El Centro Cultural Gran Capitán acoge una exposición con piezas únicas del patrimonio de la familia Fortuny

La sala de exposiciones del Centro Cultural Gran Capitán acoge desde este viernes 'La Granada de los Fortuny', una muestra que recorre a través de más de un centenar de obras pictóricas, fotografías, documentos, vestidos y telas, películas y objetos de Mariano Fortuny Marsal y de su hijo Mariano Fortuny Madrazo la evolución de la ciudad de Granada y de la propia cultura que se desarrollaba en la capital, sirviendo de guía para apreciar el arte de ambos creadores en su contexto.

“Esta muestra nos narra la presencia de los dos artistas, padre e hijo, en una Granada que, en apenas 50 años, había cambiado de imagen de forma radical”, ha aseverado la concejala de Cultura y Patrimonio, María de Leyva, quien ha destacado algunos de los hitos que recorre la exposición: desde el orientalismo imperante en la moda a la evolución urbana de la ciudad con la apertura de la Gran Vía o a la impresión que el Sacromonte dejó en las retinas de ambos personajes.

El punto de partida de la exposición se sitúa en la Granada de Mariano Fortuny Marsal, la misma que habían visto los viajeros románticos de comienzos del siglo XIX. “Era”, ha apuntado De Leyva, “una Granada en la que la malla urbana medieval todavía estaba presente, una ciudad laberíntica, entregada a la vega y ensimismada, una ciudad que iba reconociendo sus valías de cara a los visitantes y en la que se iniciaba un interés por preservar su pasado patrimonio, muy especialmente la Alhambra”.

Este Fortuny había visitado Granada con su mujer en 1870 y se estableció por unos años en la ciudad, donde se rodeó de amigos artistas con los que trabajó codo con codo y donde nació su hijo Mariano, en la pensión de Siete Suelos en plena Alhambra. “Sin duda, una de las herencias más importantes que hemos recibido de él fue el registro plástico de una Granada que se enfrentaba a retos transformadores de cara a la entrada en el siglo XX”, ha señalado la edil, quien ha recordado la “voracidad” con la que coleccionó piezas de primera categoría, como el azulejo que lleva su nombre o un magnífico jarrón nazarí.

La familia partió hacia Italia dos años después y no fue hasta la década de los años 20 cuando Mariano Fortuny Madrazo volvió a visitar su ciudad natal, pudiendo ser testigo de las primeras obras de restauración de Leopoldo Torres Balbás que dejó registradas en fotografía y en cine y que también forman parte de esta exposición.

‘La Granada de los Fortuny’, que se podrá ver en la sala de exposiciones del Centro Cultural Gran Capitán hasta el próximo 9 de abril, cuenta con piezas procedentes de museos y archivos como los de la Alhambra, el Fortuny de Venecia o la Fundación Amatller junto a un buen número de colecciones privadas y del fondo patrimonial artístico y documental del Ayuntamiento de Granada.