Fran, el joven que expresa su fe a través de la imaginería: "Granada tiene un gran patrimonio religioso"

Este estudiante granadino, que aúna pasión artística y devota convicción, explica el proceso de producción de una obra

FOTOS Besapiés del Cristo de los Favores - Javi Gea (8)
Besapies del Cristo de los Favores | Foto: Archivo GD
Diana Ioana
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El arte, desde sus albores, ha sido un canalizador y catalizador de la experiencia humana y sus inquietudes, sueños y esperanzas, un potente activo en la vida de la religión y la fe. Granada, como en muchos otros ámbitos, destaca por su faceta artística, patrimonial y cultural, y la religión forma uno de los pilares sobre los que está forjada la misticidad que emanan sus calles.

Francisco Jiménez, un joven estudiante de Granada cuya vocación es la escultura e imaginería, que aúna pasión artística y devota convicción, demuestra que la fe no es algo que se procese tan solo una semana al año, y no es algo que haya abandonado a las generaciones más jóvenes. "La Semana Santa tiene un significado de recogimiento para mí, aunque soy de los que dicen que la religiosidad hay que vivirla a lo largo del año y no reducirla a una semana", afirma. Sin embargo, esta conmemoración cristiana anual tiene gran importancia. "Es una semana en la que podemos acercarnos mucho a Jesús, comprendiendo el culmen de su mensaje. Incluso si no tienes esa religiosidad o no vives la Semana Santa con esa profundidad en un ámbito más espiritual, resulta conmovedor ver el arte en la calle. A nivel de folclore, de exposición de arte, olores, esencias, sentidos, sensaciones... es algo tan especial, tan conmovedor y cautivador, que merece la pena dejarte embriagar por el azahar y el incienso", comenta.

"Merece la pena dejarte embriagar por el azahar y el incienso", asegura Francisco | Foto: GD

Francisco rememora su infancia, como foco de su amor por la imaginería y origen de su creencia. "De manera insconsciente, siempre he tenido una relación muy intensa con el santísimo sacramento, ya que yo me crié en el colegio de Calasancias -en un pueblo de Jaén-. Cuando lloraba porque echaba de menos a mi madre o no quería estar ahí, me metían en la capilla y me sentaban ante la efigie del padre Faustino Míguez, la cual estaba a la derecha del sagrario. Estar en ese espacio tan recogido y con esa paz ya me calmaba. Ahí mi mundo interior en cuanto a la religiosidad se fue cultivando. He tenido mis dudas, como es bueno para que tu fe crezca, pero ahí se plantó la semilla", explica. En cuanto a la imaginería, asegura que "el gusto fue avanzando debido al folclore que se genera en esta semana tan especial". "Es el amor por el conocimiento, ya que ves el paso en la calle, te parece espectacular y te preguntas cómo se hace, cómo se ha montado ese respiradero de madera, cómo se ha tallado, cómo se ha hecho esa esfigie criptífera o ese candelabro o cómo se ha bordado esa bambalina de palios", detalla.

Con su padre dedicado a ser anticuario, siempre ha estado en contacto con el arte y las antigüedades sobre todo religiosas, lo cual fue otro granito de arena que se sumó a esa montaña de fervor, junto a un trabajo de la ESO para la asignatura de Tecnología: "Nos dijeron que teníamos que hacer un trabajo con varillas de cohetes. Obviamente, ¡el "friki" lo primero que pensó fue en hacer un paso de palios! Empecé a buscar información y me las ingenié. Busqué cómo hacer las jarritas y candelabros con cuentas, las bambalinas con una especie de pintura en relieve... Sin embargo, a la hora de enfrentarme a la realización de la imagen de la Dolorosa, no sabía por dónde cogerlo. Hablé con el docente de la asignatura, Miguel Ángel Villalobos, y me llevó al taller de mi primer maestro, Joaquín Marchal Orpez. Al entrar en ese espacio, escuchar la música clásica, ver las estanterías llenas de bustos y esculturas, embelesarme con el olor a aguarrás y contemplar ese espacio tan peculiar, lleno de bocetos, creatividad y espiritualidad, me dije a mí mismo 'este tiene que ser mi oficio', y desde ese momento me prometí dedicarme a la escultura".

"Merece la pena dejarte embriagar por el azahar y el incienso"

Realizar una imagen es todo un proceso de paciencia y dedicación, y depende del encargo y presupuesto del cliente. Francisco narra el proceso de producción de la obra: "Parte de una reunión con el que solicita la imagen, en la que fijáis una cuantía, el tamaño, un pliego de condiciones. A veces te suelen decir que necesitan que se parezca a otra imagen, que guarde una estética o parezca de tal escuela, aunque lo usual es que si te encargan una imagen es porque les gusta tu manera de trabajar. Pero es normal que si la hermandad o cofradía se ha fundado en torno a una imagen o tienen una estética propia, busquen algo que no rompa con ella".

