Año nuevo, mismo Uzuni (1-0)
Una fugaz aparición del albanés, que marcó desde los once metros, resuelve en favor del Granada un tenso encuentro en el que ocurrió de todo y que pudo decantarse para cualquier bando
Año nuevo, mismo Uzuni. Una fugaz aparición del albanés, que conectó con Soro y anotó el dudoso penalti que este provocó, ha otorgado al Granada los tres puntos en su primer encuentro del año, ante un correoso Cartagena, sostenido en buena parte del choque por Aarón. El artillero siempre acude al rescate, ya sea desde el costado, como pareja en punta o como única referencia, como ha actuado en esta ocasión, en un once extraño. El héroe rojiblanco resolvió un partido tenso, de ritmo altísimo, en el que ocurrió de todo y que pudo decantarse para cualquier lado. El internacional volvió a ser el factor diferencial en Los Cármenes. No hay quien tosa al cuadro granadinista en su feudo, ni siquiera en tardes nubladas como la de esta jornada, también lluviosa, en la que ambos conjuntos terminaron con un hombre menos sobre el campo, y en gran medida es porque al pichichi de la categoría no se le moja la pólvora en el Zaidín ni bajo un diluvio. Algo tiene el barrio que saca lo mejor de él. Ya suma doce tantos y los de Paco López, sin brillar pese a ser incisivos y con cierto sufrimiento postrero, aprietan la clasificación por arriba.
Cabe imaginar que el vestuario es, en los minutos previos al primer partido del año, algo parecido al salón en el que se reúne la familia para comer las uvas en Nochevieja, todo un certamen de rituales y supersticiones para atraer la suerte. Con el rojo en la indumentaria por defecto, debió de haber más de un granadinista que midiera con rigurosidad sus pasos para entrar en el césped con la bota derecha. Tal vez, también Paco López conjuró la fortuna de algún modo, sin posibilidad de alinear a su once fetiche por las bajas -la de Meseguer durará menos de lo previsto, finalmente-. Se permitió experimentar, igual impulsado por aquello de empezar una vida nueva con el cambio de calendario. No inventó atrás, donde juntó a Cabaco e Ignasi Miquel, pero sí de ahí en adelante. Situó a Rochina en medio, con Petrovic, y dio cancha a Soro arriba, donde formó pareja con Uzuni, aunque algo más retrasado el maño.
El ensayo apenas duró en la medular los seis minutos que tardó Rochina en lesionarse. En un forcejeo con Sadiku, el atacante albinegro le cayó sobre la pierna y la rodilla le hizo un escorzo feo. Salió por su propio pie, pero para subirse en la camilla nada más cruzar los límites del campo. Entró Bodiger, mediocentro natural, mientras los de Paco López empezaban a dominar. Robaron el balón aun con uno menos, en lo que se preparaba el reemplazo, y comenzaron a merodear el área de Aarón. Melendo empuñaba la varita y la capa de invisibilidad, indetectable entre líneas, y los laterales entraban como bisturí. El Cartagena era un flan y a Soro se le iba la vida en la presión, con lo que la construcción visitante duraba un suspiro.
Se quitó Melendo el atuendo de camuflaje en una acción que pilló sorprendió a los de Luis Miguel Carrión y recibió escorado. Vio a Callejón en el segundo poste y le entregó un regalo tardío de Reyes. El motrileño lo aceptó con gusto, con un golpeo seco con el interior sin que cayera la pelota, pero Aarón, motivado ante la que fue su afición, repelió con el pecho en un gesto de portero de balonmano. Después fue Ricard el que testó el agarre de sus guantes y comprobó que el arquero quería robar el show, inactivos los suyos con balón. Se lesionó Musto, para agravar la jaqueca visitante, si bien el cuadro cartaginés ganó consistencia y orden con De Blasis más implicado en la elaboración.
Fue entonces cuando el Granada empezó a notar las consecuencias de jugar sin un ‘nueve’ puro. Uzuni era una isla y veía el balón en la distancia, inexperto en refriegas con centrales y ganar la posición para remates en el área. También se atascó el conjunto rojiblanco, una vez Melendo se volvió a poner la capa y se le olvidó quitársela. El tobillo de Bodiger no estaba bien calibrado y el Cartagena empezó a ver posibilidades. Se escapó Feuillassier hasta el las dependencias de Raúl Fernández, pero el portero anduvo atento para palmear. Cabaco, Miquel y Ricard, especialmente meritorio el choque del uruguayo, frenaron varios contragolpes en los que se olía el peligro y brotó cierto nerviosismo entre los rojiblancos. Acorralaron a su rival en un último intento de imponer autoridad, entre rifirrafes y disputas, antes del intermedio y Petrovic, que peinó un saque de esquina de Callejón, hizo volar a Aarón.
