Galería | Así ha sido el traslado del Papa Francisco a su capilla ardiente
Se espera que al menos un millón de personas pasen ante el cuerpo del Pontífice en estos tres días previos al funeral
El acto, sobrio pero profundamente simbólico, ha marcado el inicio de una serie de homenajes que millones de fieles seguirán tanto presencialmente como a través de los medios, para despedirse del Pontífice que cambió el rostro de la Iglesia en el siglo XXI.
La capilla ardiente quedará abierta al público hasta el jueves por la noche, en jornadas que se prevén multitudinarias. Los accesos a la Basílica estarán operativos las 24 horas, con rigurosos controles de seguridad establecidos por la Gendarmería vaticana y las autoridades italianas. Se espera que al menos un millón de personas pasen ante el cuerpo del Pontífice en estos tres días, cifra que podría superar las previsiones dadas las muestras de afecto que ya se han visto desde el anuncio oficial de su fallecimiento.
Dentro de la Basílica, el cuerpo de Francisco reposa frente al altar mayor, rodeado de cirios y ornamentos litúrgicos austeros, como él mismo había solicitado en vida. Un grupo de seminaristas y religiosos mantiene una oración constante, turnándose cada hora para velar al Pontífice con cantos y salmos.
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