El día en que Bryan Zaragoza dio el paso que le pedía Karanka
El canterano, que ha terminado convenciendo al técnico para dar el salto al equipo, guio el ataque del Granada en su primera titularidad
Un joven futbolista asoma entre la plantilla del Granada como inspirador de ilusión en la parroquia rojiblanca desde este verano. Bryan Zaragoza, la mayor de las sorpresas en el once que Aitor Karanka confeccionó para afrontar la visita del Huesca, fue junto a Rochina el encargado de canalizar el caudal ofensivo del cuadro nazarí. En su primera titularidad en el fútbol profesional, el joven malagueño refrendó las sensaciones que, con fugaces destellos, había generado en semanas anteriores al entrar en juego desde el banquillo. Este domingo, el canterano cruzó el umbral del primer equipo con un paso firme que proyecta un futuro prometedor.
Era lo que le pedía el técnico vitoriano, que, en su primera comparecencia tras su vuelta al Granada, reparó en la tesitura del malagueño, cuestionado por los canteranos que iniciaron la preparación estival con la plantilla. "He hablado con él; para jugar en alta competición necesita dar un pasito más", sostuvo entonces. Desde el primer momento, Karanka observó en él las cualidades que le permitían despuntar en categorías inferiores: una velocidad endiablada, desborde electrizante y tesón. "Es muy bueno", llegó a afirmar. Sin embargo, también detectó ciertas carencias, en especial en el plano defensivo, que despertaban cierto recelo en el preparador.
El joven Bryan Zaragoza, pese a ello, fue tenaz. Se propuso aprovechar cada oportunidad de la que dispusiera para tratar de convencer al entrenador del Granada. Agitó el amistoso frente al Córdoba y brilló contra el Linares, en un encuentro en el que marcó y asistió, durante la pretemporada, aunque cambiar la opinión de Karanka le costó más que eso. Continuó trabajando en cada ensayo mientras se caían de la dinámica habitual del grupo los demás recreativistas que empezaron la preparación veraniega. Mario Da Costa, Mario González o Miki Bosch, aunque todavía trabajan con el primer equipo con frecuencia, fueron incorporándose a los entrenos del filial. Otros, a quienes se hacía hueco en la plantilla, incluso optaron por salir en busca de minutos conforme el club iba sumando jugadores en nómina, como Isma Ruiz y Adri Butzke. Él persistió.
Comenzó el curso y empezó a ver partidos desde el banquillo. Así pasaron las cuatro primeras jornadas, con Bryan Zaragoza en convocatoria, pero sin minutos. Debutó en Ipurua, con 18 minutos por delante y un equipo en plena descomposición, por lo que no pudo tener demasiado impacto. Sí revolucionó el choque frente al Mirandés, en el que dispuso de casi media hora para acelerar el ritmo del juego rojiblanco e imprimirle profundidad, una actuación que consolidó su candidatura para la visita a Las Palmas. El propio Karanka reconoció este domingo, en su comparecencia posterior al enfrentamiento con el Huesca, que pensó otorgarle la titularidad en el Estadio Gran Canaria, pero finalmente se decantó por un ataque compuesto por Puertas, Callejón y Rochina. Como ante el Eibar, salió a falta de 17 minutos y aportó brío, aunque no fue suficiente para impedir la derrota.
Su oportunidad llegó frente al Huesca, en Los Cármenes. Fue parte del lavado de cara que el técnico rojiblanco aplicó a su alineación. Se apostó en el costado diestro, con Uzuni por el carril contrario, y desde allí intentó desajustar a la zaga oscense. En el primer acto, encaró a Florian Miguel antes de descargar sobre la llegada de Rochina, que, al entrar desde segunda línea, golpeó arriba. En el segundo tiempo, zigzagueó hasta la frontal del área rival para forzar una falta que el propio mediapunta valenciano lanzó, también desviada. Fue pocos minutos antes de que Karanka sorprendiera con su sustitución, que puso fin a una actuación convincente. El paso de las jornadas en este curso puede encumbrarle como un potencial jugador del primer equipo. De momento, en Ponferrada tendrá otra oportunidad para seguir convenciendo al técnico.