Lucas Alcaraz: "La receta para ganar al Barcelona es la solidaridad sin balón"
El entrenador granadino, que derrotó al cuadro culé como técnico rojiblanco, recuerda con GranadaDigital aquella victoria y analiza el encuentro de este domingo
La historia más reciente del Granada narra tres victorias frente al Barcelona en apenas nueve años. Las dos más próximas en el tiempo encumbraron a Diego Martínez, en 2019 en Los Cármenes y en 2021 en el Camp Nou. La tercera, en 2014, fue orquestada desde el banquillo por Lucas Alcaraz (Granada, 1966), que la recuerda como si el partido se hubiera jugado la semana pasada. Ni siquiera duda un segundo al plasmar sobre una libreta la alineación con que afrontó el duelo. El técnico granadino, libre tras salir del Ibiza, atiende a GranadaDigital junto a la Fuente de las Batallas, un lugar icónico para el granadinismo, en medio de la vorágine de la Cumbre Europea. "El domingo es el momento cumbre", ríe con el juego de palabras, en referencia al encuentro que enfrenta a rojiblancos y culés, que desgrana con "mucha fe" en que el cuadro nazarí logre el triunfo y sin evitar hablar en primera persona.
Pregunta: ¿Existe alguna receta para ganar al Barça?
Respuesta: Creo que este Barça es más terrenal. La receta es la solidaridad de todos y cada uno de los jugadores cuando no se tenga el balón, tanto los que arranquen de inicio como los cinco que entran de cambio, que son tan importantes como los de la alineación, y más en estos partidos. Luego, aprovechar las armas que sí tiene el Granada: las genialidades y cosas en profundidad de Bryan, lo que hace de espaldas Boyé, el balón parado… Tenemos recursos y hay que explotarlos al máximo. Insisto, a mí este Barça me parece mucho más terrenal que el de hace unos años.
P.: Usted consiguió ganar a un Barça con Messi, Neymar, Xavi, Iniesta…
R.: Y Pedrito creo que jugó también… Xavi no jugó porque poco a poco estaba perdiendo protagonismo. Son jugadores de otra galaxia. Se consiguió porque se hizo un buen arranque de partido. Se hizo un gol y supimos sufrir todos juntos hasta el final.
P.: ¿Cómo recuerda aquel encuentro?
R.: Yo siempre digo que los partidos se generan en un contexto, y el de aquel era que el equipo estaba pasando por dificultades. Veníamos de perder 4-1 en Málaga. La gente estaba un poco de uñas con el equipo, y con razón, porque se había hecho un año muy bueno pero se estaba flaqueando un poquito al final. Llegamos apurados, de tres derrotas. Perdimos en el campo del Atlético de Madrid, en casa con el Levante, 0-1 con muy mala fortuna, y en Málaga, en un desplazamiento masivo de la gente. Llegábamos muy muy ajustados al partido. Fue una victoria balsámica. No solo por la importancia, porque al Barça se le gana una vez de cada unas cuantas, sino porque también nos hacía falta en nuestro día a día.
"Hicimos un gol y supimos sufrir todos juntos hasta el final"
P.: ¿Ha visto muchas veces la repetición del gol de Brahimi?
R.: Muchas -ríe-. El mismo Fran Rico, en una entrevista, recordó que era una jugada que habíamos ensayado durante la semana. Nuestros hombres más rápidos jugaban hacia la izquierda, donde estaban Brahimi y El-Arabi, porque hacia la derecha jugaba Piti, que era más de venir a pedir el balón. También Fran Rico, que igualmente venía a por la pelota. Entonces, sabíamos que nuestro peligro tenía que llegar desde la derecha hacia la izquierda, y así fue. Brahimi tiró una diagonal desde 40 o 50 metros, Fran Rico le metió un balón entre central y lateral muy bueno y el argelino dribló al portero y la metió -resopla-, con esa elasticidad y velocidad que tenía. A pesar de irse del portero, estaba muy escorado, pero giró muy bien la cadera y lo metió, afortunadamente. A partir de ahí, todo fue achicar agua durante todo lo que quedaba. El gol fue en el 16’, así que fíjese. Tuvimos luego otra ocasión, en la segunda parte, en un contraataque. Llegamos, la tuvimos, pero no terminamos de finalizar. Era una muy buena oportunidad, pero ya está.
