Luis Milla: "Todo el mundo tiene la sensación de que el Granada es un club inestable"
El centrocampista regresa este sábado a Los Cármenes con el Getafe tras una salida controvertida: "No hay nadie más dolido que yo por haber descendido"
Luis Milla (Madrid, 1994) vistió la camiseta del Granada durante tan solo dos temporadas, pero en ese tiempo vivió de todo. El mediocentro debutó en Primera División como rojiblanco, de la mano de Diego Martínez, y fue un futbolista importante de aquel equipo que alcanzó los cuartos de final de la Europa League. También estuvo dentro durante la descomposición de la fórmula del mayor éxito en la historia del club, que desembocó en un descenso en el curso inmediatamente posterior. El centrocampista, que había aterrizado en la máxima categoría del fútbol español con 27 años, deseaba continuar en la élite, por lo que buscó una salida. Una intrincada operación le llevó al Getafe, con el que este sábado regresa a Los Cármenes para reencontrarse con una afición que no perdonó su marcha.
El mediocentro se encuentra ahora en plena reincorporación a la dinámica competitiva azulona, después de superar una lesión que, incluso, le ha obligado a pasar por quirófano. Conversa con GranadaDigital tras el entrenamiento del jueves, en una tanda de atención a los medios de comunicación que le alegra. "Llevo cuatro meses sin hacer entrevistas, así que significa que estoy otra vez de vuelta", se le intuye una sonrisa al otro lado del teléfono. Responde con claridad y su voz adquiere seriedad cuando aborda el descenso. No esquiva la responsabilidad de los futbolistas, y asegura "respetar" la postura de la afición rojiblanca tras su salida, incluso la de aquellos hinchas que cuestionaron su lesión ante el Espanyol. "Ojalá haber podido estar en el terreno de juego para poder tirar el penalti y no haberme lesionado", desea. Tampoco esconde la percepción de inestabilidad que sintió el vestuario.
Pregunta: ¿Cómo se está encontrando después de haber pasado tanto tiempo sin poder jugar?
Respuesta: Muy bien, estoy muy contento por la decisión que tomé después de tener otro problema en una situación parecida a la que tuve en Granada en su momento. Decidí operarme y, por suerte, las cosas han salido bien. La recuperación ha ido muy bien y ahora la verdad es que me estoy encontrando otra vez al cien por cien para sentirme futbolista y poder ayudar al equipo. Estoy muy feliz después de todo este tiempo.
P.: Regresa en el momento que más le podía necesitar su equipo, tras la lesión de Arambarri.
R.: Pues sí. Ojalá que no hubiera tenido que ser así, sino con todos mis compañeros disponibles, sin que Mauro tuviera el problema que ha tenido. Pero, por la situación, quizás el equipo necesita más gente para ese puesto, así que estoy feliz de haber vuelto y poder ayudar en este momento.
P.: El Getafe, hasta el momento, ha firmado un buen comienzo.
R.: El equipo está siendo muy competitivo. Llevábamos cinco empates y sentíamos que, quizás, habíamos merecido alguna victoria. Necesitamos la que conseguimos el otro día contra el Cádiz. El equipo está bien, entrena bien y está muy bien preparado, con ganas de seguir consiguiendo resultados positivos. Siempre que empatas, si al día siguiente eres capaz de ganar, las cosas se ven medio llenas, en lugar de medio vacías. El otro día lo conseguimos y nos tiene que dar confianza para afrontar el partido del sábado con la ilusión y las ganas de hacer un gran partido y poder llevarnos los tres puntos.
P.: ¿Cómo es trabajar con Bordalás?
R.: Es -ríe- muy exigente. Tienes que estar muy bien preparado, porque te lleva al límite en cuanto al entrenamiento y eso te hace sacar el máximo rendimiento. Yo no concibo otra forma de vivir esta profesión y de poder conseguir estar al cien por cien que no sea entrenar de la forma en la que se hace aquí. En este caso, la verdad es que es algo que tiene muy metido el cuerpo técnico, tanto el míster como la gente que trabaja con él. El equipo consigue estar bien preparado para lo que se espera en los partidos.
P.: Es un mediocentro de corte jugón, de los que disfrutan con la pelota, de toque y llegada, unas cualidades que, en cierta medida, parecen alejarse del fútbol aguerrido que le gusta al técnico. ¿Se siente cómodo en este estilo de juego?
