FACUA exige el rescate del servicio de transporte urbano
Los últimos cambios han devaluado tanto la calidad como la supervivencia económica del servicio, siendo precisas medidas de choque para su recuperación
Aunque en su momento la concejala de Movilidad anunció ante los medios que el nuevo sistema de transporte urbano de Granada iba a suponer iba a ser más cómodo, más rápido y más económico, la realidad ha demostrado a los sufridos ciudadanos que lejos de esa realidad, la movilidad de Granada se ha convertido en un ente incapaz de mantener un coste razonable para el servicio al tiempo que la calidad de servicio sigue bajo mínimos. Una situación que los continuos parcheos del sistema, que no corrigen los graves problemas del diseño inicial, están provocando que el servicio autobús urbano de Granada actualmente sigue sin cumplir sus horarios, ni sea capaz de ofrecer comodidad a sus usuarios, persistiendo los problemas existentes desde el verano, además de convertirse en una máquina de devorar recursos.
Y es que pese a los planes iniciales, que planteaban una reducción en el número de kilómetros recorridos por los vehículos de Rober, finalmente el nefasto diseño de la red, que dejaba y aún hoy deja importantes zonas de la ciudad sin la atención debida, finalmente se ha incrementado en cerca de 1,5 millones de kilómetros los recorridos por los vehículos urbanos, absorbiendo el ahorro en el precio por kilómetro e incrementando el coste de prestación de servicio al ayuntamiento. Coste que por ahora se ha llevado por delante a Emuvyssa por tal de obtener liquidez, y también ha supuesto un incremento notable en el presupuesto municipal de la partida dedicada al transporte urbano. Unas vergonzosas cifras que ahora se ven puestas en entredicho por la exigencia de Transportes Rober, que no contento con todo el incremento ya mencionado encima ha presentado alegaciones al presupuesto exigiendo cerca de dos millones de euros más por la prestación del servicio.
A estas alturas, además de la indignación que invade a la ciudadanía por la lamentable calidad del servicio, resulta más que evidente que el transporte público se ha convertido en un pozo sin fondo que es capaz de absorber todo fondo que circule a su alrededor. Tal como indica David Avellaneda, responsable de comunicación de FACUA Granada, “en estos momentos el transporte público de Granada, en lo que a gestión se refiere, esta totalmente descontrolado. Llevamos mucho tiempo anunciando que el coste de este nuevo sistema de transporte urbano podía llegar a colapsar amenazando incluso a la propia supervivencia del mismo, y ese momento desgraciadamente está cada vez más cerca. Nos encontramos en una situación en que el usuario cada vez recurre menos al bus urbano por culpa de los retrasos, la masificación y la mala planificación de rutas, y que para colmo nos cuesta más caro que el sistema anterior. Y que el sobrecoste actual de este nuevo sistema le supone a cada granadino 22 euros en gasto adicional. Importe que seguramente crezca aún más por culpa de esa caída en los ingresos por billetes y del coste de los nuevos parcheos y arreglos que se seguirán haciendo por tal de hacer bueno un sistema que desde el principio ha sido deficiente en calidad de servicio, en frecuencias y en comodidad.”
Por eso desde FACUA Granada se considera que ya ha llegado el momento de poner fin a esta situación y de exigir al Ayuntamiento que tome el papel que le corresponde como responsable último del servicio, antes de que estos problemas acaben por llevarse por delante el mismo y provocar el colapso del sistema. “Es el momento de que el Ayuntamiento recupere la titularidad del servicio, elimine el beneficio empresarial y diseñe el sistema de calidad y rentable. Si Rober no se conforma con todos los beneficios que ha tenido y que sigue teniendo actualmente será el momento de que la función pública tome el papel que nunca debió abandonar y que sea el Ayuntamiento quien se encargue de prestar un verdadero servicio de calidad”, añade Avellaneda.
Sin embargo, además del rescate del servicio, resulta evidente la necesidad de gestores adecuados a la grave situación a la que Movilidad ha llevado a la ciudad de Granada. Por eso desde FACUA Granada se considera imprescindible el cese de la Concejala del área de Movilidad, y de los responsables del despropósito en que se ha convertido el sistema de autobuses urbanos de Granada. En este aspecto Avellaneda indica que “la irresponsabilidad de la Concejala y del área de Movilidad han provocado un grave deterioro de servicio, manteniendo autobuses viejos en la calle, incumpliendo horarios y frecuencias y separando cada vez más al usuario del servicio. Todo ello en un entorno de costes disparados que también va a pasar factura a la ciudad. Y sin embargo ni la Concejala ni el Ayuntamiento han sido capaces asumir sus errores, ni siquiera cuando aún podía haberse hecho algo para paliar esos daños que seguimos sufriendo y pagando actualmente los usuarios. Quien ha sido llevado al sistema de transporte urbano hasta esta situación límite no puede ser el responsable del mismo.”
En cualquier caso desde FACUA Granada se va a seguir exigiendo el cumplimiento de los niveles de calidad que el servicio de transporte urbano ha perdido desde Junio, y sin que suponga el coste que actualmente supone para la ciudad. Una exigencia en la que el transporte público debe ser eficaz, ecológico y sostenible en lo económico. Los tres objetivos con los que el Ayuntamiento implantó el actual sistema de transporte urbano y que a día de hoy, están muy lejos de cumplirse.