El futuro del rap andaluz en manos de un 'niño' granadino
El Niño del Albayzín cuenta a GranadaDigital sus inicios en la música, la polémica del cierre del ocio nocturno y sus planes de futuro
'El niño' se subió al escenario en su ciudad natal, Granada, en las fiestas del Albayzín de 2016. Días antes acababa de escribir una canción. Con valentía cogió el micro para hacer lo que más le gusta: cantar. El público quedó asombrado cuando sonó la canción '¡Foh mi Graná!'. Desde ese momento, la carrera del Niño del Albayzín cogió un camino mucho más serio. Todo le cambió a este granadino, que sacó las letras del cajón para grabarlas, lo que le ha permitido introducirse en el mundo del hip-hop, y de la música en general en el país.
"Desde muy pequeño me gustaba escribir, antes de dedicarme a la música. Siempre he estado relacionado con ella porque en mi casa siempre ha habido algún instrumento. Pero fue cuando me compré mi primera guitarra española cuando empecé a 'canturrear' mis letras, después pasé a las instrumentales y, finalmente, desembocó en este estilo de rap. Luego ya llegó lo de las fiestas del Albayzín y todo lo demás, hasta el día de hoy", cuenta él mismo.
De pequeño escuchaba a Los Delinquentes, Estopa y otros artistas de este estilo. De ahí que su rap, como él mismo comenta, tenga esa influencia alegre de estos grupos. Lo que hace que sus canciones sean cotidianas, cercanas y afines por el indiscutible uso de la jerga andaluza. Con numerosas colaboraciones llenas de frescura y un alarde de alegría y positivismo, sobre el escenario consigue transmitir el estilo 'sui géneris' al público.
"Lo que solía escuchar no tiene nada que ver con lo que hago ahora, también me gusta Extremoduro, y hasta Los Chichos. No era mucho de escuchar rap, aunque también llegaron a mi mp3 muchas canciones de Tote King o SFDK, entre otros raperos", comenta.
Durante el confinamiento, no ha parado de trabajar y, además, ha montado su propia tienda online donde vende sus discos y algo de merchandising. En su casa ha montado un estudio de grabación con el que ha producido ya tres canciones durante estos meses, 'Comida rápida', 'Aceitunas y queso' y 'Puro teatro'. Son 'singles' que se ha autograbado durante el estado de alarma después de que se publicara su segundo disco 'Las flores que nacen en el campo de batalla'.
"El 17 de marzo salió el disco, pero justo se paralizó todo y después se cancelaron los festivales y conciertos. Ahora que se estaba abriendo otra vez la situación con reducción de aforo y con el público sentado y manteniendo la distancia, habíamos decidido, y así lo hemos hecho, montar un formato más pequeño de concierto, en el que solo vamos mi 'compadre' Joaquín y yo, a dúo. Pensamos en estar sentados los dos en una especie de tablao flamenco con una puesta en escena más cuidada y tranquila. Lo estrenábamos justo ahora, pero han vuelto a cerrar el ocio nocturno. Si sale algo, lo haremos y si no, esperamos, no vamos a poner en peligro a nadie", comenta El Niño del Albayzín.
La polémica del ocio nocturno
Tras la llamada 'nueva normalidad' parecía que todo esto de la pandemia había pasado, que íbamos a estar mejor y que esto solo iba a quedarse en una horrible pesadilla. Nada más lejos de la realidad. Y es que el ser humano nunca deja de sorprendernos. Con las imágenes que se han visto estos meses de verano de discotecas llenas sin cumplir la normativa, artistas que incitaban a quitarse la mascarilla en festivales, que tampoco cumplían con las normas de seguridad, y DJ's escupiendo Jager a la gente, los políticos han optado por el cierre total del ocio nocturno. El Niño del Albayzín considera que "se han visto auténticas barbaridades". "Me da igual el grupo que sea, si han hecho las cosas mal o han permitido que se hagan mal, que se les persiga y sancione", apunta.
"Pero no creo que todo el ocio nocturno tenga que pagar por unos pocos. Yo he estado en varios garitos estos meses y se respetaban las medidas de seguridad al completo. Aparte, no veo ninguna diferencia entre ocio nocturno y ocio diurno, por ejemplo. Puedes estar de día haciendo lo mismo que haces por la noche. No sé hasta qué punto estas medidas tienen su lógica. Lo que está claro es que afectan a un sector del que comen miles de familias y, en especial, el sector cultural, no creo que reciba mucha protección de mano de los de ahí arriba", comenta.
Planes para el futuro
La idea del Niño del Albayzín es empezar y terminar la gira que no se llegó a anunciar, aunque sí estaba en algunos festivales. "Aunque sea en 2024, con uno o dos discos más, la gira se va a hacer", asegura.
"Cuando todo esto acabe, esa es la idea, salir a dar conciertos, tener ese contacto con la gente que tanto nos gusta y en cuanto se pueda volver a esa normalidad de antes, que es lo que esperamos todos", explica.
Sus pilares fundamentales
El artista cuenta que siempre ha tenido el apoyo de su familia, a la que le canta y menciona en numerosas canciones. También el de su mejor amigo, su compadre Joaquín, que es su DJ y que fue con quien empezó a girar toda esta historia. Además, nos menciona a toda la gente que le acompaña a los conciertos; su primo 'Sitillo', que va siempre con ellos de corista, sus fotógrafos, road manager, etc. "Esto es un grupo de amigos, así empezó, y a día de hoy todo sigue practicamente igual. Hasta donde llegue, así sera", comenta.
"Hemos tenido la suerte de tener a gente muy buena detrás que siempre me ha acompañado, apoyado y hecho que esto salga adelante. No hay grandes empresas detrás, nuestro equipo es un grupo de amigos, sin más. Destaco también el papel de 'Big Kilombo' en todo esto. Él es el productor musical de mi segundo disco y con él he pasado cientos de horas metido en el estudio. Sin su ayuda esto no sonaría. También me acuerdo todas las noches de mi amigo Luis, 'Luko', que falleció en diciembre en Quito (Ecuador) y que fue el productor de mi primer disco. Tenía 21 años cuando se fue y fue un palo muy gordo para mí. Si no hubiera sido por él, seguramente yo jamás me hubiera subido a un escenario", comenta el Niño del Albayzín. No cabe duda de que el futuro del rap en andaluz está en buenas manos.