Físico y ritmo en un Barcelona que necesita recuperar su estatus
La revolución blaugrana arranca con Peñarroya como capitán general y con efectivos como Kevin Punter y Justin Anderson como artilleros
Inicio de altos vuelos para el Covirán Granada. El inicio de temporada de los rojinegros quizás no sea el soñado para muchos. Arrancar la campaña visitando a un rival como el FC Barcelona nunca será un plato de buen gusto, pero la esperanza de dar la sorpresa y asaltar el Palau siempre estará intacta. Los rojinegros tendrán enfrente a un rival renovado desde sus cimientos, aunque manteniendo algunas piezas claves y con nombres que, sin duda alguna, prometen dar mucho juego en la ACB.
El verano ha sido bastante movido en tierras catalanas. La salida de Roger Grimau dejó en evidencia la apuesta fallida de la directiva culé por el técnico en un temporada en la que los blaugranas quedaron muy por debajo de lo que se les exigía. Sin Copa del Rey, ni ACB donde quedaron terceros en la liga regular y cayeron en semifinales ante el Madrid, ni Euroliga donde quedaron en cuarta posición para posteriormente quedar eliminados en los playoffs, el Barcelona evidenció la necesidad de una revolución que le devolviese esa competitividad e imbatibilidad que le caracterizó en años anteriores.
La revolución llega de la mano de Joan Peñarroya. El entrenador de Terrassa, que se apartó del baloncesto durante unos meses tras su salida de Baskonia, regresa a la ACB con un potente proyecto entre manos. Salieron jugadores como Óscar Da Silva, Oriol Pauli. James Nnaji, Rokas Jokubaitis y Ricky Rubio, pero los movimientos de la entidad culé en el mercado son aparentemente, una apuesta ganadora.
Llegan al Palau jugadores como Dame Sarr, Kevin Punter, Justin Anderson, Chimezie Meru, Yousupha Fall y, quizás uno de lo más hablados en este periodo estival, quien fuese la perla de cantera del Real Madrid, Juan Núñez. Junto a ellos, continúan Tomas Satoransky, Nico Laprovittola, Darío Brizuela, Alex Abrines, Joel Parra, Jabari Parquet, Jan Vesely y Willy Hernángomez.
De cara a la nueva temporada, los objetivos del Barcelona pasan, evidentemente, por levantar algún título, aunque el primero ya se les ha escapado al caer ante el Real Madrid en la semifinal de la Supercopa Endesa por 78 a 73. A pesar de la derrota, lo cierto es que los azulgranas dejaron sensaciones muy positivas. En un partido muy competido, los culés mostraron signos evidentes de un equipo en construcción, pero que sabe a qué quiere jugar y donde están sus puntos fuertes. Sin duda, el Barça de Peñarroya cuenta con un punto más de físico si cabe, aunque la gran duda se cierne sobre Willy Hernángomez. Con su polémica con Grimau aun pululando por las redes, más aun tras las palabras de Pablo Laso en las que tildaba al jugador de "subnormal" por decirle a su exentrenador que "le quedaban dos telediarios", la imagen del pívot no ha salido demasiado reforzada de la Supercopa. Willy Hernángomez fue claramente superado por el juego interior blanco compuesto por Ibaka y Tavares. El madrileño se quedó en 5 puntos, con 2/6 en el tiro, y 4 rebotes en 17 minutos sobre el parqué.
El Barcelona se presenta en esta nueva temporada de la ACB como un equipo con una gran versatilidad en todas sus posiciones y con un ritmo de juego muy alto, con casi 77 posesiones por encuentro. Además, la llegada de jugadores como Fall o Punter han hecho que la plantilla blaugrana dé un salto en su potencial físico, algo que puede complicar, y mucho, el desempeño de Covirán Granada en esta primera jornada de la ACB.