Sin fiestas, pero con castillo de fuegos artificiales en Almuñécar
El Ayuntamiento sorprende a los vecinos con un espectáculo pirotécnico para despedir una feria que nunca llegó a celebrarse por el Covid-19
Las Fiestas de Almuñécar fueron suspendidas debido al contexto derivado de la pandemia de Covid-19. Una situación que dejaba a los sexitanos huérfanos de uno de los momentos que más esperan cada año. Por la época del año, el flujo de visitantes y la dimensión, la de la ciudad costera es una de las ferias más especiales, y con una gran repercusión entre sus habitantes.
Pero el Ayuntamiento se guardaba un as en la manga. Un conejo en la chistera para recordar a los vecinos que la llama sigue viva y que, antes o después, la situación volverá a ser tal y como nunca debió dejar de ser. Por eso la madrugada del 15 de agosto sirvió para, al menos, 'despedir' tan insigne fecha con un inesperado y sorpresivo castillo de fuegos artificiales.
"Almuñécar, los almuñequeros y los visitantes no podíamos despedir una semana tan especial sin las tradicionales fiestas en el ferial, y sin feria de día, sin que al menos pusiéramos un broche, casi simbólico, para rendir homenaje a nuestra Patrona: la Virgen de la Antigua. Es un homenaje que este año queríamos también ampliarlo a las personas fallecidas o que se han visto afectadas por el Covid-19 y, cómo no, a los que nos han cuidado y cuidan: sanitarios, fuerzas de seguridad, así como los voluntarios que se volcaron en ayudar a todos y otros muchos profesionales", aseguró el concejal de Fiestas y Cultura, Alberto García Gilabert, tras cinco minutos de fuegos artificiales, incluidas las 21 salvas que abrieron el acto, "recogiendo un poco el formato antiguo de los fuegos artificiales en honor a nuestra Patrona".
A pesar de todo, era raro ver la playa Puerta del Mar vacía y además otra imagen que contrastaba era ver el Castillo de San Miguel, por primera vez iluminado en su totalidad, además de los paseos marítimos, y con los fuegos artificiales al mismo tiempo iluminando Almuñécar y el mar.
García Gilabert indicó que, "en principio, nos planteamos este broche final como una sorpresa a los vecinos, porque no queríamos que se agolparan en las playas y paseos". En este sentido, añadió, "hemos intentando que los fuegos, lanzados solo desde el recinto del Castillo de San Miguel fuesen aéreos para que todos vecinos lo pudieran divisar desde sus viviendas y terrazas, tal y como ha ocurrido. Además, al final de acto, destacaba el sonido de toque de las palmas por la grata sorpresa".
El edil de Fiestas y Cultura también agredeció y destaco que "se han unido, por sorpresa también, varios particulares desde sus viviendas y en distintos puntos de la localidad, lanzando sus fuegos artificiales. Y es que el almuñequero no concibe un 15 de agosto sin el broche de los cohetes o fuegos artificiales. De hecho, todos los ediles de Fiestas que me han precedido, siempre se han esmerado mucho porque los fuegos no defraudaran, porque de lo contrario por muy bien que hubiera ido el resto del programa de las fiestas patronales no hubieran tenido el mismo éxito", recordaba García Gilabert.
Por otro lado, cabe destacar que la jornada de este 15 de agosto ha sido larga e intensa en torno a los actos de homenaje a la Patrona. Primero con una ofrenda a la Virgen de la Antigua, que arrancaba a las 10.00 horas y se prolongaba hasta las 19.00 horas y que este año ha cambiado los nardos blancos, por un carácter solidario con Cáritas.
Después, a las 20.00 y las 21.00 horas, la Iglesia Parroquial de la Encarnación acogía la misa en honor de la Patrona, y, en ambos casos, con el aforo cubierto y muchas personas siguiendo la misma desde el pórtico del templo.