Una familia de Padul crea una réplica del conocido robot Mazinger Z

Está hecho con materiales reciclados, tiene una altura de unos siete metros y está ubicado en el patio de una casa de la urbanización El Puntal

FOTOS Mazinguer z-3
Claudia, Samuel, Baltasar e Isabel a los pies del robot que han construido en su casa | Foto y vídeo: Javi Gea
Fernando Fernández
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Unos vecinos de la urbanización de El Puntal de la localidad granadina de Padul han estado durante casi tres años trabajando en una réplica del conocido Mazinger Z que mide casi siete metros de altura. Tal y como cuenta Baltasar, el padre de la familia, “todo comenzó con una caja de cartón para hacer la cabeza", con la idea de que su hijo "dejase un rato de lado los videojuegos”.

Baltasar eligió Mazinger Z porque es algo “de su época", que siempre le ha gustado mucho y creyó que a su hijo le interesaría. “La idea era hacerlo a pequeña escala y con cartones, a modo de recortable, pero encontré unos planos del robot y me pareció que le motivaría más si era más grande”, asegura. Tuvieron la idea de hacer la maqueta a gran escala porque “estarían más tiempo haciéndola”.

Baltasar y su hijo Samuel empezaron la cabeza como pequeño proyecto, pero cuando la acabaron, el interés de Samuel en seguir construyendo la figura fue en aumento. “Cuando acabamos la cabeza quisimos seguir con el busto y, en ese momento, se implicó el resto de la familia”, comenta. Tanto Isabel, mujer de Baltasar, como Claudia, su hija, se unieron al proyecto y entre todos fueron confeccionando las distintas partes en sus ratos libres.

Cuando empezaron, no sabían la magnitud que iba a tener lo que estaban construyendo, ni esperaban que aquella cabeza de cartón se fuera a convertir en la estatua de siete metros y casi una tonelada que hoy se encuentra en el patio de su casa, y que se puede contemplar desde la calle, incluso por la noche, ya que ha colocado unas luces LED en la cabeza para que se vea en la oscuridad.

El muñeco tiene unas luces LED colocadas para que se pueda ver de noche | Foto: Baltasar Sánchez

Tal y como relata Samuel, algunas partes, como los puños, tuvieron que ser rehechas, ya que debido “a la dificultad de su forma” eran más complicadas.  Por otro lado, “lo más entretenido fue llenarlo todo de fibra de vidrio y resina”, una tarea que les llevó tiempo y fueron completando “poco a poco”.

Entre los cuatro fueron terminando las piezas por separado en los huecos que podían, desde la estructura interna metálica hasta el resto de piezas, además de forrarlas de fibra de vidrio y, posteriormente, pintarlo todo. Afirman también que en este tiempo de pandemia, con las restricciones, han podido dar el "último impulso para terminarlo". Un trabajo en familia que, según Claudia, les ha hecho darse cuenta de que tienen "el apoyo de la familia para lo que sea" y ha hecho que estén "conectados" entre ellos.

La mayoría de los materiales son reciclados

En cuanto a los materiales, no falta variedad, ya que tal y como cuentan, “la mayor parte de los materiales del Mazinger son reciclados". "Mi hermano posee una empresa de construcción y allí tienen un depósito de metal para llevar a la chatarrería. Todo el metal es reutilizado y gran parte lo hemos sacado de ahí", asegura Claudia.

Desde botellas de plástico hasta la silla metálica de un bar. Tiras de goma, chapas o ruedas de una bicicleta pequeña son algunos de los componentes que han añadido a su creación. “Hemos ido acoplando a la estructura lo que necesitábamos. La fibra de vidrio y la pintura es lo único que hemos comprado. Más de la mitad del muñeco son materiales que se iban a tirar”, apunta.

Un proyecto para pasar más tiempo en familia

Entre todos están de acuerdo en que ha sido una “gran experiencia en familia” y, tras haber terminado esta réplica, animan a todas las familias a “tener algún proyecto común” para pasar más tiempo juntas y estar más unidas.

Claudia afirma que “es importante desconectar de las tecnologías y las redes sociales, y no olvidarse de pasar tiempo en familia”. Isabel, por su parte, recalca que lo más importante de haber construido este robot ha sido el hecho de que han estado "más unidos y pasando tiempo juntos, no el resultado en sí”.