R.: Es que yo veo el tema de los estilos un poco antiguo. El jugador tiene que adaptarse a todo lo que conlleva un partido, y en un encuentro hay muchas fases. Yo, por lo menos, tengo la filosofía de disfrutar tanto con balón como sin balón. Intento defender igual que mis compañeros, prepararme físicamente para estar listo para esos momentos en los que toque sufrir. El estilo tiene que ver con adaptarse a cada momento y yo no soy una persona que me quiera encasquetar en solo poder jugar con balón, porque el fútbol de hoy en día no es solo balón. En ningún partido tienes el balón los 90 minutos.
P.: Su vuelta llega justo a tiempo para regresar a Los Cármenes.
R.: Sí, justo. Por dos o tres partidos, por suerte, he podido llevar la recuperación en los plazos que nos marcamos desde que me operé. La verdad es que era una fecha que estaba marcada en mi calendario porque es un sitio especial para mí. Estoy muy feliz de volver a Los Cármenes, de volver a estar disponible y de poder vivir un partido que, seguro, tendrá un ambiente especial.
P.: En Granada vivió de todo. Debutó en Primera, jugó Europa League, descendió…
R.: La verdad es que sí. Viví un año que para mí es inolvidable, especial no solo para mí, sino para toda la gente que lo vivió, para el granadinismo. Algo irrepetible. El siguiente año no fue lo que se esperaba, no estuvimos a la altura de lo que se nos pidió, que era mantener al equipo en Primera División, y, por desgracia, no conseguimos la salvación. Fue una etapa en la que pude vivir todo, lo peor del fútbol, que yo creo que es un descenso. Me siento triste por haberme ido en ese momento, cuando el club no consiguió la salvación, pero así fue.
P.: ¿Qué recuerdo guarda de aquellos dos años?
R.: Tengo recuerdos de todo tipo, porque viví todo lo que se puede vivir en el fútbol, pero intento quedarme con lo positivo. Haber vivido en un grupo, en una Ciudad Deportiva con gente que trabaja para los jugadores y para el club a la que guardo un gran cariño. Viví dos años especiales, a pesar de los resultados en el segundo año. Guardo un gran recuerdo de todo lo vivido con esa gente, con los compañeros y con la gente también de la ciudad, con la que tengo relación. Lo recuerdo con mucho cariño.
"Viví algo irrepetible. El siguiente año no estuvimos a la altura de lo que se nos pidió, que era mantener al equipo en Primera"
P.: Se estrena de la mano de Diego Martínez, que insiste en su fichaje junto a Fran Sánchez y le da importancia desde el primer momento, pese al salto de categoría. ¿Qué supuso en su carrera trabajar con el técnico vigués?
R.: Hacia Diego yo solo tengo palabras de agradecimiento y, sobre todo, buenas palabras en cuanto a lo profesional. He tenido grandísimos entrenadores, de los que me he quemado muchas cosas para, en un futuro, poderlas transmitir cuando, ojalá, yo sea entrenador. Pero de Diego me quedo con todo. Le considero un gran entrenador, que transmite todo lo que hay que transmitir para conseguir resultados. Le estoy muy agradecido por todo lo que vivir con él, por todo lo que me dio, por la oportunidad. Siempre me alegraré de todo lo bien que le vaya. Ojalá que le siga yendo bien.
P.: Ahora que ha pasado el tiempo, ¿ha encontrado una explicación al descenso del equipo un año después de jugar Europa?
R.: Bueno, todos tenemos nuestra parte de culpa. Los jugadores no estuvimos en el nivel que se esperaba. Eso es así, hay que saberlo. Todos. No tuvimos el año que había que tener para que el club mantuviera la categoría. Cuando pasa algo así, todos debemos mirar hacia dentro y ver qué no hicimos bien para no conseguir la salvación viniendo de donde lo hacíamos. Hubo muchos cambios. Cambió mucho el club de un año para otro. Hay que ver la responsabilidad de cada uno. Yo sé lo que pensamos los jugadores, en el sentido de que no estuvimos bien y lo asumimos. Se dio ese año así.
P.: ¿Le ha dado muchas vueltas a aquel último partido de Liga, ante el Espanyol?
R.: En aquel momento, ojalá haber podido estar en el terreno de juego para poder tirar el penalti, ojalá no haberme lesionado para poder ayudar al equipo los 90 minutos, pero si había una persona en la que confiaba para que lo tirase era Jorge Molina. Esto es el fútbol. Los que se ponen en el punto de penalti son los que tienen la oportunidad de fallarlo. Por desgracia, no fuimos capaces de ganar ese partido que teníamos que ganar. Yo me quedé triste porque en el último partido no pude ayudar de la forma que me hubiera gustado y de que el equipo no pudiera mantener la categoría.