P.: Intente trasladarse a aquel momento. ¿Qué pasó por su cabeza mientras veía ese balón al espacio de Fran Rico y Brahimi corría a por él?
R.: Era algo esperado. No que fuera gol, sino la acción. Fran (Rico) la cogía de cara y la podía poner con la derecha, y Piti la cogía a pierna cambiada y podía ponerla a la espalda. Yo les decía que tenían que ponerla sin mirar, porque como perdieran el tiempo en hacerlo, con lo que ellos apretaban tras la pérdida, no nos daba lugar. Y, sobre todo, porque Brahimi se podía meter en fuera de juego, pues él iba a arrancar. Se lo teníamos dicho, que en cuanto viera una recuperación por la derecha, arrancara. Por eso era esperado, pero la ejecución, el pase de Fran, fue espectacular, y la definición de Brahimi era muy complicada, aunque fuera un mano a mano. Tenía a Montoya cerrándole, también a Pinto. Él se escoró mucho, pero logró meterla. Aparte, Brahimi en aquel momento estaba un poco discutido por la gente. Él andaba de uñas con el público. Lo celebró con rabia. Si se fija, además de alegría, hay rabia en esa celebración.
P.: Fue balsámico para el equipo y, de forma individual, también para los propios jugadores.
R.: Sí, por supuesto. En mi carrera deportiva le he ganado dos veces al Barcelona y una al Madrid, pero sabes que te va a pasar una o dos veces. Ese día era historia. Además, era Semana Santa en Granada. La gente lo celebró por todo lo alto. Brahimi tenía un poco la psicosis de que generaba muchas jugadas de peligro pero le costaba muchísimo trabajo meter goles. Él pensaba que para jugar en un equipo grande, para que lo traspasáramos por todo lo alto, necesitaba hacer cifras, goles, y le costaba mucho. Por eso, cuando marcaba, lo celebraba con mucha rabia -sonríe-.
"Le dije a Fran Rico y a Piti que tenían que poner el balón sin mirar"
P.: Aquel partido fue todo un ejercicio de resistencia del Granada.
R.: Sí, totalmente. El equipo estaba muy solidario. En esa semana, recuerdo que, cuando hacíamos los partidos en los entrenamientos, llamé a muchos futbolistas del filial. Los jugadores me decían ‘míster, que ellos van 14 y nosotros vamos 11’. Claro, lo que quería simular era precisamente que iban a tener inferioridad numérica en prácticamente todos los sitios del campo y tenían que olvidarse de su rival concreto para ayudar a sus compañeros. ¿Cómo se consigue eso? Poniendo 14 jugadores de campo contra 10. Nos tirábamos las horas muertas defendiendo esa situación -risas-. Ellos me comentaron después que les ayudó bastante. Si te referencias mucho, por ejemplo, con un lateral o un extremo, ellos te hacen la pared y no ayudas realmente a quien importa, que es al que está en la zona del balón.
P.: Aquel Granada venía de tres derrotas y este encadena cinco partidos sin ganar. ¿Cuánto influye el componente anímico o mental para afrontar un encuentro así?
