El Festival Tendencias se despide con llenos absolutos a pesar de la pandemia
Iván Ferreiro puso el broche de oro con una actuación para el recuerdo en un lugar mágico como el Paseo de las Flores de Salobreña
Tras las actuaciones de Lapido y Christina Rosenvinge, el concierto final de la edición 2021 del Festival Tendencias estuvo a cargo de los Ferrreiro Brothers. Como se supone, compartiendo cuna llevan toda la vida juntos, y en Salobreña se dispusieron a contarla. Lo han llamado ‘Cuentos y canciones’ y de los dos hay, tanto que de la primera parte casi llega a ser una exhibición monologuista a pares, y algunas de las segundas. La actuación-clausura de Iván Ferreiro tuvo un marco incomparable como es el bellísimo Paseo de las Flores, recuperado para la música tras varias años cerrado, y que junto al Castillo Árabe es otro de los lugares sin comparación alguna de la villa.
Sobre un fondo donde proyectaron fotos y vídeos aportando emocionalidad visual a lo escuchado, Amaro con las guitarras y Ferreiro con los teclados se las apañaron perfectamente solos para llenar el tiempo reglamentario sin que se note su paso. Cómo decía él mismo, el resto lo pone el público, la complicidad con el oyente dispuesto a entrar a formar parte del imaginario y la parte oculta de este autor. No hay grandes ni menores éxitos en este concierto-gira, es otra historia, más bien canciones especialmente significativas para su autor, algunas que han marcado su devenir por alguna razón personal, y citas cantadas a amigos, colegas o admirados. En resumen más que un concierto fue una sesión especial de introspección en público.
El día anterior la cita fue con una Christina Rosenvinge más adulta que nunca. Sus canciones, dedicadas muchas de ellas a su familia y a los hombres de su vida, llegaron a un público generoso que supo compartir con la compositora sus emociones más profundas. Con un cancionero basado en su trabajo Un hombre rubio y algunos clásicos como Señorita y La distancia adecuada se sintió como pez en el agua acompañada de toda su banda eléctrica en un Auditorio lleno.
José Ignacio Lapido, acompañado de su inseparable Raúl Bernal, fue el encargado de inaugurar los conciertos de esta 30 edición y fue un auténtico capitán de su barco a vapor. Su repertorio fue un “carrusel” de sentimientos que recorrió toda su carrera con temas tan bellos como Escala de grises, Antesala del dolor y Angulo muerto, entre otros muchos. Una caravana de cantos de desesperanza pero también de esperanza con los que el autor llega directamente al corazón del oyente. Sobresaliente.
El músico granadino, junto a la periodista musical Arancha Moreno, también fue protagonista de la charla literaria de este año donde conversaron, cercanos junto al moderador Juanfran Molina, sobre el reciente libro que la autora ha publicado sobre Lapido. "Aferrados como el mejillón a su roca" desengrasaron la máquina para hablar sobre los fallos y los aciertos de una carrera que ha creado escuela y admiración. 091 estuvo en la mesa y Joe Strummer también.