El Granada dispone del techo salarial más alto de Segunda
LaLiga ha dado a conocer este viernes el límite de coste de plantilla de todos los clubes de la categoría, en la que el conjunto rojiblanco es el que ostenta el mayor margen
El Granada dispone del techo salarial más alto de toda la Segunda División. LaLiga ha dado a conocer este viernes el límite de coste de plantilla de todos los clubes de la categoría, en la que el conjunto rojiblanco, con un tope de 29.126.000 euros al cierre del mercado veraniego de fichajes, ostenta el mayor margen. Le sigue de lejos el Leganés, con 19,522 'kilos', por delante de un Eibar que cierra el podio de este particular ranking con 13,208 millones.
Los 29,126 millones de euros en los que ha quedado este índice para el Granada suponen una caída de casi la mitad con respecto a límite salarial con el que el club rojiblanco inició el curso pasado. Entonces, el cálculo quedó en 53,498 'kilos tras la clausura de la ventana estival de traspasos. Al cierre del mercado invernal, no obstante, este margen quedó ampliado hasta los 56,793 millones de euros.
El límite de coste de plantilla es, como detalla LaLiga en su portal oficial, el importe máximo que cada club puede consumir durante la temporada tras el mercado de verano. Este abarca el gasto en jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico, que son los efectivos pertenecientes a la plantilla inscribible. También comprende el gasto en el filial, las categorías inferiores y otras secciones de la entidad, que conforman la denominada plantilla no inscribible. En esta cantidad quedan incluidos salarios, seguridad social, primas colectivas, gastos en traspasos y amortizaciones.
Este índice es una cantidad que propone cada club a LaLiga, cuyo Órgano de Validación se encarga de aprobarlo o rectificarlo "hasta el importe que garantice la estabilidad financiera del club". "La solicitud que tramita un club de su límite de coste de la plantilla deportiva no siempre corresponde con su límite máximo", matiza la entidad que rige la competición, sino que cada equipo solicita el techo salarial que estima oportuno para afrontar sus gastos deportivos, siempre que no supere su cota máxima. Este margen no tiene por qué ser agotado en su totalidad y puede verse incrementado.