El Granada, dependiente de la inspiración de sus delanteros

El conjunto rojiblanco, que ha encajado en todos los partidos de la temporada, sigue sin suprimir errores y subordina sus puntos al acierto de sus atacantes

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Callejón se lamenta tras un gol del Girona en Los Cármenes | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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La última derrota del Granada, ante Osasuna, ha vuelto a mostrar las costuras del conjunto rojiblanco, subordinado al acierto arriba para, al menos, sumar de uno en uno. No cesan los errores atrás ni las desconexiones, si bien sus consecuencias fueron minimizadas en jornadas anteriores por la eficacia nazarí en el área rival. Cuando las musas no guían a los atacantes del equipo, en cambio, las secuelas son letales. En El Sadar no se encendió la bombilla de Bryan Zaragoza ni de Lucas Boyé, ni tampoco prendieron las cerillas en los recambios, con lo que los fallos se cobraron tres puntos en contra de los de Paco López. Reforzaron la idea de que el cuadro granadinista es una obra inacabada que depende casi exclusivamente del atino de sus delanteros para enderezar el rumbo. Su aportación, con once dianas de las 15 que acumula el combinado granadino, es notable, pero por sí sola no da para evitar el naufragio.

Al equipo le urge finalizar la búsqueda de simetría entre defensa y ataque. Las prestaciones ofensivas y una fortificación progresiva, aunque insuficiente, de la coraza permitieron al Granada acariciar este equilibrio, pero en ningún momento suprimió lagunas graves. Ante el Betis, un error no forzado costó tal vez una victoria; en Almería, siete minutos de desconexión provocaron un destrozo, y contra el Barça, un desajuste en el tramo final del duelo evitó la machada. En todos estos encuentros, el acierto de los atacantes rojiblancos, espoleado por la garra de Lucas Boyé y la imaginación de Bryan Zaragoza, minimizó las consecuencias. En El Sadar, donde las musas no guiaron al malagueño y la brega del argentino se topó con un muro, la profundidad granadinista se disipó y los fallos atrás propiciaron la derrota rojiblanca.

Ricard quedó descolgado para habilitar a Budimir en el primer tanto rojillo, mientras que el croata escapó después del marcaje de Ignasi Miquel para forzar el penalti que supuso el segundo gol. Tras cada uno de ellos, un tramo de depresión ya habitual en los de franjas horizontales cada vez que encajan. Con un ataque romo, no hubo respuesta rojiblanca, ni siquiera a través de los retoques tácticos de Paco López. El técnico ha encontrado variables con las que aprovechar al máximo su fondo de armario y dotar de recursos a su plantel, como la introducción de Álvaro Carreras. Sus estrategias, no obstante, han demostrado ser ineficaces en cuanto a evitar concesiones y su resultado solamente ha sido positivo cuando hubo luz ofensiva.

La visita a Osasuna fue el tercer encuentro en el que el Granada no ha marcado en esta campaña, tras los duelos ante Rayo Vallecano y Las Palmas. En ninguno de ellos ha conseguido puntuar siquiera, porque no ha habido todavía un partido en lo que va de curso en el que el conjunto rojiblanco no haya encajado gol. Una inercia que hace imposible sacar algo positivo sin ver puerta, además de reducir el valor de sus dianas, como le sucedió ante la Real Sociedad o frente al Girona.

Los datos individuales de la plantilla, además, revelan uno de los principales síntomas de esta patología rojiblanca. El gol se reparte casi en exclusiva entre los tres delanteros titulares del Granada, con escasa aportación de otras líneas. De los 15 que ha marcado el equipo hasta la fecha, once llevan la rúbrica de Bryan Zaragoza (5), Lucas Boyé (3) y Uzuni (3). La participación goleadora del resto de la plantilla se limita al cabezazo de Miguel Rubio ante el Mallorca y el disparo ajustado de Ricard en Almería. Las dos muescas que completan el cómputo total del conjunto rojiblanco hasta ahora son la de Samu Omorodion al Atlético de Madrid y la de Le Normand en propia puerta.

La dependencia del acierto de sus atacantes mantiene al Granada en puestos de descenso al cierre de la décima jornada, instalado en la penúltima posición. Suma seis puntos, tres más que el Almería, aún colista. El corte, que ahora lo marca el Mallorca, está a ocho.