P.: ¿Cómo se produce su marcha al Getafe?
R.: Ya sois conscientes de cómo fue todo. Yo tenía contrato con el club, pero, al final, el jugador tiene una carrera corta. Mi ambición, después de todo lo que me había costado poder estar en Primera División, era seguir en la categoría. Luché por ello, por lo que sentía que me merecía. Por suerte, el Getafe apostó por mí e hizo un gran esfuerzo para que yo viniera. Estoy muy agradecido por ello. Lo importante es que el club se llevó una operación importante por mí y yo pude estar donde quería.
P.: Hay muchos aficionados que no perdonan su marcha tras el descenso. Volcaron en redes sociales su enfado e, incluso, dudaron de su lesión en el último partido de Liga.
R.: Fue difícil porque a uno no le gusta sentir, leer o escuchar según qué tipo de comentarios. Pero bueno, respeto a todo el mundo que piense que no tomé la decisión que tenía que tomar, igual que espero que toda esa gente respete la decisión que yo tomé. Sobre la lesión, creedme que no hay nadie que esté más dolido por no haber ayudado o por haber descendido con el Granada, en un sitio en el que yo era muy feliz, valoraba mucho y había vivido uno de los mejores años de mi vida. Te puedes imaginar que contento no estuve ni lo pasé bien por lesionarme y no poder ayudar a mi equipo. Fue duro vivir eso.
P.: ¿Qué recibimiento espera de una afición con la que, por cierto, no pudo llegar a compartir su mejor temporada?
R.: Es una pena que, con el ambiente que había en Los Cármenes, el que se había generado desde la época de Diego con el arraigo que había tenido la gente con el equipo, no haya podido vivir el mejor año de su historia, que lo hubieran disfrutado tanto como lo hicimos todos los jugadores. Respeto a la gente que esté dolida y demuestre ese dolor de alguna forma. Yo tengo mucho cariño por la afición del Granada, por la gente que trabaja en el club y los compañeros con los que he vivido tanto. Eso es lo que yo siento hacia ellos.
"A uno no le gusta sentir, leer o escuchar según qué tipo de comentarios. Respeto a todo el mundo que piense que no tomé la decisión que tenía que tomar. Fue duro vivir eso"
P.: ¿Sigue al Granada desde que se marchó?
R.: Sí, tengo contacto con jugadores de allí y con gente que trabaja allí. Los he seguido y me he alegrado mucho de que volvieran tan rápido a Primera División, porque no entiendo que el Granada pueda estar en Segunda. Estoy muy feliz por ello. Lo he disfrutado mucho y me he alegrado mucho por toda esa gente con la que he trabajado, con la que he convivido, y también por la afición, porque el año que pasamos fue muy duro.
P.: ¿Qué le está pareciendo el conjunto rojiblanco?
R.: Está en una situación complicada, pero es el mismo cuerpo técnico que llevó al club otra vez a Primera. Muchos de los jugadores consiguieron ese ascenso y creo que la gente tiene que confiar en ellos. Está claro que no está en una situación fácil, pero yo confío en que a partir del domingo pueda conseguir los resultados para quedarse en Primera.
P.: ¿Cómo cree que será el partido?
R.: Será un partido muy difícil, por la necesidad que tienen ellos. Es importante que nosotros sintamos también esa necesidad de ganar y seguir sumando puntos, que, a pesar de tener 15, esto está muy igualado. Somos conscientes de que el equipo debe tener ambición y la cosa de intentar ganar en cada campo. Así vamos a ir, sabiendo que nos encontraremos un ambiente difícil, caliente por dónde están y lo que ellos se juegan, pero no nos jugamos nosotros menos.
P.: El encargado de negociar su marcha fue Nico Rodríguez, el último directivo que ha salido del Granada. Durante su etapa en el club, vivió cambios profundos en la estructura, como mencionaba. ¿Tuvo en algún momento la sensación de que no es una entidad estable?
R.: No es la sensación que tengo yo, es la sensación que tiene todo el mundo, que no se acaba de tener una estabilidad en el club para que las cosas funcionen de forma normal. Pero soy yo quién para valorar eso. Lo único que puedo decir es que las cosas funcionaron de una forma porque había una estabilidad en el club, gente que llevaba tiempo trabajando de la misma forma. Así llegan las cosas buenas, no es casualidad. Luego, empezaron los cambios, pero no depende de nosotros, de los jugadores, valorar eso. Nos dedicamos a jugar. Todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, pero, por desgracia, no ayudaron tantos cambios.