"Sufrir un golpe cada jornada mina la moral y hace cada vez más daño"
Sergio Ruiz evita hablar de descenso "porque no es matemático", pero reconoce la temporada es "mala" e invita a "seguir compitiendo por respeto y orgullo"
Sergio Ruiz (Astillero, 1994) es un tipo que inocula normalidad en la burbuja del fútbol profesional. No abandonó los estudios hasta obtener un doble grado en Administración y Dirección de Empresas, como tampoco descuidó su salud mental y abrió un paréntesis en su carrera para sanar. Cosas tan cotidianas que suelen escapar a la realidad futbolística. El cántabro ha recorrido un largo camino hasta alcanzar la Primera División, categoría en la que se estrena este curso, pero al llegar se ha encontrado la caída libre de su equipo. No esquiva la crudeza de la situación en que se halla el Granada, aunque se resiste a hablar de descenso "hasta que las matemáticas no lo digan". Con una sonrisa amable que mantiene durante toda su conversación con GranadaDigital, invita a "seguir compitiendo por respeto y por orgullo", pero reconoce que el rumbo rojiblanco "mina la moral y hace cada vez más daño".
Pregunta: No es muy habitual encontrar a un futbolista en Primera División con un doble grado en Administración y Dirección de Empresas.
Respuesta: Coincidió justo cuando estaba empezando un poco mi carrera, por lo que pude compaginarlo bien. La verdad es que fueron años complicados, porque entre entrenamientos y estudios, no tenía mucho tiempo, pero lo pude sacar y ojalá en un futuro lo pueda utilizar para mi vida.
P.: Tampoco es muy frecuente en el mundo del fútbol aceptar los problemas de salud mental y afrontarlos de la manera en que usted lo hizo.
R.: Creo que cada vez es más natural y la gente lo comenta más, porque cada vez hay más casos y se está dando más visibilidad. Pero es verdad que es un tema que, al final, va en lo individual de cada persona, si se siente cómoda al contarlo o no, o le puede ayudar. En mi caso, fueron unos meses un poco complicados, pero lo comenté, me ayudaron un montón y, gracias al trabajo de toda esa gente que tuve a mi alrededor, quedó superada aquella época.
P.: ¿Cree que en el fútbol profesional falta un poco de normalidad?
R.: Sí, pero creo que se está haciendo más natural. Más allá de que somos futbolistas, somos personas, con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros problemas y nuestras inquietudes. En cuanto al tema mental, cada vez hay más psicólogos en los equipos, cada vez se da más importancia al estado mental y anímico, a toda la influencia que tiene luego en el juego y el rendimiento del jugador. Se está dando normalidad y es algo que se debería hacer así.
"Más allá de que somos futbolistas, somos personas, con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros problemas y nuestras inquietudes"
P.: Llevar una temporada como esta requiere un gran trabajo en gestión emocional.
R.: Sí, es fundamental. Cuando estás así, en una temporada difícil en la que las cosas no acaban de salir y también hay mucha presión porque estamos en Primera División y tenemos que competir, ese trabajo también es muy importante. A nivel individual, nos influye que los resultados no salgan. Por eso creo que hay que mantener el equilibrio e intentar, en este caso con la ayuda del psicólogo, decirlo el que tenga problemas para que nos ayude.
P.: El partido frente al Valencia era, en palabras del propio Sandoval, la última bala del Granada. Se escapó. Ahora, ¿qué?
R.: Bueno, ahora, hasta que las matemáticas no digan lo contrario, afrontar cada partido con la máxima ilusión, intentar ganarlo. Es verdad que no escondemos la realidad, que está prácticamente imposible, pero estando en esta situación o en otra, al final, tendremos que estar pensando en el próximo partido, intentar ganar y hacerlo bien. Así lo haremos, enfrentándonos esta semana al Alavés e intentando dar una buena imagen. Por desgracia, por una circunstancia o por otra, no nos está dando para conseguir las victorias. Cuando llevamos dos en 30 partidos, los datos hablan por sí solos. Evidentemente, es una temporada mala.
P.: La imagen al término del encuentro fue desoladora. Incluso Sandoval reconoció que tuvo que consolar a varios jugadores.
R.: La sensación es de resignación. Si luego analizas el partido un poco más a fondo, ves estadísticas, datos de ocasiones de gol y llegadas, que a priori hacen pensar que si alguien se tenía que haber llevado el partido éramos nosotros, pero el fútbol es así de caprichoso. No se dio, ellos consiguieron la victoria. Ha habido partidos a lo largo del año en los que no hemos competido bien, pero también ha habido otros en los que creo que hemos sido mejores y no hemos sacado puntos. La sensación es de intentar seguir, llegar hasta donde podamos y seguir compitiendo.
P.: ¿Cómo han sido estos días en el vestuario?