R.: Es muy importante ponerse por delante, porque si lo hacen ellos, tú te tienes que descubrir y ya es más complicado. El oxígeno te lo da el marcador. Si ves un 1-0 en el electrónico y que en lugar del minuto 25 es el 34, y luego el 39, te va dando oxígeno. Por eso lo más importante es que nos pongamos por delante, y lo antes posible. Sobre todo, porque hay una fase en la que ellos te mueven. Aunque yo creo que este Barça no es igual, no tiene punto de comparación. Aquel era un Barcelona de posesiones eternas, y este no lo es. Intercambia muchos más golpes… Es igual de difícil ganarle, cuidado, que no estoy diciendo que sea nada sencillo, sino distinto. Aquel Barça monopolizaba el balón y te tocaba correr, correr y correr. Yo creo que este partido va a ser diferente, va a haber intercambio de golpes y el Granada va a tener sus opciones. Ojalá nos pongamos por delante, porque el Granada con espacios y yendo por delante, con esa fuerza anímica que te da el marcador, puede ser un equipo que se lo ponga muy complicado al Barça.
P.: Dice que el Barcelona es muy distinto al de aquella época. ¿Se parecen en algo este Granada y el que usted dirigía?
R.: Bueno, a mí siempre me han dicho que mis equipos son muy defensivos, pero el de aquel año no lo era. Jugaban Brahimi, El-Arabi, Piti, Fran Rico, Recio… En la primera vuelta, jugó muy bien. Sin embargo, en la segunda vuelta, en ese tipo de partidos, como aquel, el de Valladolid o el de San Sebastián, los sacamos a base de colocación, de correr… En la primera vuelta los sacábamos a base de jugar bien al fútbol. A última hora nos tuvimos que agarrar al esfuerzo, al sacrificio, al orden, al rigor táctico. Esos tres partidos se separaron de la norma de lo que había hecho el equipo en la primera vuelta.
P.: ¿Cómo ve al conjunto de Paco López?
R.: Forjándose. Lo que pasa es que el otro día, en Almería, hubo diez minutos que desconciertan mucho el partido, en Las Palmas te ganan al final, el día del Betis mereces ganar… Lleva tres partidos en los que se están viendo realidades concretas en el equipo, más certezas que dudas, pero no le ayuda el marcador. En el encuentro de Las Palmas, creo que lo justo hubiera sido empatar, y en estos dos últimos, lo justo habría sido ganar. Y, claro, no es lo mismo cosechar dos puntos que sumar siete; las certezas se afianzan. Pero, tras el partido de Las Palmas y, sobre todo, el del Betis, estoy mucho más tranquilo viendo al equipo.
P.: Decía que a usted siempre se le ha achacado ser un técnico defensivo. A Paco López le sucede lo contrario.
R.: Eso son clichés. A veces están basados en realidades. Es cierto que, cuando yo rompo profesionalmente es en el Recreativo, que, en Segunda División, tenía el segundo presupuesto más bajo y ascendimos. Lo hicimos a base de que nuestro portero fue el trofeo Zamora dos años. Ahí es donde la gente te cataloga. A partir de ahí, he tenido equipos defensivos, pero otros muchos más ofensivos, como ese Granada que le ganó al Barça.
P.: Entre esas certezas que comentaba está la pegada de este Granada, pero, sin embargo, atrás está mostrando una fragilidad que le lastra.
R.: Todos los estilos tienen fortalezas y debilidades. Todos. El de contraataque, el intercambio de golpes, el defensivo… A Paco (López) le gusta proponer y acepta que haya intercambio de golpes, pero el equipo lo hace bien. Si eso nos ha llevado a Primera y nos permite hacer buenos partidos, hay que asumir que el equipo tendrá unas fortalezas y unas debilidades. No solo el Granada, sino todos los equipos.
P.: Pero, ¿cuál es la manera de cerrar la defensa en Primera División, de conseguir disminuir ese caudal de goles de los rivales?
R.: Creo que el equipo está mucho más ajustado, porque, para mí, lo del otro día fueron tres pérdidas de balón. No fue un tema defensivo. Los tres goles los encajamos con balón, aunque parezca una contradicción lo que estoy diciendo. Nos marcan porque generamos pérdidas en zonas intermedias con jugadores que tienen buen pie y no tienen por qué perder ese tipo de balones. No se puede decir que solo depende de la defensa. Depende de cómo uses el balón, de cómo vuelvas al perderlo, de cómo salgas de tu campo… La defensa es algo más que ponerse detrás de la pelota y correr.
