Granada acumula un 14% menos de lluvias en el último año
Los pluviómetros de la provincia han registrado un descenso significativo que ha repercutido en los embalses negativamente
La desertificación está siendo uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la provincia de Granada en los últimos años. A la pérdida de la calidad del suelo se le suma el descenso de las lluvias durante el último año hidrológico, que también ha afectado a la acumulación del agua en los pantanos y embalses de la provincia.
Nueve de los doce pluviómetros que hay repartidos por todo el territorio granadino han perdido un 14% de las precipitaciones de media. Ha sido la zona oeste de la provincia una de las más damnificadas por la sequía que sufrido este año Granada. La estación situada en Loja ha bajado un 42,6% su registro, pasando de 243 litros por metro cuadrado a tan solo 139,5.
Estos descensos, aunque más controlados, se han repartido por casi toda la provincia y han hecho que los embalses hayan terminado los últimos doce meses con un 20% menos que entre octubre de 2019 y agosto de 2020, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
La sequía en Granada se va intensificando con el paso de los meses. Las fuertes lluvias de enero no pudieron compensar un invierno que por lo general fue más seco de lo habitual. Exactamente lo mismo ha sucedido con la última primavera y los aguaceros que cayeron en el mes de abril.
El único pluviómetro con un dato positivo destacable de toda la provincia se ha situado en Lanjarón, que ha destacado con un incremento de un 21,4 respecto al año anterior. También han crecido, pero con números a penas destacables Salobreña (2,3%) y Víznar (0,3%).
Los otros ocho, más el de Loja, han firmado números negativos: Baza (-32,3%), Castell de Ferro (-24,3%), Dólar (-1,9%), Granada-Aeropuerto (-6,8%), Granada-Cartuja (-6,6%), Motril (-26,6%), Puerto de Motril (-30,5%) y Válor (20,5-%).