R.: Evidentemente, no es fácil, pero creo que tenemos una cosa muy buena, y es que el grupo que hay, ya no solo de jugadores, sino de cuerpo técnico, fisios y toda la gente que está aquí trabajando en el día a día, lo está haciendo muy ameno. Dentro de la situación, siempre están ayudando. Así es más fácil, porque, si no, en otra situación, el día a día se puede hacer complicado.
P.: Hace tiempo que el equipo transmite la sensación de no tener confianza y se derrumba al mínimo golpe.
R.: Sí. Aunque no quieras mirarlo, te ves en la situación en la que estás, donde prácticamente está imposible la salvación y a nivel emocional, quieras o no, acabas pensando en ello, te acaba influyendo. Estás compitiendo, lo estás haciendo bien, como el otro día, pero al mínimo golpe, el rival te consigue hacer gol y tú no. Haber sufrido esto jornada tras jornada va minando un poco la moral y haciendo cada vez más daño. Creo que es lo que se ve. Nos falta esa confianza, esa personalidad, porque la situación influye.
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P.: Quedan ocho jornadas por disputar. Debe de ser difícil motivar a un futbolista para jugar un partido en estas circunstancias. ¿Cómo se pueden afrontar tantos encuentros en la situación actual del equipo?
R.: Cada uno debe buscar sus motivaciones. Tenemos también que valorar dónde estamos, que es Primera División y, en mi caso, es la primera temporada. Después de mucho esfuerzo, he podido jugar en Primera División e intento valorar cada partido aunque estemos en una situación mala. Creo que todos debemos hacer lo mismo, también por respeto. Ya no solo al club, sino a nosotros mismos como profesionales. Es lo que tenemos que hacer, lo que nos toca. Es una situación difícil. Hay momentos buenos y malos; ahora, toca uno malo, pero tenemos que seguir compitiendo. Sobre todo, por respeto, por orgullo y por nosotros mismos.
"Tenemos que seguir compitiendo por respeto y por orgullo"
P.: ¿Qué cree que ha salido mal?
R.: Es difícil. Cuando haces una temporada tan mala, es difícil achacarlo a una sola cosa. Con tanto cambio de entrenador, también ha habido mucho cambio de jugadores… Creo que no ha habido estabilidad a lo largo de la temporada. Cuando va mal, se intentan cambiar muchas cosas y es complicado buscar un motivo claro. Los jugadores tampoco hemos estado al nivel que se nos supondría para la categoría. Han sido varios factores. Luego, cuando acabe la temporada y con tiempo, será más fácil analizarlo y ver qué ha fallado en todos los aspectos.
P.: ¿En qué momento percibieron que la deriva ya era irrevocable?
R.: En estas últimas jornadas. En el partido contra la Real Sociedad, que vas ganando casi hasta el final y te remontan, el otro día en Cádiz… En los últimos partidos. Ha sido el culmen de decir ‘no es nuestro año, no nos salen las cosas, va a ser muy complicado’. Aun así, el otro día, por ejemplo, el equipo dio la cara, dentro de que la situación no es la idónea y teníamos a un Valencia delante, con el buen año que están haciendo. Dentro de lo que cabe, es lo que debemos hacer, seguir dando la cara, compitiendo, que pasen las jornadas y lleguemos lo mejor posible.
P.: Sandoval llegó al banquillo recientemente con una dosis de positividad. ¿Qué ha aportado hasta ahora en el vestuario?
R.: Ha venido con muchas ganas e ilusión. Cuando hay un cambio de entrenador, cambian muchas cosas. Se nota esa energía nueva que trae. Nos ha transmitido mucha confianza, que tengamos personalidad y juguemos como sabemos, que tenemos mucho más fútbol del que hemos demostrado. Intenta liberarnos, ayudarnos a nivel emocional y mental a dar nuestra mejor versión. Creo que, por ese camino, lo está haciendo muy bien.
P.: Antes, otros dos técnicos. Paco López se marchó respaldado por toda la plantilla. La despedida de Alexander Medina, sin embargo, pareció más fría.
R.: Sí, también porque las circunstancias fueron diferentes. Con Paco llevábamos mucho tiempo juntos y conseguimos ese ascenso, vivimos momentos muy felices. Cuando toca una destitución, al llevar muchas emociones y haber convivido mucho más, es diferente de cuando se marcha el Cacique, que estuvo 14 o 15 partidos. La situación no fue fácil y la cercanía que teníamos con Paco no es la misma que tuvimos con Medina. Sobre todo, por eso, por el tiempo que llevábamos juntos.
P.: Se hace raro hacer balance de la temporada a dos meses del final.
R.: Sí, no nos gustaría que el balance lo tuviéramos que hacer ahora, sino a final de temporada y habiendo cumplido el objetivo, pero para lo bueno y lo malo, el fútbol es así. A veces, es así de duro. Hay que aceptarlo. Igual que el año pasado estábamos celebrando ese ascenso, ahora toca vivir esta experiencia no tan positiva, pero veremos lo que pasa de aquí a final de temporada.
