Solo un triunfo a domicilio en toda la primera vuelta

El Granada alcanza el ecuador de la temporada con un registro paupérrimo lejos de su estadio y un paso atrás en su progreso como visitante

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Callejón intenta robar el balón a Zé Ricardo | Foto: LaLiga
Chema Ruiz España
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El Granada ha alcanzado el ecuador de la temporada con un registro paupérrimo lejos de Los Cármenes. Con la derrota en casa del Lugo, el conjunto rojiblanco cierra la primera vuelta con solo un triunfo a domicilio, el que cosechó en la fecha inaugural del campeonato en Ibiza. Desde que Arezo, con una volea desde al poco tiempo de entrar al campo, ampliara el marcador en Can Misses, allá por el mes de agosto, el cuadro nazarí tan solo ha sido capaz de puntuar en otras tres salidas, ante Ponferradina, Cartagena y Málaga. En este tiempo, solo ha celebrado un gol más en estadio ajeno, precisamente el que sirvió para amarrar el punto en La Rosaleda. Es el segundo peor guarismo como forastero en toda la categoría, en contraste con el excelente rendimiento que el plantel granadinista ha desplegado en el Zaidín, que le ha permitido conservar su plaza de playoff, al menos, hasta el año que viene.

Paco López tampoco ha podido, por el momento, revertir la dinámica rojiblanca en condición de visitante, aunque el valenciano insiste en no tener en cuenta lo sucedido antes de su aterrizaje en el banquillo granadinista. Las sensaciones mejoraron mucho durante las dos primeras visitas del técnico, a Leganés y Málaga -sin contar la de Yecla en Copa del Rey-, pero este sábado, en Lugo, el cuadro nazarí sufrió cierta regresión. Mantuvo la posesión, pero, nublado, no supo con ella herir a un Lugo débil que quedó a punto de salir del descenso. Generó algunas ocasiones, sobre todo en el segundo tiempo, sin continuidad ni demasiada malicia.

Fue un paso atrás que, en cierta medida, recordó a versiones anteriores del Granada. No obstante, la tarde cenicienta del conjunto rojiblanco en el Anxo Carro no evitó ver un planteamiento ambicioso en el cuadro nazarí. La ejecución no le salió, pero el equipo no bajó los brazos y expuso una actitud eminentemente ofensiva, en busca de la igualada. Fue uno de los principales argumentos con los que Paco López defendió a sus pupilos. "El equipo tiene mentalidad ganadora, quiere ir a por los partidos, genera ocasiones fuera de casa", resaltó el técnico tras el encuentro.

Durante el partido, el conjunto granadino volvió a exhibir unas señas de identidad claras. Mira hacia la portería rival por encima de todas las cosas y ha asimilado un mecanismo de juego que otorga libertad creativa tanto a Callejón como a Melendo, para afilar la inquina de Jorge Molina y Uzuni. Sin embargo, el sistema cortocircuitó en los metros finales. Errores individuales de Ricard y Miguel Rubio condenaron al equipo a jugar con un hombre menos desde el minuto 38. Aun con ello, propuso más que su rival, sobre todo cuando Alberto Perea entró en el campo. El manchego viene entonándose en las últimas jornadas y ya acumula dos fechas en que aporta al equipo lo que necesita desde el banquillo. Tiene calidad y poso para templar momentos de descontrol, lo que en Lugo le permitió dirigir la recta final del choque y probar los reflejos de Óscar Whalley, acertado para rechazar el peligro.

Es la segunda ocasión en que el Granada de Paco López juega en inferioridad, después de la derrota en Leganés, de nuevo tras un desliz de Miguel Rubio que propició otro error, en este caso de Raúl Fernández. El conjunto rojiblanco solo ha disputado un partido completo en igualdad de fuerzas desde el cambio en el banquillo. En cierta medida, esta circunstancia es fruto del azar, pero también existe un factor que la propicia. Con el valenciano al frente, trata de jugar a un ritmo frenético que propicia que siempre sucedan cosas. Si todo se acelera, aumentan las posibilidades de que surjan precipitaciones o tensión.

Problemas futuros

La expulsión de Miguel Rubio no solo supuso una dificultad añadida en el Anxo Carro, sino que también condiciona la próxima jornada, la primera del año. Paco López no podrá contar con él ni con Víctor Díaz, que vio su quinta cartulina amarilla del curso y, por tanto, cumple ciclo. La recuperación de Cabaco, que incluso jugó el segundo tiempo en Lugo, llegó en el momento oportuno. A priori, Ignasi Miquel no tendría problema para jugar frente al Cartagena el próximo día 8 de enero, pues, aunque presenta molestias musculares, se quedó en Granada por precaución. De resultar algo más complejo, al técnico nazarí solamente le quedarían como opciones naturales Pepe y Raúl Torrente, hasta la fecha sin el alta competitiva este último. En cualquier caso, se verá obligado, de nuevo, a modificar su once.