La forma de evitar daños en reparaciones urgentes, según la OCU
Olvidarte las llaves dentro de casa o arreglar una pequeña avería puede salir muy caro
Un descuido insignificante como puede ser olvidar las llaves dentro de casa o la reparación de una avería que no parece para tanto pueden costar muy caro si no se da con los profesionales adecuados. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, cada año se reciben miles de denuncias relacionadas con las reparaciones urgentes, marcadas por precios abusivos y falta de información como principales motivos de queja. Es por eso que la OCU brinda tres consejos para no caer en la trampa de los estafadores.
No te dejes engañar, la ley protege al consumidor, también en las reparaciones urgentes. Las normas son muy claras y establecen unas condiciones que deben cumplir los Servicios de Asistencia Técnica de aparatos de uso doméstico.
Consejos de la OCU
El primero de los consejos a seguir es buscar a personal de confianza. Muchas veces, cuando corre la prisa para un servicio urgente de cerrajería o de electricidad recurrimos a cualquier sitio a mano, por ejemplo, a internet y llamamos a alguno de los teléfonos que aparecen.
De hecho, es frecuente que determinadas publicidades engañosas nos hagan creer que contactamos con profesionales de nuestro municipio cuando, en realidad, estamos llamando a la centralita de otra ciudad. A pesar de utilizar el nombre de su localidad para posicionarse en los resultados de búsqueda, el técnico puede recorrer muchos kilómetros y de esta manera, te pueden inflar el precio de la reparación con un plus por "desplazamiento".
Desde OCU recomiendan que apuntes en tu agenda o en la memoria de tu teléfono móvil el número de profesionales de confianza o de tu barrio. De este modo, si surge una urgencia te resultará mucho más sencillo actuar con rapidez, pero con la tranquilidad de que no metes en tu casa a un técnico sin escrúpulos ni ética profesional.
El segundo va de asegurarte del precio, es decir, asegurar antes de nada un presupuesto para que luego no vengan los disgustos. Cuando llames por teléfono, explica tu problema y exige siempre presupuesto. Es habitual que te digan que hasta que el técnico no lo vea en persona no te pueden dar un precio. Sin embargo, en este punto, debes tener varias cosas en cuenta. El precio si no te lo pueden dar exacto, lo pueden dar aproximado, no vale la excusa de que no te lo saben proporcionar, y si la dan puedes preguntar el coste de desplazamiento o el del servicio en otros casos. A veces ocurre que la misma empresa tiene números de teléfono distintos y crees llamar a otra diferente, pero en realidad es la misma centralita, si sospechas esto, no dudes en preguntarlo. No te conformes con el primer presupuesto que te dan, y de igual modo si no te convence, dilo.
El tercer y último consejo de la OCU es no firmar nada si se está en desacuerdo. El cliente es el que debe de estar conforme con lo que va a realizarse y muchas veces los reparadores se aprovechan del desconocimiento para realizar engaños y sacar más dinero de la cuenta.
Para evitar problemas recuerda que aunque los precios no están regulados por ningún organismo, no pueden cobrarte hasta 500 euros más, como ocurre, solo por no haber exigido repetidamente un presupuesto previo. El técnico tiene la obligación legal de llevar las tarifas por escrito, si desconfías del precio que te da, exígele que te muestre la hoja de tarifas (con los datos y el sello de la empresa). Si el técnico ya ha realizado la reparación, pero consideras que el precio final es abusivo, no firmes la factura. No obstante, aunque sea sin firmar, consérvala: es necesaria para reclamar. Recuerda que cualquier reparación cuenta además con una garantía de tres meses.
Todo esto son situaciones que ocurren frecuentemente en la realidad, por lo que la OCU deja este vídeo de testimonios verídicos de víctimas de engaños y deja claros los derechos de los consumidores.