Perea entra en escena
El manchego ha cobrado importancia como relevo con Paco López y empieza a influir en el juego del conjunto rojiblanco
Alberto Perea ha entrado en escena y empieza a influir en el juego del Granada. El manchego ha cobrado importancia como relevo en las últimas jornadas, en las que ha imprimido pausa y orden al salir desde el banquillo, lo que frente al Burgos sirvió en cierta medida para abrochar el resultado y frente al Lugo espoleó al conjunto rojiblanco en busca del empate. "Es muy buen jugador, con mucho talento. Tratamos de que todo el mundo esté conectado y ayude", expuso tras la derrota en el Anxo Carro, cuestionado por su actuación, Paco López, quien ha encontrado en él a un comodín para la medular.
Aunque la posición natural de Perea está en la banda izquierda, el manchego se incorporó al Granada como una alternativa también para actuar en la media punta dentro del esquema favorito de Aitor Karanka. No cuajó como enganche y, desde el costado, apenas había conseguido desprender algunos destellos de la calidad que le avalaba a su llegada desde el Cádiz. Le acompañaron también problemas físicos que adhirieron intermitencia en su participación, titular en tan solo dos partidos de Liga. Con Paco López, desapareció la figura del mediapunta y el manchego adquirió un nuevo rol sobre el terreno de juego.
Lo estrenó en Copa del Rey, en Yecla, como improvisado mediocentro junto a Puertas, por delante de Meseguer. Se amoldó bien, dotado de poso con el balón y visión de juego, aunque no convenció para repetir titularidad. Sí ha ido jugando cada encuentro desde entonces, con la única excepción del viaje a Leganés, condicionado por la temprana expulsión de Raúl Fernández, y ha ido pasando tanto por la banda como por el centro del campo, siempre en segundos tiempos. Ha ejercido en estas oportunidades el papel que se espera de un futbolista suplente: imprimir en el encuentro sus cualidades e intervenir en el mismo.
Tuvo poco tiempo frente al Alavés, controlado el encuentro con anterioridad, y fue incrementando su cuota de minutos en los duelos posteriores. En Málaga saltó con apenas 20 minutos para buscar la remontada y frente al Burgos dispuso de algo más de media hora. En esta última cita en Los Cármenes tuvo un notable impacto sobre el encuentro, cuando parecía descontrolarse y virar en favor del conjunto burgalés. Aminoró el tempo y dirigió con criterio el juego nazarí. Lo mismo hizo en Lugo, donde acabó ejerciendo de mediocentro y director de los avances del conjunto rojiblanco. Agitó el encuentro y aseó el camino hacia la portería de Óscar Whalley, a quien exigió en varios disparos.
En este papel de agitador se viene sintiendo cómodo y ofrece lo que demanda el técnico nazarí, aunque sus cifras -solo un gol- todavía son discretas. Este jueves, la visita rojiblanca al Oviedo para disputar la segunda ronda de la Copa del Rey le brinda a Perea una oportunidad de regresar al once. La ocasión se presta a rotar y el manchego es alternativa en varios puestos. Si no salta de inicio, tratará de continuar labrándose un espacio en el esquema de Paco López, precisamente en el estadio en que escuchó por última vez su nombre entre los titulares.