Granada celebra el Día del Libro entre el valor del papel y el futuro incierto de las librerías

Librerías y lectores consideran este 23 de abril como la fecha idónea para destacar una actividad que favorece a las personas

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Un hombre ojea un libro en la librería Re-Read Granada | Foto: Dani B.
Alejandro Rodríguez
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El 23 de abril tiene un significado especial en Cataluña con el Día de Sant Jordi. Para el resto de la población española y latinoamericana, esta fue la fecha en la que murieron grandes escritores como William Shakespeare, Garcilaso de la Vega o cuando tuvo lugar el entierro de Miguel de Cervantes. Para honrar la trayectoria de estos literatos, no cabe duda de que es el momento idóneo para celebrar el Día del Libro.

"Los libros son compañeros, maestros, magos y banqueros de los tesoros de la mente". Esta frase de B.W. Tuckman es una de las muchas que reflejan la definición de un libro, ya que el concepto es tan amplio como el abanico de posibilidades de lectura. Lo que tienen en común es que todas y cada una van en un mismo sentido, el de mostrar la riqueza de leer y de evadirse entre las aventuras que recorren las páginas de papel.

Los libros celebran su día mundial este sábado con la misión de resaltar más si cabe la importancia de leer. Y con la celebración vivida más intensamente por librerías, escritores y, como no, lectores. Uno de estos últimos es José Rienda, profesor de Literatura General y Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada, quien reconoce la ocasión de "celebrar el acto de leer y convertir esta fecha en objetivo de todas las miradas".

"Los libros permiten dejar por escrito las ideas y descubrimientos de los seres humanos", comenta José Rienda, profesor de Literatura General y Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada

Una materia única y una "oportunidad de dejar por escrito sus pensamientos, ideas y descubrimientos de los humanos", afirma el docente. Un soporte perdurable en el tiempo hace que los libros sean eternos y tengan la capacidad de adaptarse a las necesidades sociales y tecnológicas del momento.

En la antigüedad se veneraba a quienes tenían la habilidad de leer y escribir, ocupando estos los puestos de poder. Con el paso de las décadas, el número de lectores ha ido aumentando hasta congregar a millones en la actualidad. Las letras dominan el mundo actualmente, aunque hay quienes aseguran que la 'generación Z' ha dejado los libros por las pantallas. Rienda no sigue esta corriente y enfatiza que "se sigue leyendo, aunque de otra manera".

El libro electrónico o la 'nueva manera' de leer

El avance tecnológico ha derivado en una mayor calidad de vida que hace mirar más allá de la supervivencia. Cada vez son más los inventos actuales que se destinan al ocio y al disfrute de los particulares. Uno de ellos es el libro electrónico, un aparato que no es reciente y que, de vez en cuando, pone en duda la subsistencia del papel. De esta manera, hay dos corrientes de opinión, la favorable y los detractores.

En el sentido literal de contener un contenido, los dispositivos sí son libros, pero hay quien opina que las páginas cuentan con 'algo' más, una sensación que es indescriptible. Las librerías son espacios donde la gente va a comprar obras físicas, por lo que es normal que no las tengan todas consigo respecto a su 'rival' más moderno.

Libros en la librería Re-Read Granada | Foto: Dani B.

Libros en la librería Re-Read Granada | Foto: Dani B.

Uno de los más críticos con los electrónicos es Javier Ruiz, que forma parte de la Librería Praga de Granada y que piensa que "son cosas diferentes". El trabajador enumera que a través de una pantalla "no puedes subrayar, doblar las esquinas y trabajar el libro". Respecto al miedo de sentirse reemplazado, Ruiz sigue confiando en el poder de la lectura tradicional: "Mucha gente lleva diciendo que el libro electrónico va a eliminar al físico desde hace 25 años, y aquí estamos. No lo van a hacer".

Con un punto de vista similar, aunque menos crítico que su homólogo, la dueña de la librería Re-Read en Granada, Paola Díaz, también considera inferior al libro electrónico. La razón se debe a que este "es más frío y no tiene la esencia del papel". Con todo, el debate seguirá estando en las calles (o bibliotecas) durante mucho tiempo, pero la realidad es que ambos se compaginan por la preferencia de los lectores hacia uno u otro.

Las librerías, la casa de las aventuras en papel

Para los lectores más nostálgicos no hay nada más terapéutico que ir a una librería, observar todas las estanterías y acabar comprando pese a tener varios ejemplares sin leer en la habitación. Una sensación que solo produce un producto que es "aventuras, soñar, evadirte de los problemas, vivir historias y viajar", como apuntala Díaz.

Las librerías cuentan con un elemento tan diferencial y tan único, pero no son ajenas a la situación económica. La dueña del Re-Read en Granada avisa que la franquicia nacional tuvo que "darle otra vuelta" a la venta de libros, poniendo unos precios más bajos para que "todo el mundo pueda comprar uno".

"Las librerías independientes vamos a desaparecer", indica Javier Ruiz, de la Librería Praga

En un mundo tan competitivo e inestable, tener el futuro asegurado no es algo común. Sin embargo, Javier Ruiz lo tiene claro, pero no en el aspecto positivo. "Vamos a desaparecer todas las librerías independientes", expone y asegura que el culpable de ello es el sistema capitalista y la incapacidad de sostenerse. No obstante, tranquiliza a los lectores, pues cree que el porvenir de los libros "es fantástico y, mientras siga habiendo unas condiciones de vida razonable, habrá gente que lea".

Una población que lee y analiza "no es fácil de manipular". La cita de Ana María Shua representa el valor que tiene dedicar tiempo a leer para crear un mundo democrático y con valores. Independientemente de la edad, los lectores se convierten así en la base de la sociedad y aumentan su capacidad tras finalizar la última página. En los casos de ambos establecimientos, sus clientes van desde los pequeños hasta los más mayores, dejando claro que los jóvenes sí que apuestan por la lectura.

Con todo, este sábado se celebra el Día del Libro, la "fiesta" para los comercios de estos soportes, indica Ruiz. Esta fecha no cuenta con eventos multitudinarios como las procesiones en Semana Santa, sino que se festeja de una manera más personal, leyendo y sumergiéndose en las profundidades de las páginas y entre las palabras.