Fístula perianal: escenario de alta complejidad
Se produce por una comunicación anormal entre el canal anal y la piel de alrededor del ano
La fístula perianal se produce por una comunicación anormal entre el canal anal y la piel de alrededor del ano. Existen muchas causas para esta afección, desde afecciones infecciosas del canal anal, que son las más frecuentes, hasta procesos inflamatorios crónicos y enfermedades degenerativas.
Según explica a Infosalus el doctor Luis Capitán, especialista en Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla, de la Cruz Roja Española, las fístulas perianales criptogenéticas, cuyo origen se encuentra en la línea dentada del canal anal, a nivel de las criptas, constituyen infecciones de la submucosa que dan lugar a la formación de abscesos que se extienden a la piel de la región perianal.
En muchos casos, estas fístulas son secundarias a procesos inflamatorios tales como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o a complicaciones de l enfermedad diverticular del colon.
Entre varones jóvenes es común la fístula sacracoxígea o el quiste sacro, del que se desconoce su origen aunque existen diversas hipótesis para explicarlo, entre ellas su carácter congénito. Surge en la región sacra y en el surco que separa ambos glúteos y suele presentar una zona con inversión de la piel y acúmulo de pelos en su interior. El tratamiento es sencillo pero requiere de intervención quirúrgica.
La formación de un absceso (una concentración de pus por debajo de la piel) que drena de forma espontánea, o que requiere de un drenaje quirúrgico, suele ser la presentación más común que lleva a acudir al médico, es la forma aguda del proceso, que al cronificarse da lugar a la fístula. En cuanto a los factores de riesgo, no existen causas que permitan una profilaxis ya que se cree que la infección de las criptas se produce por la retención de los restos fecales.
El diagnóstico se hace mediante una exploración física con ecografía endorrectal y resonancia magnética en fístulas complejas. Existen altas tasas de recidivas, por lo que el tratamiento deben realizarlo especialistas de cirugía colorrectal.
FISTULOTOMÍA Y RECIDIVAS
La fístula se extiende desde el canal hasta la superficie de la piel justo alrededor del ano. Las fístulas perianales son de tres tipos: interesfinterianas, transesfinterianas, supraesfinterianas y extraesfinterianas. Su mayor o menor complejidad deriva en diversos pronósticos.
Las más comunes son las más simples, las interesfinterianas, que suelen tratarse mediante una intervención denominada fistulotomía. La fistulotomía rectal abre y drena la fístula anal, al sanar la herida se llena con tejido de cicatrización que evita que se formen otros abscesos.
Sin embargo, es común la aparición de recidivas. Pueden aparecer abscesos residuales o presentarse complicaciones.
La intervención de las fístulas complejas puede requerir su realización en varios tiempos, colocándose en primer lugar unos 'setones' o drenajes para mantener el canal de la fístula limpio y luego eliminar ésta por completo.
Se puede hablar de un 60% de curación en una primera intervención. No existe una curación en todos los pacientes ya que en territorio anal la contaminación es permanente para un proceso de cicatrización. Los pacientes tienen una alta recurrencia con curaciones en varias fases en un gran número de los casos.
En los casos más complejos se pueden aplicar factores de crecimiento, cola de fibrina, u otros sellantes que ayudan al cierre de la fístula. En determinados casos, se tiene que realizar además una reconstrucción anal. Otra de las técnicas que se emplean es el colgajo de avance mucoso que permite reforzar el cierre del orificio interno pero que requiere ser realizada por un cirujano muy experto en la técnica.
"A mayor dificultad de la intervención más riesgo de incontinencia fecal, por ello es básico que la intervención la realice personal muy cualificado en cirugía colorrectal", concluye el doctor Capitán.