Granada y Athletic adelantan los regalos navideños (1-1)

Un gol en propia puerta de Ruiz de Galarreta neutraliza en la reanudación el tanto anotado por Iñaki Williams el día anterior en un error de André Ferreira

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Lucas Boyé abraza a Ricard tras el tanto del empate | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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Faltan días para Nochebuena, pero Granada y Athletic han adelantado los regalos navideños para rubricar un empate en la reanudación de su encuentro, suspendido este domingo por el fallecimiento de Antonio Trujillo, abonado granadinista. André Ferreira envolvió el presente al conjunto vasco el día anterior con un error garrafal que permitió la celebración de Iñaki Williams. Ruiz de Galarreta, cortés, hizo lo propio al rematar hacia su propia portería un centro de Ricard este lunes. Los de Alexander Medina, embotados en ataque, lo recibieron gustosos, conscientes de que salieron beneficiados del reparto, aunque probablemente hubieran preferido retomar el pulso tras el mercado de invierno, con un plantel renovado y lanzas afiladas. A los leones no les salió el rugido, superiores pero armados con balas de fogueo. Los rojiblancos horizontales, si bien quedan más lejos de la permanencia, salen coleando. Un punto de fortuna en su temporada, tan lúgubre que parece escrita y dirigida por Tim Burton.

En el capítulo anterior del Granada-Athletic, todo iba torcido para los de casa. Quisieron adoptar la apariencia del ratón Jerry y amargar al felino que tenían delante, pero este león es más feroz que el gato de los dibujos animados y el roedor no tiene malicia. En un inicio intenso, Torrente se quitó la pelota de encima con la fortuna de que Aitor Paredes no despejó y Uzuni se vio con pista para acelerar. Cruzó con la zurda, arácnido Unai Simón para escupir el disparo. Hasta ahí duró la resultona fachada local. Iñaki Williams enseñó el colmillo en el contragolpe posterior y lo hincó en la siguiente que tuvo. El Athletic tomó el mando con combinaciones vertiginosas. Trianguló hasta que Lekue pudo colgar el centro y el mayor de los hermanos del cuadro vasco, inadvertido entre centrales, cabeceó picado. El balón saltó como una liebre sobre las manoplas de André Ferreira, que midió fatal y cantó por bulerías.

Lo que vino después fue una tragedia y un extraño reinicio del encuentro apenas 24 horas después. Tras un estremecedor minuto de silencio, y con los mismos protagonistas sobre el césped, De Marcos puso la pelota en juego desde la banda y todo continuó exactamente desde donde se dejó. El Granada retomó la faena obligado a remontar, aunque no mostró más que una rabia efervescente. Lo demás fue más de lo mismo: un planteamiento tan ordenado como inconsistente y carente de chispa, pese a la mejora del segundo tiempo. En cuanto Nico Williams entró en calor, André Ferreira empezó a escuchar las balas silbar a un lado y al otro. El extremo encaró a Ricard y combó un disparo desviado antes de que Paredes no lograra encauzar el frentazo en un saque de esquina. Ignasi Miquel, más tarde, hizo entrega de otro regalo, adormecido, al que Guruzeta le puso el lazo, pero Oihan Sancet se mostró demasiado compasivo.

El Granada era una expresión de impotencia, incapaz de llegar a la orilla con cierta sensación de peligro. Sus avances tan solo parecían tener algo de sentido cuando intervenía Gonzalo Villar. La ubicación del murciano un paso por delante en la medular acercó al equipo al modelo que el imaginario de Alexander Medina había preparado para afrontar el reto rojiblanco, aunque queda mucho por pulir. Bryan frotaba la lámpara con insistencia, desesperado, pero el genio no salía y no daba la impresión de que los nazaríes pudieran inquietar de alguna otra manera. Sin la inspiración del malagueño, es un equipo romo. Prados activó a André Ferreira desde la frontal y Guruzeta le exigió más en un impacto violento al galope. Iñaki Williams, más tarde, astilló el travesaño con un estético giro de cuello tras el servicio de Ruiz de Galarreta. Su hermano pequeño sentó seguidamente a Ricard y pisó el pedal derecho, pero con la izquierda la mandó a las nubes.

