Si no encuentras el amor, ve a buscarlo

¿Son siete minutos suficientes para encontrar el amor? Esta es la idea que la empresa Andalove ha puesto en marcha. “Se trata de la adaptación del término inglés Speed Dates a la cultura granadina, donde se reúnen a chicos y chicas solteros para que se conozcan, brevemente, durante siete minutos, y tal vez… surja algo más”, comenta Pris Cruz, una de las organizadoras de estos eventos.

Ella y su socia supieron de esta nueva filosofía para conocer a gente a través de una chica polaca que preparaba estos “meetings” en la ciudad. “Vinimos como participantes”, comenta Pris, “nos gustó la idea, especialmente porque lo pasamos muy bien”. La organizadora regresó a su país, y ellas dos decidieron seguir con el negocio.

Andalove funciona desde entonces. Está pensando para gente de cualquier edad, “a la que lo que le interesa es pasar un buen rato, reírse y hacer nuevas amistades”. Los participantes de esta ocasión tienen entre 35 y 45 años. “Nunca se sabe dónde puede surgir el amor”, comenta una de las chicas que ha venido por primera, lo hace acompañada de unas amigas, “la experiencia merece la pena desde el principio, porque nos estamos riendo muchísimo y eso es lo más importante. Lo demás… ya se verá”.

Sentadas en una mesa, las chicas reciben la visita de un chico, con el que tienen la posibilidad de charlar durante siete minutos. Al término de esos siete minutos suena una campana, que indica el final del tiempo, el chico se marcha a otra mesa, y llega otro nuevo. “Tienes la posibilidad de charlar con diez personas diferentes en una misma tarde”, asegura otro de los participantes.

Al finalizar la ronda, chicas y chicos reciben un cuestionario donde escriben el nombre, o los nombres, de las personas a las que les gustaría conocer más tranquilamente, fuera de este speed date. Si esos nombres coinciden en ambos casos, los teléfonos se facilitan. “De otra forma, no solemos facilitar los números, consideramos que no ha habido ‘feeling’ por ambas partes”, explican las organizadoras.“Nos hemos dado cuenta que los chicos son mucho más atrevidos para estas citas, a las chicas siempre les cuesta un poco más” nos cuentan.

Suena la campana. ¡Comienzan los siete minutos!