Formas de ganarse la vida en Granada: camarero de catering
Bodas, comuniones, hoteles o cenas de empresa, el sitio de trabajo puede ser cualquiera y el horario también
Fernando Jiménez es un joven de 30 años que trabaja de forma arbitraria como camarero. No tiene un horario establecido, lugar concreto de trabajo ni sueldo fijo, todo depende de cómo fluyan las cosas y los meses. Concretamente, el trabajo de Fernando es camarero de catering, el tipo de camarero que, junto a los del mundo de la noche, ven lo peor de las personas: los invitados de bodas que entran por la puerta elegantes y bien peinados y salen de vuelta con los zapatos de bufanda y la pajarita apuntando al sureste, los que lo dan todo de sí porque una boda no se vive todos los días... "Tienes que soportar muchas faltas de respeto, y en el caso de las chicas es más incómodo todavía, porque tienen que aguantar mucho cliente borracho, faltón e irrespetuoso", manifiesta este trabajador temporal granadino.
Fue hace tres años cuando empezó a formar parte del equipo de Federman, una empresa de trabajo temporal con oficinas en Granada, Barcelona y Castilla la Mancha. “Entré en su momento porque era un trabajo que se podía conciliar fácilmente con la carrera que estudiaba por aquel entonces”, cuenta echando la vista atrás.
"Como camarero de catering, nunca sabes cuándo y dónde trabajarás, ni siquiera si llegarás a hacerlo. Puede que no haya evento para esa semana, o puede que no seas uno de los elegidos en el equipo", comenta.
Por ello, el sueldo “varía muchísimo de un mes a otro, los meses desde abril hasta octubre son meses de celebraciones de bodas, por lo que se gana mucho, pero obviamente en noviembre y diciembre la gente se casa menos y hay menos trabajo”.
Aun así, es un trabajo del que “se puede vivir perfectamente”, y más aún si tienes “la suerte” de estar metido en unos de los hoteles que lleva la empresa, porque, en ese caso, “tienes turno a diario y trabajo garantizado”. Además, hay una media previsible de dinero, en el caso de Fernando unos 900 o 1000 euros. “En estos meses de noviembre y diciembre ganaré unos 700 euros, pero en mayo llegaré a los 1200”, calcula.
El trabajo, normalmente, es de fin de semana y el tipo de eventos que se suele cubrir, sobre todo, son bodas y comuniones, aunque “últimamente se de un poquito de todo, por ejemplo, ahora, en navidad, están las cenas de empresa o el servicio de restaurante en hoteles para grupos que vienen de turistas a Granada”.