La fe rojinegra vuelve a durar solo 30 minutos (95-78)
Los cajistas se vieron superados por un plantel rojinegro con tan solo ocho jugadores hasta el último cuarto donde los triples de los locales sentenciaron el encuentro

El Covirán Granada se está acostumbrando a llevarle la contraria a la lógica. Cualquiera que viese la situación en la que los rojinegros llegaban al derbi andaluz ante Unicaja pensaría en que no solo la victoria, sino incluso la posibilidad de ver un partido competido era casi imposible. Sin embargo, los granadinos se encargaron de demostrar, una vez más, que con garra, fe y, sobre todo, un esfuerzo colectivo se pueden conseguir grandes cosas. Eso sí, se necesitan efectivos para terminar de conseguir el mayor premio a tanto esfuerzo, la victoria.
Los primeros minutos del encuentro estuvieron marcados por la gran actuación de Rubén Guerrero. El malagueño, que volvía a pisar el parqué de su Málaga natal y que fue recibido con un sonoro aplauso de la que un día fue su afición, entendió desde el primer minuto que era un partido para mostrar su mejor cara. El pívot centró toda la atención de la defensa cajista, sólido en el juego interior y, por fin, valiente y decidido para ir a por el rebote, permitió que jugadores como Amine Noua y Jonathan Rousselle quedasen liberados para sumar puntos importantísimos desde el tiro exterior.
Con el 6 a 15, Killian Tillie, que salió desde el banquillo tiró de su equipo para tratar de acercar posturas. Durante unos minutos el Covirán tuvo algunos problemas para generar en el ataque dado que su quinteto estuvo conformado por Ndiaye, Noua, Pere Tomàs y Aurrecoechea con Ubal de base. Sin embargo, la energía, el carácter y el hambre del uruguayo dieron a los rojinegros un balón de oxígeno vital. Ubal cerró su actuación del primer periodo con 9 puntos y 3 rebotes, un periodo que acabó con el 21 a 27.
Ubal tuvo que sentarse tras el inicio del segundo acto, totalmente agotado por el esfuerzo titánico que había realizado. Tras unos minutos marcados por las imprecisiones ofensivas de ambos equipos, Tilli volvió a aparecer para tratar de recortar el colchón de puntos al que su rival se aferraba. Con un intercambio de triples, el partido llegó en el ecuador del segundo cuarto a su momento de mayor igualdad. Muchos seguro esperaban el paso adelante de Unicaja para romper el partido. Pero no ocurrió. El Covirán Granada no se achantó en ningún momento a la subida de intensidad defensiva de los cajistas, que ya había comprendido que los granadinos iban a luchar hasta que su físico se lo permitiese. Un triple de Amine Noua puso el 34 a 37 en el marcador, abriendo así unos momentos de dominio rojinegro liderados por el francés y aprovechando que Unicaja entró en bonus a falta de cuatro minutos para el descanso. Trataron de igualar el marcador los locales, pero tres tiros libres de Scott Bamforth cerraron la primera mitad con el 43 a 48.
Con aun 20 minutos por jugar, lo cierto es que la primera parte de la actuación de los rojinegros fue intachable. Absolutamente nada que reprochar a un equipo que, con tan solo ocho jugadores del primer equipo disponibles ya que Elías Valtonen no llegó a jugar a pesar de entrar en convocatoria, aguantó el pulso al campeón de la Copa del Rey hasta el último cuarto. 30 minutos de pura garra y rabia donde el Covirán controló el partido y dominó el partido hasta que el Unicaja quisó anotar desde el triple. Hasta de 12 puntos llegó a ganar el plantel de Pablo Pin desesperando incluso a un Alberto Díaz que mantuvo una auténtica guerra en la pista con Agustín Ubal. Cuando mejor estaba el conjunto rojinegro sobre la pista llegó una antideportiva del propio jugador uruguayo sobre el capitán cajista que supuso el punto de partida de una remontada que acabaría por culminar empezado el último cuarto.
El cansancio, la corta rotación y un Carpena que arrancó a caldear el partido bien entrado el tercer cuarto, junto con la subida de intensidad de los suyos que vieron peligrar su dominio ante su público terminó por sacar a un Covirán Granada que bien mereció dar la sorpresa. Los últimos diez minutos fueron lo que quizás gran parte de la afición rojinegra esperaba. Un Unicaja dominante, sólido en el triple y divirtiéndose como acostumbra. En frente, un Covirán Granada exhausto que se había dejado la piel y el alma sobre el parqué pero al que la falta de efectivos le ha vuelto a privar de la victoria. Los triples llovieron en el Martín Carpena sentenciando un partido en el que el resultado fue sumamente injusto, especialmente, por lo abultado que acabó siendo (95-78). Aunque, la peor de las noticias fue la posible lesión de Agustín Ubal que tuvo que abandonar el partido cojeando y con claros signos de dolor en su rodilla derecha. Un golpe más a un Covirán Granada que necesita levantar cabeza ya.
Ficha del partido:
Unicaja: Ejim, Kalinoski, Barreiro, Kravish, Perry - quinteto inicial - Osetkowski, Balcerowski, Taylor, Díaz, Carter, Djedovic, Tillie.
Covirán Granada: Rousselle, Bamforth, Noua, Guerrero, Tomás - quinteto inicial - Ubal, Valtonen, Aurrecochea, Medal, Ndiaye, Wiley, García.
Parciales: 21-27; 22-21 - descanso -26-23;
Árbitros: Carlos Cortés, Alberto Sánchez Sixto y Guillermo Ríos.
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 22 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes Jose María Martín Carpena el sábado 8 de marzo a partir de las 18:00 horas.
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