Familiares del anciano cuyo cuerpo apareció desmembrado en Zújar piden esclarecer lo que le sucedió
El próximo sábado 22 de febrero se concentrarán junto a vecinos del pueblo en el ayuntamiento de la localidad para “pedir respuestas”
Los familiares de Celso Ruiz García, el anciano de 89 años que desapareció en Zújar el 30 de diciembre de 2019 y cuyo cuerpo apareció desmembrado días después, han convocado una concentración el próximo sábado 22 de febrero, a las 16:00 horas, en el ayuntamiento del municipio para pedir que se esclarezca su muerte y los posteriores acontecimientos.
María Ángeles Ruiz, hija del fallecido, ha asegurado a GranadaDigital que su único objetivo y el de su familia es saber qué le pasó a su padre, que aún no ha podido recibir sepultura ya que su cuerpo se encuentra en el Instituto de Medicina Legal a la espera de más pruebas, que “pueden tardar hasta un año”. “Nosotros no tenemos prisa. Es mejor que esté congelado en el IML y yo lo puedo entender, pero no sé si tiene sentido dejarlo allí, porque no nos dicen nada. El Juzgado lleva secreto total”, ha indicado. María Ángeles quiere saber qué le sucedió a su progenitor “también por la tranquilidad” de los que siguen vivos. “No sabemos si hay un loco suelto. Los animales es improbable que hagan lo que han hecho, desmembrar a un cuerpo así. Y si han sido los animales, también habrá que ver qué tipo de animales hay en el pueblo, porque tienen que ser bastante peligrosos”, ha comentado.
“Pedimos respuestas. Queremos saber lo que le pasó a mi padre como una ciencia exacta, no lo que le pudo haber pasado, sino una explicación como se le da a todo el mundo”, ha apuntado. María Ángeles ha asegurado que su familia quiere recibir “un informe cierto de todo lo que pasó” pues sabe que “a personas con un nombre se le hace”. “Nuestro padre no es Fernández Ochoa u otro apellido, pero es Celso Ruiz García y queremos saber qué le pasó. No queremos que nos lo digan dentro de un año, porque entendemos que no se necesita tanto tiempo para averiguar una causa así, que es bastante gorda”, ha indicado.
La hija del anciano fallecido ha recordado que desapareció el 30 de diciembre de 2019, tras dejar a su madre en la peluquería a las 17:00 horas. Después, no regresó a su casa, sino que fue al campo, al terreno de su propiedad. “Según por donde lo vieron, es posible que fuera para ver si los olivos tenían aceituna y para avisar de que las recogiera el hombre que se las coge. Él estaba desmemoriado, pero no tenía Alzheimer propiamente dicho. Nos conocía perfectamente, estaba bien y hacía bastantes cosas”, ha asegurado María Angeles. Celso no volvió a recoger a su mujer a la peluquería ni tampoco a casa ese día, por lo que sus familiares fueron a buscarlo y denunciaron su desaparición a la Guardia Civil.
Su hija ha relatado también que estuvieron “toda la noche buscándolo bastante gente” y que, al día siguiente, la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo de búsqueda “enorme e importante”, con “el GREA, Protección Civil y todo lo que se moviliza en estos casos”. “Nos dijeron que estarían siete días, pero al cuarto se suspendió la búsqueda. Nos dijeron que consideraban que ya era más fácil que se lo encontrara algún pastor que fuese buscando porque ya habían barrido la zona y todos los puntos donde podría estar varias veces, que iban a seguir buscando por su cuenta, pero sin este dispositivo tan grande”, ha señalado.
María Ángeles ha explicado que el día 5 de enero apareció “la cabeza” de su padre, que “la tenían unos perros en una finca particular”. A ella le tomaron “muestras de ADN porque habían encontrado restos”, aunque no le dijeron qué exactamente por aquel entonces. “Solo me dijeron que necesitaban mi ADN para contrastar a ver si era mi padre”, ha indicado. El día 7 de enero, los familiares de Celso recibieron la noticia de que habían sido encontrado “un brazo” del anciano. El día 9 les volvieron a llamar para decirles que habían encontrado “el resto del cuerpo, con las extremidades inferiores, pero le faltaban un brazo”. A día de hoy, esa extremidad aún no ha aparecido.
Los familiares del anciano lamentan que en la zona donde estaban los perros y donde apareció la otra extremidad superior unos trabajadores estuvieran “labrando y haciendo agujeros para plantar almendros con maquinaria pesada” en esos días. “Mi marido pidió que pararan de labrar por si el brazo que falta estaba ahí, pero decían que era un delito parar las labores”, ha aseverado María Ángeles.
Las gafas y el gorro de Celso aparecieron también, las encontró un pastor en la zona. Sus familiares, tras meses de llamadas y averiguaciones, solo saben que el cuerpo del anciano está en el Instituto de Medicina Legal, pero no tienen más información ya que aseguran que el Juzgado no les da respuesta. “Es muy fuerte. Mi padre está desmembrado y nadie nos explica nada. La Policía Judicial, la última vez que hablé con ella, me dijo que los estaba molestando y que ellos ya no tenían nada que ver, que el IML tenía que terminar sus cosas, que las pruebas pueden tardar mucho, hasta un año. Nos asegura que no están investigando nada y que cuando salga el resultado de la autopsia, si hay algo sospechoso, investigarán”, ha apuntado.
La familia del anciano, apoyada por el pueblo de Zújar, se concentrará este próximo sábado para pedir respuestas ya que "después de aparecer los restos" de este hombre, hace ya mucho más de un mes, no les han dicho “nada”. “Nosotros denunciamos su desaparición. Si un cadáver está en el IML y no hay denuncia y no lo tramita un Juzgado bien, ese cadáver va a una fosa común. Yo quiero asegurarme de que el Juzgado está haciendo bien su trabajo, no me fío de nada porque escucho tantas cosas por ahí… Solo nos dicen que lo más seguro es que los animales hubieran sido, pero yo estuve allí días antes y el cuerpo de mi padre no estaba allí. Me dicen que los perros los habrán arrastrado, pero allí no hay muestras de arrastres ni pisadas de nada. Pienso que no han investigado bien, que no han estado a la altura. Ahora hemos pedido ayuda al pueblo para manifestarnos para que nos den respuestas”, ha añadido.