Los de Medina solo vieron el color de la indumentaria de Unai Simón cuando las miradas se iban ya hacia la bocana de vestuarios. Remató manso Torrente en una falta y De Marcos desbarató una doble ocasión tras el robo de Sergio Ruiz. Lucas Boyé, a la tercera, disparó con la escopeta de la feria. El acierto que otrora camuflaba las carencias de este equipo parece cosa del pasado. Incluso en el empate necesitó que fuera su adversario el que culminara. Al Athletic le invadió la parsimonia tras el descanso y los rojiblancos, espoleados por el calor de los puestos de descenso, elevaron las revoluciones. Uzuni cayó para construir la jugada y el teniente argentino se giró para habilitar la carrera de Ricard al espacio. El lateral trazó el centro y el ariete preparó el remate acrobático, el abc del fútbol, pero la pelota nunca le llegó. Se cruzó la testa de Ruiz de Galarreta, fuego amigo para abatir a Unai Simón.

Las tablas animaron a los huéspedes, pero también espabilaron al equipo del Txingurri, lo que deparó un intercambio de golpes al aire. Lekue voleó arriba y Guruzeta, a un lado antes de ceder su sitio a Villalibre. También saltó Yuri, que sigue infundiendo malas vibras en la afición nazarí, aunque lo primero que vio fue a Lucas Boyé errar en el corazón del área. Su asistente, Uzuni, penetró seguidamente para poner la pelota en órbita. Medina, en medio del tiroteo, centró al albanés y reemplazó al argentino por Callejón, además de inyectar creatina a la medular con la introducción de Petrovic.

Las pulsaciones fueron subiendo, pero nadie encontró la munición. Paredes remató al poste y Puertas saltó ya con el tiempo cumplido, en busca de la remontada. El descuento se agotó sin sobresaltos. El Granada salió coleando y con un punto de fortuna, aunque el pelotón de la Liga se le aleja. "Pudo ser peor", debió de pensar Alexander Medina tras la primera cita con su afición. No fue tan cruel como tantas en First Dates. El corte de la permanencia le queda ya a cinco unidades, si bien el mercado, su objetivo primordial en este momento, está un día más cerca.


Ficha técnica:

Granada CF: André Ferreira; Ricard, Ignasi Miquel, Torrente, Carlos Neva; Gumbau, Sergio Ruiz (Puertas, 91'), Gonzalo Villar (Petrovic, 79’); Uzuni, Bryan Zaragoza y Lucas Boyé (Callejón, 79’).

Athletic Club: Unai Simón; De Marcos (Yuri, 67’), Vivian, Aitor Paredes, Lekue; Ruiz de Galarreta (Ander Herrera, 79’), Beñat Prados (Nolaskoain, 88’); Iñaki Williams (Berenger, 79’), Oihan Sancet, Nico Williams; y Guruzeta (Villalibre, 67’).

Goles: 0-1: Iñaki Williams, min. 6; 1-1: Ruiz de Galarreta, en propia puerta, min. 55.

Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias, del comité madrileño. Amonestó a los visitantes Yuri y Nico Williams. Expulsó al segundo entrenador local, Luis Machado. 

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 16ª jornada de Liga en Primera División, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 12.849 espectadores. El encuentro fue suspendido por el fallecimiento de D. Antonio Trujillo, abonado número 892 del Granada CF, en plena disputa. El partido se reanudó el lunes 11 de diciembre, a las 21:00 horas. Durante la previa, los capitanes de ambos equipos colocaron un ramo de flores en la localidad de D. Antonio Trujillo. Antes de la reanudación del encuentro,se guardó un minuto de silencio en su memoria. Asimismo,los jugadores locales y visitantes saltaron al terreno de juego con una camiseta con el lema 'DEP Antonio' y portaron brazaletes negros.