"Paco López acepta que haya intercambio de golpes, pero el equipo lo hace bien. Eso nos ha llevado a Primera"
P.: Usted tenía a Brahimi, El-Arabi y Piti. Paco López dispone de Bryan Zaragoza, Lucas Boyé y Uzuni.
R.: Tenemos jugadores, sobre todo esos tres, que tienen mucha relación con el gol. Creo que entre los tres han participado en todos los goles del Granada, salvo el que mete Miguel Rubio contra el Mallorca. Bryan Zaragoza es imparable cuando está bien y Uzuni es un jugador muy intuitivo cerca del área a la hora de estar perfilado. No participa mucho en el juego, pero sí tiene mucha relación con el gol. Boyé creo que descongestiona todos los problemas de salida de balón. De alguna manera, fija muchísimo la defensa contraria y permite que los otros dos tengan mucha más libertad, y tiene una generosidad en el trabajo terrible. Aparte, está haciendo ahora mismo unos números que, de seguir así, puede ser un jugador importantísimo.
P.: Hay que hablar de Bryan Zaragoza...
R.: Le conozco mucho porque soy espectador asiduo del equipo filial. Es un chaval que ha sido imparable en todas las categorías. Bryan Zaragoza tiene una cosa que es prácticamente imposible de defender, y es que se para y acelera a la misma velocidad. Cuando él se para y tú también, pero luego vuelve a acelerar, es absolutamente imposible. Hay jugadores muy rápidos, pero que no paran tan rápido. Él lo hace. En el momento en el que para, ya te ha matado, porque vuelve a acelerar y se acabó. Además, domina los dos perfiles, incluso espacios interiores. Es un jugador que va a marcar una época, pero no en el Granada, sino en el fútbol español.
P.: ¿Cree que la dirección deportiva tiene muchos deberes para enero?
R.: Lo que pasa es que en el fútbol moderno hay una cosa que se llama control salarial y depende de qué margen tenga, del que saque, de si se deshace de jugadores que no cuentan, de si nos compran a alguno… Depende de tantas cosas que las direcciones deportivas tienen que situarse en todos los escenarios y, cuando llegue el momento de la apertura de la ventana, ver qué margen de maniobra tienen.
"Bryan Zaragoza va a marcar una época, pero no en el Granada, sino en el fútbol español"
P.: ¿Ve clara la permanencia?
R.: Todos los equipos del perfil Granada sufren, pero apuesto, claramente por que el Granada se va a salvar.
P.: Tengo entendido que le gustan las apuestas con su entorno cercano. ¿Se atreve con un resultado para este domingo?
R.: No me atrevo -suspira entre risas-. Deseo que al próximo al que entreviste sea a Paco López porque ha ganado al Barcelona, han pasado unos años y recuerde el partido con él -ríe-. Ojalá que el equipo saque el partido adelante. Yo tengo mucha fe en ese partido por muchas circunstancias. Vienen de jugar en Champions, con alguna baja… Al Granada lo veo muy mentalizado y el lenguaje corporal de los jugadores es muy bueno. Los ves en el campo o por la tele y están convencidos, independientemente de las adversidades. Le tengo bastante fe a este encuentro.
P.: Imagino que irá al estadio.
R.: Por supuesto, sin ninguna duda. Estaremos ahí sufriendo, y espero que disfrutando al final.
P.: ¿Qué hay de su futuro?
R.: Hay que estar preparado para todo. Llevo los últimos 30 años entrenando de forma consecutiva y espero que este año surja alguna oportunidad, pero también tengo otra preparación. Soy director deportivo, tengo un máster en gestión de entidades deportivas, otro en big data… Estoy preparado para trabajar en el fútbol, pero pienso que todavía me quedan unos años en los banquillos.