P.: ¿Cree que hay que asumirlo y comenzar a pensar en la próxima temporada?
R.: Hasta que las matemáticas no lo digan, creo que no debemos asumirlo. No es lo mismo que aceptar que es una situación casi límite. Hasta que podamos, debemos y tenemos que seguir compitiendo, intentando ganar partidos. Todos los que se ganen, todos los puntos que se sumen, serán positivos. Ya no para este año, sino para el futuro de todos.
"Cuando haces una temporada tan mala, es difícil achacarlo a un solo factor"
P.: ¿Cómo está viviendo esta situación en el que es su primer ejercicio en Primera División?
R.: Con un sabor agridulce, de poder estar disfrutando del máximo nivel y enfrentarme a los mejores equipos del mundo, prácticamente, y, a la vez, en una situación difícil. A nivel personal, no se disfruta tanto, pero intento quedarme con lo positivo, aprovechar cada partido que puedo jugar contra buenos equipos y buenos futbolistas. Sacar lo positivo.
P.: ¿Qué es lo más complicado?
R.: Bueno, disfrutar, poder competir cada partido y poder estar disfrutando en el encuentro, viviéndolo de verdad, que el día a día sea un poco más divertido, ameno o agradable. Pero sabíamos que la Primera División es así y que iba a ser un año complicado. Evidentemente, no pensábamos que tanto, pero es parte de lo que toca ahora mismo.
P.: En el plano individual, probablemente haya sido el futbolista más regular hasta el momento, a pesar de que no logró asentarse de manera definitiva hasta la llegada del Cacique Medina.
R.: Sí, es verdad que al principio Paco probó diferentes sistemas y jugadores, no estaba disputando tantos minutos como luego con Cacique y ahora con el míster, pero creo que también depende mucho de los momentos de pico de cada futbolista, del sistema de juego de cada entrenador. He intentado siempre seguir trabajando, entrenando bien, y aprovechar las oportunidades que tenga.
P.: Se ha destapado desde el final de la pasada temporada, porque al principio tuvo problemas, como un centrocampista de mucho recorrido y, sobre todo, entrega.
R.: Sí. El año pasado fue complicado con la lesión que tuve en el tobillo. Luego me costó coger la forma y el equipo estaba rindiendo a un buen nivel. Había mucha competencia y era difícil entrar en el once, pero acabé jugando los últimos partidos, me sentí bien. Es parte de mí, de mi carácter, intentar darlo todo y tener esa personalidad. Dada la situación, agradezco muchísimo el cariño de la gente. Desgraciadamente, no les estamos devolviendo todo el cariño que nos dan, pero, aun así, hay que reconocérselo, porque en momentos difíciles nos están apoyando hasta el final.
P.: No ha tenido un camino fácil en el fútbol.
R.: Ha sido largo -ríe-. He ido poco a poco subiendo, he tocado muchas categorías desde Tercera División y Segunda B. Eso también me ha hecho disfrutar cada pasito, cada pequeño paso hacia adelante y valorar la situación actual, poder disfrutar la Primera División y enfrentarme a equipos como el Real Madrid o el Barcelona. Ha sido un camino lento, pero está mereciendo la pena.
P.: ¿Cómo se siente en Granada? La afición parece haber conectado con usted pese a la temporada del equipo.
R.: Muy bien, muy contento en la ciudad. Tanto mi familia como yo estamos muy contentos aquí, la ciudad nos encanta y el día a día. Ahora, voy a ser padre aquí en Granada, así que será especial. Estoy muy feliz aquí. Más allá de que la situación deportiva no es la mejor, estamos muy felices tanto mi familia como yo. Es un sitio espectacular para vivir.
"Nos falta confianza porque la situación influye a nivel emocional"
P.: ¿Está dispuesto a continuar la próxima campaña, incluso en Segunda División?
R.: Todavía queda mucho. Contrato tengo. Ya sabe que esto del fútbol da muchas vueltas, pero en principio, todavía tengo dos años más de contrato. Veremos también qué decide el club, pero si tengo que seguir, seguiré.
P.: ¿Lo ha tratado ya con el club?
R.: No, no. Mi cabeza no está pensando en el año que viene. Quedan todavía ocho partidos, mucho por delante. Creo que no sería sano, ni para mí ni para nadie, estar pensando en otra cosa, porque queda mucho. Hay que acabar este año bien. De aquí a que empiece la temporada que viene queda muchísimo. Vamos a acabar bien este año y ya hablaremos.
P.: Llevamos 16 minutos hablando y no ha mencionado la palabra descenso.
R.: Porque todavía no estamos descendidos. Es verdad que las probabilidades de descender son muy altas, pero no quiero nombrarlo porque todavía no es matemático ni está hecho. Mientras quede esa ilusión, creo que debemos seguir pensando en que podemos salvarnos, que podemos conseguir más victorias, más allá de que al final se consiga o no.