Varios aficionados denuncian en redes la venta de localidades reservadas para personas con movilidad reducida

Durante el partido frente al Barcelona, hubo hinchas que se quedaron de pie al tener una entrada en un espacio destinado a la ubicación de sillas de ruedas; el club estudia la situación para aclarar "qué ocurrió y por qué"

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Un aficionado, de pie en una localidad destinada a personas con movilidad reducida | Foto: Remitida
Chema Ruiz España
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Los problemas acontecidos este domingo en la entrada al estadio Nuevo Los Cármenes, para el partido entre el Granada y el Barcelona, siguen coleando. Además de las aglomeraciones y los retrasos que provocaron el control de acceso a la instalación por la implementación de medidas contra la reventa, varios aficionados se percataron una vez dentro del campo de que el club les había vendido una entrada en una localidad reservada para personas con movilidad reducida, que son espacios sin asiento destinados a la ubicación de sillas de ruedas. Los hinchas han denunciado esta situación a través de las redes sociales, donde las muestras de indignación se suceden.

Uno de los aficionados afectados, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha contactado con este periódico para detallar su caso. Él es abonado, por lo que su localidad permanecía reservada, pero sacó una entrada infantil para su sobrino, a un precio de 40 euros, en el asiento 3 de la fila 13 de la grada del estadio, en el sector bajo. Esta fila está destinada a personas con movilidad reducida y tiene la particularidad de que no tiene asiento. "Contacté con seguridad y me dijo ‘otro con la fila 13’. Me llevaron hasta el sitio de minusválidos y me dijeron que no existía esa fila, que me quedara allí", expone.

Dada la controversia, decidió quedarse él en el lugar que indicaba la entrada y que fuera su sobrino quien se sentara en su localidad de abonado, "para que no pasara el mal rato". "Justo a mi derecha había una persona con minusvalía con su abono, a la que obviamente le estábamos dificultando la visibilidad. Cuando yo estaba allí, llegó gente buscando el asiento 3 de la fila 13. Venía y se iba. Los de seguridad hicieron la vista gorda y en ningún momento me llamaron la atención por estar ahí de pie", relata, tras lo que lamenta que "en ningún momento -durante el partido- vino nadie del club o de seguridad a preguntar qué pasaba ni a ofrecer solución".

"Algunos abonados -prosigue- se encararon conmigo, diciéndome que no debía estar ahí y que era un sinvergüenza. Intenté explicar que era donde me habían mandado estar y enseñar mi entrada, pero recibí bastantes insultos y voces por la situación. Alguno fue a reclamar por la situación a los chicos del polo blanco -voluntarios del club que ayudan a los aficionados a encontrar su asiento-, pero entiendo que la respuesta de estos fue que no podían hacer nada", precisa. Su caso no es el único. Hay hinchas a los que le sucedió lo mismo con entradas por las que pagaron hasta 120 euros.

El club, consultado por la redacción de este diario, ha asegurado que está trabajando en "el estudio de la situación para saber qué ocurrió y por qué". Este periódico ha podido conocer que la entidad ha comenzado a contactar con los afectados. Ya este domingo, emitió un comunicado oficial en el que se excusó por las aglomeraciones que provocaron que muchos aficionados entraran tarde al encuentro e, incluso, se perdieran el primer gol. "Lamentamos profundamente la espera para los aficionados que se vieron obligados a retrasar su ingreso al estadio más de lo debido. El club, una vez detectada la situación, decidió activar las medidas oportunas que agilizaran los mismos. Se revisarán y modificarán cuantas medidas sean necesarias para que esta situación no se repita en el futuro", se disculpó.