Los festivales de música de Granada se resisten a tirar la toalla

El mes de mayo toca a su fin en clave musical en #DirectosEnRedGD con la presencia de los promotores de tres de los festivales más concurridos en nuestra ciudad: Paco Burgos, del Zaidín Rock; Mariche Huertas, del Festival Internacional de Jazz; y Nono Martínez, del En Órbita.

‘Incertidumbre’ es la palabra que mejor define el sentimiento de nuestros tres protagonistas de hoy a la hora de analizar la situación de sus respectivos festivales teniendo en cuenta la pandemia de Covid-19 que está atravesando el mundo entero.

Los tres festivales están, por el momento, previstos para septiembre y noviembre, en el caso del Internacional de Jazz. No obstante, los tres mantienen la esperanza y un “mínimo de luz al final del túnel”, como decía Paco Burgos, para que finalmente puedan llevarse a cabo y celebrarse. “Yo voy a tirar hacia adelante y a prepararlo todo; si luego no se pude hacer, pues nada, pero al menos podremos tener las herramientas necesarias”, decía Mariche Huertas.

Descartado el streaming

Vuelven a coincidir los organizadores de estos tres festivales de renombre en que el formato ‘streaming’ está totalmente descartado para eventos de este tipo. “Los propios artistas sí han hecho actuaciones en streaming, pero un festival no tiene sentido hacerlo así; son experiencias que se basan en el contacto con la gente y no lo barajamos en ningún caso”, anunció tajante Nono Martínez, quien sí pudo confirmar que “el cartel del En Órbita se mantiene al completo”.

En una línea parecida se expresó el organizador del Zaidín Rock, un festival gratuito y que se nutre de las “cada vez menos abundantes subvenciones y de las barras”. Además, Burgos reconoce que “es un festival vinculado a las fiestas del barrio y el más antiguo del mundo con tantas ediciones consecutivas. Queríamos hacer muchas cosas por el 40 aniversario y, si no podemos, las haremos el año que viene con más tiempo”.

Impotencia

Para Mariche Huertas, esta situación viene de lejos y supone una “crisis cultural no resuelta que genera impotencia, pues la vocación del Festival es, además de que el público salga feliz, ayudar a esos músicos y técnicos que viven de esto”.

En ese sentido, Burgos y Martínez coincidieron en “la doble vara de medir” a la hora de permitir la apertura de terrazas y bares, pero no los lugares de cultura como cines, teatros o salas de conciertos. “La Cultura parece que siempre queda relegada”, esgrimía Burgos.

Por su parte, Huertas, estima que, “si no se puede completar el aforo con la taquilla al tener que reducirlo, necesitaríamos que los patrocinios o la administración pública complementaran lo que vamos a dejar de ganar y podamos llevar a cabo un evento en condiciones; una cosa es adaptarse y evitar el ‘apagón cultural’, pero no podemos montar algo con tan pocos medios”.

Al hilo de esto último, Nono Martínez se servía del ejemplo de otros países como Francia o Inglaterra en los que “se le ha dado un poco de aire al promotor para volver a hacer el evento más tarde”, algo que “por el momento, no se ha producido en nuestro país”.

Unión

Teniendo todo lo anterior en cuenta, los tres apelaron a la unión de los festivales para “sumar y no hacernos competencia, pues no lo somos; cada uno tiene sus peculiaridades y tenemos que ayudarnos con una actitud grupal”, decía Huertas. A esto, Burgos agregaba que se podría crear una “web exclusiva para todos los festivales y una oficina con respaldo institucional para ir todos a una”.

Para concluir, los tres quisieron mandar un mensaje de optimismo, destacando que “la Cultura no es sólo entretenimiento y es más necesaria que nunca; lo importante es que, si no es este, sea en los próximos años, pero que siga habiendo Cultura”.