Tras esta primera reunión inicial, se procede a presentar un boceto. "Depende del autor, se suele entregar primero en papel y luego un modelado pequeño en arcilla, como una maqueta", explica. Esto tiene que ser aprobado en cabildo, por la propia hermandad, para comenzar con la escala. "Yo suelo seguir una regla de tercios cuando es una maqueta. Por ejemplo, si tengo que hacer un cristo de 1,80 metros, la maqueta la suelo hacer a un tercio o un cuarto, porque así las dimensiones las vas multiplicando", desgrana. Dependiendo del presupuesto de cada hermandad, Jiménez explica que puede haber imágenes realizadas tanto en poliéster como talladas en madera. En el caso de estas últimas, hay dos opciones: "Una es modelarla completamente a tamaño real y mandarla a sacado de puntos para que la saquen igual, y otra es mandar a sacado de puntos solo las manos, cabeza y pies, quizá incluso las piernas, ya que el torso y los brazos los talla el imaginero conforme conoce la anatomía". Añade además que es necesario un embonado: "Muchas veces consideramos que las imágenes son macizas, pero al final es malgasto de material y llegaría a pesar demasiado. No tienes necesidad de que el torso de la imagen esté relleno, y hay que tener en cuenta el precio de la madera, sobre todo de las nobles. Hay algunas excepciones, como el Cristo de Los Estudiantes de Jaén, que es un tronco macizo de nogal. José de Mora trabajaba mucho el embonado, se ve en la obra del Cristo de las Misericordias de Granada".

Cristo de las Misericordias de Granada | Junta de Andalucía

Tras este proceso, se procede a la talla. "Si se va a realizar, en vez de en talla directa, por sacado de puntos, se debe realizar un modelado tanto de las manos, cabezas, pies... las partes que el escultor considere. Posteriormente, se mandan a una empresa, que mediante un sistema de representación parecido al diédrico coge puntos concretos en el espacio siguiendo las coordenadas de tridimensionalidad: altura, anchura y profundidad", explica. Un proceso que, hoy en día, es mucho más rápido y fácil, ya que "antiguamente se hacía con un sistema manual llamado pantógrafo, pero a día de hoy hay máquinas que calculan directamente el posicionamiento a ordenador".

"A nivel de folclore, de exposición de arte, olores, esencias, sentidos, sensaciones... es algo tan especial, tan conmovedor y cautivador"

"Luego vendría la parte del estucado que vemos en los besapies, en el empeine o dedos, una parte blancuzca sobre la madera, una especie de yeso muerto aglutinado con cola de conejo que se usaba para darle una capa lisa a las imágenes y, de este modo, poder policromarla con más matices que sobre la madera bruta", indica. Asimismo, Francisco destaca que "las terminaciones son un mundo", pudiendo tener las tradicionales con óleo -cola de conejo y sulfato cálcico, aunque a día de hoy hay imprimaciones acrílicas-, una primera capa de acrílico rematada con óleo o incluso acrílico rematado con veladuras de acuarela. La pieza final se protege con una capa de barniz, aparte de la añadida de los postizos. "El tema de los ojos es otro mundo, si son policromados, no se hace nada. Si son de cristal, se tiene que abrir la mascarilla, ahuecar los ojos y poner el postizo de cristal. Lo mismo pasa con los dientes. Las pestañas, por suerte, no resultan tan agresivas de añadir", apunta.

Sobre la Semana Santa, Francisco cuenta que la vive por dentro: "En mi sentido más personal y en mi espiritualidad más profunda, mi manera de entender la Semana Santa y, en general, la espiritualidad es mucho más recogida de lo que puede tener la mayoría del público cofrade. Por eso conecto con una espiritualidad quizá más parecida a la del Silencio, ya que me parece una procesión muy diferente, una estación de penitencia en la que el hermano hace una oración muy personal basada en el voto del silencio".

Salida del Silencio en Granada | Foto: Archivo GD

En cuanto a imágenes más significativas, el joven menciona varias: "A nivel de valor artístico, podría hablar de varias tallas, como la del Jesús del Rescate, que me parece que tiene un patrimonio excepcional. Al igual que el Sagrado Protector, el Cristo de San Agustín posee una estética excepcional, un gran gusto en los cultos, por no hablar de la calidad de la talla, de su historia y la maravillosa cruz de plata que posee. A nivel de Dolorosa, el rostro de la Esperanza me mueve por su sensibilidad, por ser una obra magnífica del escultor José Risueño. O la propia Soledad de Santa Ana, por ser una de las imágenes más representativas de la escuela granadina".

El joven imaginero ha participado en un proyecto junto a Juanma Pullido, con el taller de arte de Alcaudete para la realización del apóstol Santiago del Paso de Misterio de la Oración en el Huerto, para el cual colaboró en el modelado de cabezas y manos. Colaboró también con su maestro Joaquín Marchal en algunas obras, pero por el momento no tiene obra que participe a día de hoy en el folclore cofrade. En cuanto a escultura, colaboró para la realización de las carrozas de los reyes magos de Las Gabias, y con Juan Villa -escultor y responsable de atrezzo de Cuarto Milenio- para algunas piezas que, a día de hoy, están expuestas en el parque temático de 'Star Wars' de Valladolid. "A nivel de proyecto personal, me encuentro en el desarrollo de mi primera Dolorosa tamaño natural, que espero tener para este año. Lo que estoy discerniendo es si la voy a realizar de busto o de talla completa", comenta.

"Obviamente, ¡el "friki" lo primero que pensó fue en hacer un paso de palios!"

En cuanto a procesos favoritos, lo tiene claro: "Mi trabajo ha sido bastante prolífero en cuanto a variedad de temas y disciplinas, pero el del apóstol Santiago me tocó especialmente, porque es el más cercano a la imaginería que he trabajado hasta el momento. Espero que eso pronto cambie".

Artistas como Francisco son la muestra de que el arte representa el relato que acompaña y da sentido a la vida de millones de personas. La Semana Santa es una oportunidad para sacarlo las calles, para llenarlas del aroma a ardiente y cautivador incienso, dejarse llevar por la música que las bandas tocan por la histórica ciudad nazarí y, sobre todo, un motivo para que, tanto aquellos creyentes como los que no lo son, puedan apreciar la obra de la mano humana y la delicadeza que tiene el individuo a la hora de representar sentimientos y creencias universales.