hacerlo a la de un pintor al que se le sigue considerando como un artista moderno. El genio de Zaragoza supo reflejar a través de las trazas de su pincel circunstancias, sentimientos y problemas que trascienden el devenir de los tiempos. Una capacidad con la que cruzó fronteras y que ha colocado su figura entre las más grandes de la historia, dotándole de un legado de perpetua contemporaneidad.
Precisamente acercar la figura del pintor aragonés es el doble objetivo con el que nació el proyecto de #INGOYA, la exposición inmersiva estrenada a nivel mundial en Granada que en su primer mes de apertura ya ha recibido a más de 8.000 visitantes. Y es que por una parte el visitante se aproxima al protagonista desde un punto de vista intelectual, el que le permite conocer su dimensión, y por otra se sumerge en sus cuadros, grabados y dibujos en la sala emocional, donde las pantallas le rodean y casi engullen por completo.
Ese espacio es el que le da sentido al adjetivo ‘inmersivo’, pero sólo representa la mitad de la experiencia. Para poder digerir la avalancha de sensaciones que otorga la sala emocional, antes hay que detenerse en la didáctica, donde el visitante absorbe las claves básicas para comprender los aspectos geniales que hacen que la pintura del genio de Zaragoza sea única y universal. Este espacio no está configurado como una antesala al uso, sino como el verdadero epicentro del universo cromático que es Goya. Y aunque a priori pueda entenderse como algo más ‘analógico’, lo cierto es que en esta estancia la tecnología adquiere un papel igualmente trascendental que en la parte final de la exposición.
Códigos QR para ampliar información
En la sala didáctica, la experiencia se divide en dos rangos de información. En primer lugar, siete paneles explicativos acercan lo que se va a contemplar más adelante. En segundo, sendos códigos QR en cada uno de esos paneles amplían los contenidos. Tras esos códigos aguardan cuidadas y precisas explicaciones de los auténticos especialistas en la obra de Goya sobre cuadros tales como La Maja Desnuda, Vuelo de Brujas, La Duquesa de Alba, La Familia de Carlos IV o El 3 de Mayo.
El objetivo es que cuando el visitante se sumerja en la sala inmersiva ya haya recorrido los hitos y obras más importantes del pintor, para poder abandonarse a los sentidos y sin necesidad de leer una sola palabra. El material que se expone en esta sala está disponible tanto en español como en inglés y los siete paneles que lo componen albergan otros tantos grandes bloques temáticos: Vida y obra de Goya y contexto histórico; #INGOYA. Selección de obra; Goya, artista universal; Goya al servicio de la Corte; La censura de los vicios humanos; Goya y la violencia y Goya y la mujer.
El artista visto desde todos sus prismas
El primer apartado enmarca al pintor en su tiempo, a caballo entre los siglos XVII y XIX. Aquí se establece un paralelismo entre los acontecimientos que tienen lugar a su alrededor y cómo los mismos influyen en su pintura. En la primera etapa, la Rococó (hasta 1792), se consolida como artista imperial y predominan los colores cálidos. En la segunda (1792-1808) transita del Neoclasicismo al Romanticismo, con pinceladas más largas y vigorosas y una mentalidad pesimista influida por su sordera. Hasta 1814, Goya cultiva únicamente el Romanticismo con composiciones movidas y pinceladas más sueltas, haciendo una profunda crítica y sumido en el abatimiento por la guerra y sus problemas de audición. De ahí hasta 1828 se desarrolla su última etapa, la Impresionista, Expresionista y Surrealista. Temas truculentos, oscuros y banales protagonizan su cambio de estilo.
En el segundo panel, #INGOYA. Selección de obra, se presenta una relación de las imágenes más relevantes en la obra del pintor. El tercero, Goya, artista universal, introduce al visitante en la importancia y relevancia del pintor a través del espacio y el tiempo, los aspectos que le hicieron destacar entre sus coetáneos y la actualidad de su mensaje en el siglo en el que vivimos. Es decir, el Goya moderno referido líneas atrás. Por su parte, Goya al servicio de la Corte repasa la producción pictórica oficial realizada por el aragonés para la aristocracia: desde los monarcas, pasando por la jerarquía eclesiástica, la nobleza y la alta burguesía. Y es que a lo largo de la vida de Goya en España se sucedieron seis monarcas, de los que cuatro tuvieron como pintor oficial al genio de Zaragoza. Destacan los cartones para tapices; su producción de obras religiosas como Cristo Crucificado, que le valió el nombramiento como miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, o retratos como los de Carlos IV y María Luisa de Parma.
En La censura de los vicios humanos se hace hincapié en la capacidad crítica del artista, especialmente a través de sus dibujos y sus series de grabados, que reflejan las miserias de la condición humana como la prostitución, los matrimonios de conveniencia, la superstición, la violencia contra las mujeres y los niños o las consecuencias de no actuar conforme a la razón. También denunció los abusos de los altos estamentos. En el sexto panel se aborda la relación de Goya con la violencia, un aspecto presente a lo largo de la producción del artista (cartones, dibujos, series de grabados, pinturas negras) que pretende destacar en este apartado por su directa y original expresión sin tomar partido por ninguno de los contrincantes. Ejemplo de esto es el cuadro conocido como La carga de los mamelucos, que refleja el Levantamiento del 2 de mayo en Madrid. Por último, en Goya y la mujer, el género femenino adquiere una presencia extraordinaria en la obra del artista que merece ser destacada. Desde los retratos más conocidos como las damas de la familia Osuna o la condesa de Chinchón hasta el de la duquesa de Alba, ‘las majas’ y las prostitutas.
#INGOYA cuenta con la colaboración de más de veinte museos de todo el mundo, el asesoramiento de los mejores especialistas de la obra del pintor, el respaldo de entidades colaboradoras como la CaixaBank, Fundación ‘La Caixa’ Hamman Al-Andalus y Alsa, además del Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada y el apoyo del Ayuntamiento, la Empresa Pública de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Granada. Para más información se puede consultar la página web y las redes sociales en las que tiene presencia #INGOYA, como son Twitter, Facebook, Instagram y la plataforma Youtube.