Formas de ganarse la vida en Granada: musicoterapeuta
"La musicoterapia te enseña que existen distintas formas de superación, ayudas a relativizar y amar mucho más la vida. Lo más importante es la persona con la que trabajas y ser por un momento uno."
Dicen que la música cura el alma y que todo fluye a través de ella. Y es precisamente la música y su aplicación de forma terapéutica lo que nos lleva a la figura del musicoterapeuta. GranadaDigital habla con Miriam Muñoz, musicoterapeuta de profesión y sobre todo de vocación.
Empecemos por el principio, ¿qué es la musicoterapia? Es el empleo de la música y sus elementos musicales, como el ritmo, la melodía o las armonías, y a partir de ahí se trabaja a través de un proceso terapéutico con objetivos a corto y a largo plazo adaptados a cada paciente. Y así poder cubrir sus necesidades a nivel cognitivo, emocional o social. Desde la musicoterapia se trabaja en diferentes ámbitos como el hospitalario, social o educativo.
“Yo estudié el conservatorio, el grado medio de la especialidad de clarinete, aunque no lo llegué a terminar porque sentía que no era lo mío que no me llenaba.” Podríamos decir que estaba destinada a ser musicoterapeuta, durante todos sus estudios de Historia y Ciencias de la Música, hizo voluntariado con personas con diversidad funcional y cuando la terminó tuvo claro que quería estudiar el máster.
“La musicoterapia era unir las dos cosas que me gustaban, la música y a la vez trabajar para ayudar a los demás, pero más importante, para el bienestar de los demás. Por eso decidí hacer de mi pasión mi profesión.” Y como en todas, el principal problema es el intrusismo. “Se necesita el máster para tener la titulación. Es verdad que hay muchos cursos, pero no por ello ya estás preparado para ejercer”.
Miriam ve la figura del musicoterapeuta en Granada un poco parada. “Para ser una ciudad grande le falta movimiento en este aspecto, lo que sí que he podido ver es que es una ciudad súper concienciada con la diversidad funcional. Pero creo que también falta mucho reconocimiento a esta profesión”.
Asimismo, no es algo singular en la ciudad, ya que la profesión en España no está reconocida. “No existe siquiera una bolsa de trabajo. Hay mucha gente trabajando día a día porque sea una profesión regularizada, las asociaciones llevan muchos años luchando.”
La actuación de la figura del musicoterapeuta se complementa con muchas otras, lo importante es crear un equipo multidisciplinar que trabaje por y para el usuario. Es decir, que de forma conjunta trabajen mano a mano con psicólogos o logopedas. "El ámbito de actuación es muy amplio, se trabaja con personas desde los diferentes ámbitos, desde el comienzo hasta el final de la vida."
¿En qué ayuda la musicoterapia? Todo depende de la persona con la que se trabaje, "es muy importante saber que la musicoterapia no cura, sino que ayuda a mejorar el bienestar de las personas, por ejemplo, en los enfermos de Alzheimer la música es algo que no se olvida, siempre queda en el recuerdo. Esa satisfacción de bienestar para esa persona y sobre todo para la familia. En niños y adolescentes con diversidad funcional pues siempre trabajamos en el refuerzo de sus cualidades, y también para mejorar sus necesidades a nivel cognitivo, a nivel social, de la comunicación… Todo ello a través de la música."
Ahora mismo no ejerce, pero por suerte desde que salió de su formación ha trabajado de ello, de lo que ella misma considera su pasión. Ahora mismo estudia Mediación Comunicativa, algo que siempre ha querido hacer. “Este ciclo sustituye al de intérprete de lengua de signos, es otro ámbito por el que hay que luchar, se encuentra en una situación muy parecida a la musicoterapia. Somos una figura principal para aquellas personas que no tienen ningún sistema para comunicarse o que necesitan ayuda o apoyarse en otras personas para poder comunicarse."
¿Cómo es el día a día de un musicoterapeuta? “Pues la verdad es que es un poco caos, porque tienes que ir con todo tu trabajo a cuestas, llevamos todo el material encima. Ya sea a un hospital, una guardería… Por la mañana salimos a distintos espacios y por la tarde en el propio centro recibimos a los usuarios, lo más importante de las sesiones es la libertad que tiene el usuario de fluir con la música a través de la guía y ayuda del profesional. Existe una parte del trabajo que no solo se basa en las sesiones, sino el trabajo en casa de cada sesión. Se analizan las grabaciones, los vídeos, el registro de cada sesión para hacer el seguimiento".
Una de las partes más importantes de su trabajo es ser conscientes de lo que se vive en cada momento y ser capaces de canalizar cada emoción y saber manejar una serie de habilidades que les permiten adaptarse a cualquier situación y a cada persona.
La musicoterapia tiene efectos a corto plazo, muchas personas tienen una concepción errónea de estos profesionales. Una sesión de musicoterapia no consiste en poner música relajante, lo que hacemos es crear y adaptar una música a cada momento y a cada paciente, no es poner un disco. En la mayoría de hospitales los musicoterapeutas trabajan de forma voluntaria, más que nada para que dar a conocer esta profesión y así poder darle el valor y reconocimiento que se merece.
Miriam ama su profesión y eso se nota en la forma que habla de ella. "Somos iguales, no hay diferencias en las sesiones, siempre nos tenemos que poner al mismo nivel energético de las personas. Es importante humanizar al paciente, les llamamos usuarios, pero es importante tratarles de tú a tú, se trata de un momento íntimo muy especial."
Y cómo la sección se llama formas de ganarse la vida, ¿se puede vivir de la musicoterapia? "Bueno… vivir quizá no, sobrevivir sí. Si te lo montas bien, y con mucho esfuerzo se puede vivir de ello, pero las cosas ahora mismo no están nada fáciles. Lo importante para que podamos crear una profesión sólida es que sea reconocida, eso es lo principal por eso reivindicamos tanto la figura del musicoterapeuta."
Como en muchas profesiones, muchas veces para ejercer es necesario darse de alta como autónomo, esto puede ser un contra o en algunas ocasiones un beneficio ya que te abre alguna que otra puerta. “En mi caso, me ha abierto muchas puertas. Espero que en un futuro la situación de incertidumbre cambie, llevamos muchos años luchando por ello, somos muchos los musicoterapeutas que amamos nuestra profesión, para mí no es un trabajo porque disfruto un montón, en cada momento, en cada sesión."
"Para mí la musicoterapia es mi vida, conoces a mucha gente que te enseña a valorar más la vida. Que existen formas de superación, ayudas a relativizar y amar mucho más la vida. Lo más importante es la persona con la que trabajas y ser por un momento uno."