Aitor Karanka, en el alambre

La continuidad de Aitor Karanka al frente del Granada se encuentra en entredicho. La reciente secuencia de resultados y, sobre todo, las sensaciones que ha dejado el equipo en sus últimos encuentros han provocado que el técnico rojiblanco sea cuestionado, no solamente por la afición, sino también por el propio club. La entidad estudia la situación del entrenador vitoriano, quien ha visto reducido al mínimo su margen de error tras el empate a cero cosechado este domingo frente al Huesca.

Fuentes de distintos estratos del Granada consultadas por GranadaDigital señalan que el club comprende la preocupación que en las últimas semanas cunde entre la hinchada rojiblanca, así como que la entidad analiza con detenimiento la tesitura y reflexiona sobre la continuidad del técnico. Otras fuentes sugieren que existiría cierta división en la estructura interna a este respecto, pues no todos los integrantes de la cúpula nazarí estarían de acuerdo con su destitución en este momento.

Desde el club, en cualquier caso, evitan señalar una fecha clave para decidir el futuro de Karanka, si bien la cita de este sábado, en casa de la Ponferradina, se antoja determinante. Si en El Toralín no lograse obtener un buen resultado, parece complicado que se sentara en el banquillo frente al Sporting de Gijón. De regresar con algo positivo, sí estaría previsto que se le prorrogara el plazo, al menos, una jornada más.

El técnico está siendo el centro de las críticas desde la derrota en Ipurua. Este domingo, frente al Huesca, la hinchada acompañó con pitos todo el encuentro y, al finalizar, un reducido sector de la grada llegó a pedir que se marchara. También a la salida del entrenador rojiblanco del estadio algunos hinchas cantaron "Karanka, vete ya".

Crispación de la hinchada

En el compromiso de este domingo, el técnico intentó revertir la dinámica del conjunto rojiblanco desde la alineación, pero el juego planteado por su equipo crispó a la hinchada. Apenas generó peligro sobre la portería de Andrés Fernández y los envíos en largo desde la defensa casi monopolizaron la iniciativa nazarí. Escaparon de esta tónica Rochina y Bryan Zaragoza, quienes fueron reemplazados para sorpresa de la afición. Además, pese al resultado y al fútbol desplegado por sus pupilos, realizó el cuarto cambio ya en el descuento, tras la expulsión de Cabaco, y se reservó el quinto, que se quedó en la recámara.

Pese a ello, Aitor Karanka sostuvo en su comparecencia ante los medios posterior al encuentro que no existen motivos por los que deba preocuparse, aunque reconoció que "ha sido un partido malo". "Estamos en la senda adecuada. Es en la que creemos y en la que queremos seguir", afirmó el técnico rojiblanco. Su entorno prefiere guardar silencio. En Ponferrada, se jugará en buena medida su futuro al frente del Granada.