La Fábrica de Municiones aumenta su carga de trabajo en el último año
Fue en 2020 cuando el Consejo de Ministros autorizó la inversión extranjera de la sociedad de Eslovaquia MSM Group
La Fábrica de Municiones de Granada (FMG) ha aumentado su carga de trabajo "en un 300 por cien" en el último año gracias a la especial apuesta que el grupo eslovaco MSM Group ha hecho por la producción de munición y que está dando estabilidad al centenar de trabajadores que operan en estas instalaciones, según han detallado a Europa Press fuentes de la plantilla.
Fue en 2020 cuando el Consejo de Ministros autorizó la inversión extranjera de la sociedad de Eslovaquia MSM Group por el cien por cien del capital social de esta empresa que se dedica a la producción de munición, pólvora y misilística en El Fargue de Granada.
La entrada del grupo eslovaco ha supuesto un revulsivo para la planta granadina al apostar más por la munición de lo que hizo en su día Santa Bárbara Sistemas, lo que ha favorecido que en la actualidad estén activas varias líneas de producción y algunas prácticamente en turnos de mañana, tarde y noche, como es el caso de la munición.
El grupo eslovaco respetó la plantilla cuando llegó, ahora ya operan con un convenio específico para la Fábrica de Municiones de Granada y en este tiempo se ha logrado aumentar la capacidad de producción hasta picos que no se habían visto en el último medio siglo, según sostienen las fuentes.
Actualmente hay en torno a un centenar de trabajadores en plantilla reforzados por otros 80 aproximadamente de empresas de trabajo temporal que atienden diferentes necesidades en esta planta de El Fargue que tiene un "componente estratégico importante para Defensa".
Actualmente en estas instalaciones se produce munición de artillería, pólvoras de guerra para calibres medios y cargas especiales, como las usadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para voladuras controladas o, en otros contextos, para la destrucción de minas antipersona.
Los pedidos extranjeros llegan de los ministerios de Defensa de países europeos y sudamericanos, principalmente, y la producción se realiza con un cumplimiento estricto del reglamento de explosivos y con un plus en la prevención de riesgos laborales para garantizar la seguridad de la plantilla. Estas líneas de producción no dejan espacio para la improvisación y todos los trabajadores reciben formación específica para el cometido que les toque realizar en cada momento.