Fiscalía pide el internamiento de cuatro de los diez menores detenidos tras el motín

El caso está ya en manos del Juzgado de Menores número 1 de Granada, que deberá decidir si decretar o no el internamiento y si los menores detenidos deberán pasar de un centro de protección a otro de reforma

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Centro de Menores Ángel Ganivet |Foto: granadaporelmundo
E.P
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La Fiscalía de Menores ha pedido este miércoles el internamiento en un centro de reforma para cuatro de los diez menores que fueron detenidos por su presunta implicación en el motín que se registró en el centro Ángel Ganivet, en Granada capital, con motivo del traslado de uno de los jóvenes a otro establecimiento de acogida en una provincia distinta.

Según han informado a Europa Press fuentes policiales y del Ministerio Público, han sido seis los menores que han pasado a disposición judicial a lo largo del día, mientras que los otros cuatro permanecen todavía en dependencias de la Policía Nacional a la espera de hacerlo en las próximas horas.

De los seis que han pasado a disposición judicial, la Fiscalía ha solicitado que cuatro sean privados de libertad, mientras que con respecto a los otros dos ha considerado que no hay motivos para pedir medidas cautelares, por lo que quedarán en libertad.

El caso está ya en manos del Juzgado de Menores número 1 de Granada, que deberá decidir si decretar o no el internamiento y si los menores detenidos deberán pasar de un centro de protección a otro de reforma.

El incidente se produjo alrededor de las 13,00 horas de este martes con motivo del traslado de uno de los menores del centro a otro establecimiento de acogida. Los menores del centro se amotinaron para evitarlo y se armaron con cristales de las ventanas del propio centro, con los que atacaron a los policías desplazados al lugar.

Como consecuencia de lo ocurrido, tres de los agentes sufrieron heridas provocadas por los cristales y diversas contusiones. En total una decena de menores, todos de nacionalidad marroquí, fueron detenidos.

La dirección del centro y los educadores trataron de calmar los ánimos, lo que aprovecharon los adolescentes para emprender la huida. Todo ello derivó en una persecución que impulsó a los demás a continuar con el motín, que finalmente fue sofocado.