Gran éxito de Loquillo en Granada
Llegó el gran día, gran ambiente en los alrededores del Palacio de Deportes de Granada cuando todavía no eran ni las 21:00h. Se comenzaban a dilucidar chupas de cuero, motoristas enfundados en sus vestimentas de pellejos y tupés, muchos tupés. El interior del recinto a rebosar, no obstante las entradas para el concierto se habían agotado hacía días. Una media de edad algo elevada, aunque sorprende positivamente la asistencia de jóvenes que obviamente han seguido al Loco en sus últimas apariciones en el panorama musical español, todos dispuestos a gozar de una noche de rock español, como así se encargó de recalcar el amigo barcelonés Loquillo.
Como ya se había anunciado la noche en Granada iba a ser especial, puesto que Loquillo grabaría su nuevo disco en directo en el Palacio de Deportes de Granada ante más de 7.000 personas ávidas de espectáculo rockero y buena música. Numerosas cámaras distribuidas estratégicamente para controlar todas las tomas, una cabeza caliente enorme que haría los delirios del personal por salir en las dos grandes pantallas que acompañaban el elegante escenario diseñado para la que se avecinaba. Un despliegue de medios audiovisuales bastante importante ya que el nuevo disco de Loquillo irá acompañado por un DVD de la grabación del concierto que nos ocupa.
Lo de Loquillo es el magisterio de un animal de rock and roll, no hay coreografías, no baila, sus gestos son repetitivos, no es la mejor voz precisamente, pero se come el escenario literalmente, con su envergadura de dos metros, su eterno traje gris, su cigarrillo, saltándose a la torera la ley antitabaco y su tupé, que lo conserva intacto, canoso pero intacto, algo que muchos hombres envidiarían a los 50 años. Su conexión con el respetable es rápida y mutua, la gente corea sus himnos y él sabe perfectamente dominar los tiempos en escena, cuando levantar el micrófono para que la gente cante, cuando hablar, cuando encadenar temas, cuando dar protagonismo a la banda y cuando coger él las riendas del espectáculo. Siempre se la ha tildado de prepotente y actitud chulesca, pero hemos de certificar que esta noche ha estado muy cometido en sus comentarios, con intervenciones varias pero breves, sin entrar en polémicas. Probablemente el guión de la grabación a centrado el evento más en lo musical que en las reivindicaciones que tan popular e impopular depende de donde se mire le están haciendo últimamente con sus entrevistas de tintes políticos y su controvertida relación con su Barcelona natal después de su discutible cambio de domicilio a causa de la contrariedad de éste con el dogma independentista catalán.
Indicar que el inicio y primera parte del concierto se ha digerido de una forma un tanto fría, temas muy lineales, sonorización sin apretar mucho los volúmenes para que todo encaje bien, Linea Clara, Planeta Rock, De vez en Cuando y Para Siempre, temas del repertorio menos epinicio, Contento fue el tema más coreado por el público asistente que no dejó de darlo todo durante el transcurso de la velada.
Fue a partir del parón donde Loquillo presentó a sus dos buenos amigos Leiva de Pereza y Ariel Rot, fundador de Tequila, Los Rodriguez... Dos músicos que aportaron solidez y desbloquearon esa continuidad para dar a la parte final la épica que se demandaba al Loco y su banda. Aquí fue donde el público disfruto más ya que fueron cayendo uno tras otro los himnos ochenteros del Loco, banda sonora indiscutible de los que por aquellos años pasaban por el instituto, Feo, Fuerte y Formal, El Rompeolas, Rock Suave, Rock ´N Roll Actitud, La Mataré, Ritmo de Garaje, Rock ´N Roll Star y Cadillac Solitario. La gente tarareó cada uno de estos míticos temas que tanto le han dado a Loquillo, 7.000 almas dejándose la voz al unísono con una de tus letras deben de conmover incluso al imperturbable artista del tupé eterno.
Hay que reconocer que el actual Loquillo acompañado por estos excelentes músicos que son Jaime Stinus e Igor Paskual, es sobresaliente, quizá la mejor banda que ha tenido desde aquellos Trogloditas que eran puro rock & roll, suenan a la perfección y da la impresión que en un país huérfano de ídolos musicales e iconos melódicos, Loquillo ha pasado a formar parte del universo de los clásicos, con temas ya intemporales, recorriendo con épocas de esplendor y otras de menos brillo una carrera de lo más exitosa y demostrando tener una presencia actual, con un brío y valor que hacen de Loquillo uno de los artistas con más solvencia del panorama musical nacional.
Deseamos conocer el resultado de esta gran noche con las grabaciones del directo, una vez editada, mezclada y masterizada, para lo que tendremos que esperar probablemente unos meses y en todo caso podremos decir “yo estuve allí viendo al Loco”.
Y recuerda.....”No hables de futuro, es una ilusión, cuando el rock & roll conquistó mi corazón......”