Tras el receso, superado el susto de un choque entre las cabezas de Raúl Fernández y Pablo Vázquez al borde del descanso, los dos contendiente se esmeraron en imprimir el mismo ritmo con el que terminó el primer acto, con lo que no tardaron de agitarse las áreas. Zigzagueó Neva para forzar una falta que Callejón, a quien le esquiva el gol a balón parado, rozara el larguero. Mandaban de nuevo los nazaríes, como al inicio del choque, pero, imprecisos, otorgaban chance a los de Luis Miguel Carrión. Paco López, rebotado en la banda, buscaba comprensión en el banquillo. Cayó Uzuni en una posición muy similar a la de la infracción anterior, pero en esta ocasión fue el propio albanés quien la mandó a la frente de uno de los integrantes de la barrera. Una tercera consecutiva fue a la grada, golpeada de nuevo por el motrileño.
Arreciaba la lluvia, intermitente todo el choque, y los dos equipos se empezaban a atenazar, tan incómodos como Miércoles Addams con un jersey rosa, siempre más incisivos los granadinistas. El empate perdía cotización en las casas de apuestas, pero el año nuevo no ha cambiado a Uzuni, incapaz de irse de Los Cármenes sin dejar su sello. Se despegó de Alcalá para asear una salida de Petrovic y encontró el hueco entre las piernas del central para habilitar a Soro en el área, justo antes de que cediera su puesto a Puertas. El de Ejea de los Caballeros armó la pierna y sintió un roce de Calero por detrás que le hizo caer. El contacto debió de ser nimio, casi imperceptible, pero lo apreció Busquet Ferrer y desde la sala VOR ratificaron su decisión. El albanés, superhéroe rojiblanco, asumió la responsabilidad desde los once metros y ajustó la pelota a la red, inalcanzable para la estirada de Aarón pese a que adivinó la trayectoria.
La duodécima diana del vengador granadinista no hizo más que agitar el encuentro, tenso ya de por sí. Se puso muelles en las botas Raúl Fernández para planear hasta en dos ocasiones, obligado por un cabezazo de Ortuño, primero, y por un latigazo de Sangalli, más tarde. Bodiger fue expulsado con dos amarillas muy seguidas, torpe el galo, y Paco López quiso amarrar el resultado con Sergio Ruiz y Quini, sin más ventanas para remover al equipo. La inquietud creció en la grada, pero a Alcalá se le cruzó el cable e igualó la nómina de futbolistas sobre el césped. Los nazaríes apretaron los dientes e, incluso, Uzuni pudo ampliar la renta, de nuevo resolutivo Aarón Escandell.
El sufrimiento rojiblanco se extendió durante los siete minutos de descuento, en los que el guardameta buscó el empate en un córner repelido y hubo intriga con un posible penalti por mano de Puertas que revisó el VAR, pero no se apreció nada punible. Al final, el duelo sí que tuvo algo de las tradicionales cenas de Nochevieja. No fue una cita pomposa, como sí lo son esas reuniones, pero acabó pareciéndose a los programas de televisión que anteceden y suceden a las uvas: siempre tienen el mismo guion, a los mismos intérpretes, en este caso a un terco goleador albanés y, por mucho que se repitan, hacen cantar a la parroquia en el salón de casa. El Granada, pese a todo, suma tres y achucha la zona noble. Ahora, le toca cumplir sus propósitos a domicilio. Eso sí que requiere rituales.
Ficha técnica:
Granada CF: Raúl Fernández; Ricard, Cabaco, Ignasi Miquel, Carlos Neva; Melendo (Sergio Ruiz, 86’), Rochina (Bodiger, 9’), Petrovic, Callejón (Quini, 86’); Soro (Puertas, 71’) y Uzuni.
FC Cartagena: Aarón Escandell; Calero, Pedro Alcalá, Pablo Vázquez, Datkovic (Jansson, 80’); Mikel Rico (Sangalli, 80’), Musto (Borja Valle, 20’); Feuillassier (David Ferreiro, 46’), Pablo De Blasis, Jairo Izquierdo; y Sadiku (Ortuño, 62’).
Goles: 1-0: Uzuni, de penalti, min. 70.
Árbitro: Mateo Busquets Ferrer, del comité balear. Amonestó a los visitantes Mikel Rico, De Blasis y Calero. Expulsó al local Bodiger, por doble amarilla, y al visitante Alcalá, con cartulina roja directa.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 22ª jornada de Liga en Segunda División, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 12.890 espectadores, alrededor de 200 de ellos procedentes de Cartagena. Antes del partido, se guardó un minuto de silencio en memoria de Pelé.