FACUA Granada recomienda cautela a los consumidores ante el auge de los créditos y microcréditos rápidos
Estos créditos incluyen comisiones abusivas y unas TAE que en algunos casos superan el 3.000% entre sus condiciones. Deberían ser la última opción a utilizar por parte de los consumidores
A pesar de las noticias y proclamas relativas a la salida de la crisis, la mayor parte de los ciudadanos siguen estando todavía inmersos en la misma y sufriendo sus efectos. Unos ciudadanos a los que, a modo de salvavidas, diferentes empresas financieras ofrecen créditos y microcréditos rápidos con los que poder respirar en mitad de la situación económica actual. Sin embargo estos presuntos salvavidas muchas veces acaban por convertirse en piedras al cuello de los clientes que recurren a ellos, ya que las condiciones de dichos prestamos suelen incluir comisiones abusivas y altísimas tasas de interés, camufladas muchas veces en otros conceptos como honorarios o gastos de gestión. Por eso desde FACUA Granada se recomienda que estos productos sean la última opción a elegir para resolver problemas de liquidez, y que aun así, se utilicen solo una vez que conozcamos y comprendamos todas las condiciones concretas del producto.
LOS CRÉDITOS RÁPIDOS TRADICIONALES
A la hora de enfrentar estos productos conviene distinguir entre dos modalidades de producto. La primera de ellas son los créditos rápidos tradicionales. Estos créditos rápidos suelen ofrecer importes que van hasta los 6.000 euros con plazos de devolución que llegan hasta los 60 meses. Su gestión suele ser telefónica o a través de internet y el tipo anual equivalente o TAE (el interés real del préstamo incluyendo gastos) suele rondar el 25%. Tal como explica David Avellaneda, responsable de comunicación de FACUA Granada “ las condiciones de estos créditos suelen ser similares a las condiciones de muchas tarjetas de crédito, con comisiones abusivas, en muchas ocasiones, e intereses tan elevados que en un crédito pedido a un plazo mayor a 4 años vamos a devolver el doble de la cantidad pedida.”
Estos créditos, además, van vinculados a ciertas operaciones, como compra de vehículos, reformas en viviendas, etc. de modo que si queremos obtener el dinero para cualquier otra finalidad que no se encuentre entre las que financia la empresa es probable que ni siquiera se nos conceda.
LOS NUEVOS MICROCRÉDITOS
Frente a estos productos de más calado y mayor tradición recientemente han surgido un nuevo modelo de préstamos: hablamos de los microcréditos. Estos créditos de un importe muy reducido, que raramente sobrepasa los mil euros, y con plazos de devolución que no suelen superar los 30 días. Si en el caso anterior los importes de comisiones e intereses eran elevados, en este caso son puramente usureros con retrasos por demora que llegan al 1% del crédito por cada día de retraso o con gastos por gestión que pueden suponer el 40% del importe prestado, lo que resulta en una TAE que supera el 3.000%. Además dichos préstamos se gestionan íntegramente por internet, lo que no facilita al usuario poder conocer los detalles concretos de cada operación, a pesar de la oferta de transparencia que realiza. Para Avellaneda “las condiciones de estos nuevos microcréditos son abusivas se miren por dónde se miren.
Que para conceder un crédito de 500 euros se cobren 200 de honorarios y encima digan que no cobran intereses es un escándalo. Que se cobren comisiones del 30% mensual por retraso en la devolución del mismo es otro importe abusivo. Y que en muchas de las páginas web de estas empresas figuren conocidas empresas de gestión de cobros como sus colaboradores ya nos da idea de por dónde va el negocio. Al final estas empresas realizan créditos de forma masiva con unas condiciones tales que al final siempre va a obtener beneficio. Ya sea por la propia operación crediticia o por el ahogo al que van a someter a aquel pobre cliente que no pueda responder a dichas condiciones abusivas.
CONSEJOS PRÁCTICOS
Como consejo general para los consumidores, desde FACUA Granada se recomienda no recurrir a este tipo de créditos salvo que sea estrictamente necesario, especialmente en el caso de los microcréditos. Cuando una familia tiene un problema de desequilibrio financiero estos productos solo ofrecen una solución temporal a corto plazo a costa de forzar más aun el desequilibrio a medio y largo plazo tanto por las cuotas del propio crédito como las comisiones que llevan estos créditos aparejados.
En caso de que no tengamos más opción que acabar recurriendo a estos créditos es fundamental que tengamos claras las condiciones de los préstamos y que no nos veamos deslumbrados por la publicidad. En este punto Avellaneda remarca que “muchas de estas empresas, especialmente las de microcréditos, presumen de no cobrar intereses en sus operaciones. Pero a cambio nos cobran una serie de gastos y comisiones tan elevadas que el coste del préstamo es muy superior. Por eso siempre debemos buscar el TAE, que debe figurar siempre en toda la publicidad de la entidad, donde realmente sabemos cuánto nos va a costar el préstamo.”
A este particular es fundamental conservar toda la documentación relativa al préstamo, tales como los condicionados, pantallazos con las condiciones y la publicidad, recibos y cualquier otro documento de importancia para disponer de ellos si fuera preciso reclamar. A la hora de plantear tales reclamaciones primero deben dirigirse ante la propia entidad y en caso de no recibir una respuesta positiva, siempre nos podemos dirigir al Banco de España para cursar nuestra reclamación.
Igualmente todos aquellos consumidores que tengan dudas al respecto o precisen de ayuda para sus reclamaciones tienen a su disposición el Teléfono del Consumidor 958 26 24 65, su sede de Calle Horno Espadero 12 y en el correo electrónico [email protected]