Ellas sí son de Primera (0-2)

El Granada Femenino toma Ipurua con goles de Edna y Lauri para certificar su permanencia en Liga F la próxima temporada

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Las jugadoras del Granada celebran la permanencia sobre el césped de Ipurua | Foto: Granada CF
Chema Ruiz España
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Ellas sí son de Primera. A diferencia de sus homólogos, que siempre acaparan la atención, y de quienes desgobiernan en un club cualquier cosa menos estructurado. El Granada Femenino ha tomado Ipurua este sábado para certificar su permanencia en Liga F la próxima campaña. Alargó el sufrimiento hasta el final, pero cumplió frente al Eibar en una gesta histórica. Nunca antes había logrado el equipo enlazar dos campañas en la máxima categoría. Honor para unas jugadoras que dignificaron el maltratado escudo de la bala y el balón. Lo sienten y se dejaron todo para sacarlo del pozo en tan solo seis minutos, lo que tardó Edna en rematar a gol un centro armonioso de Laura Pérez. No volvieron a pisar el descenso en todo el partido. Lauri, eterna capitana, puro sentimiento granadinista, rubricó la sentencia antes de recibir el trofeo de MVP del choque. Todo desembocó en una imagen difícil de borrar, con las nazaríes pegadas a la pantalla hasta comprobar que el Villarreal, de quien dependían en realidad, no les truncaba el sueño. El despertador sigue sin sonarles.

Las rojiblancas salieron afiladas, con el cuchillo entre los dientes y sin titubeos. Tampoco la ocasión permitía un atisbo de duda. Era todo o nada y el cuadro nazarí lo tuvo claro desde el inicio, a diferencia de otras ocasiones, pero sin nublarse. La cita invitaba a refrigerar la mente para gestionar los momentos ante un equipo que, aun de vacaciones, no renunciaba a una dulce despedida del curso. Lo leyó bien Roger Lamesa y sus pupilas lo interpretaron de escándalo. Dos zarpazos con precisión quirúrgica y a cruzar los dedos para que nada se moviera en Alcalá de Henares, o para que lo hiciera en favor del Atlético. Los pasos para sacar un billete de Liga F la próxima campaña.

Las granadinistas parecieron tener prisa por pillar asiento en el tren de Primera en un arranque impetuoso. Cabeceó Marta Carrasco un saque de esquina nada más comenzar y Postigo no logró encauzar tampoco un remate en el segundo poste. Después fue Lauri quien inyectó veneno en un servicio que Miralles atrapó sin problemas. Una indisimulada declaración de guerra que el Eibar ni siquiera tuvo tiempo de pillar. Lo próximo que hizo la guardameta fue sacar el balón de la red. Filtró Naima un pase que hizo salivar a Edna, pero Elba anduvo rápida para mandar a la esquina. Mal asunto dejar con hambre de gol a la nigeriana. Laura Pérez escrutó el área desde el rincón y, como si fuera ella quien tuviera que regalar en el día de su cumpleaños, colgó un envío melódico que la delantera peinó a la escuadra en un escorzo letal. Rugió una reverencia que sonó a salvación.

Pero derribar las puertas de Ipurua no implica hincar la bandera, bien lo sabe su homólogo masculino. El conjunto de Yerai Martín templó el pulso del encuentro con el paso de los minutos. Resonó el gol de la Real en Zubieta al tiempo que Andrea Álvarez le robaba la cartera a Marta Carrasco, que se quedó protestando. La atacante armera sacó la cadena de Postigo en el área, pero acabó también liándose y golpeó manso a las manos de Sandra. Más tarde el nerviosismo se propagó por las dependencias rojiblancas al caer la pelota sin dueña como si fuera una granada que nadie quería tocar, finalmente repelida. Avisos serios, como los del colegio antes de remitir el parte de incidencia a los padres. Suficiente para que el Granada volviera a espabilar.

Laura Pérez, como rociada con polvo de hadas, inventó una diablura con la que pudo conectar con Alba en los confines del terreno de juego. La conexión granadina empalmó con el corazón de la capitana, que no ha nacido en la ciudad pero ya es tan de Granada como la Alhambra. Voló la banana con una curva malévola y Lauri apareció en un latido de sangre rojiblanca para embestir el esférico al fondo de las mallas. Una dosis de granadinismo para acariciar la Liga F.

El segundo mandoble mandó a las armeras a desempolvar las chanclas, sin nada en realidad por lo que jugar y con un trámite indigesto. Naima García, a la que le ha costado encontrar el brillo de la campaña pasada, se erigió en directora de operaciones y el Granada empezó a contemporizar. Lauri se escapó en un escarceo por la izquierda que se complicó sin remate y Laura Pérez sacó de la chistera otra exquisita maniobra que concluyó con un punterazo al poste. El Levante Las Planas empató, pero poco importaba. Todo salía como en los mejores sueños granadinistas.

El equipo de Roger Lamesa pretendió en la reanudación un inicio idéntico al del primer acto, con un remate de Edna que se fue desviado tras tocar en una zaguera local, pero el guion deparaba algo más de inquietud. El Eibar se llenó de orgullo en el entretiempo y apretó para complicarle la vida a las rojiblancas, que recibían con gusto la notificación del primer gol del Levante. Presión para el Atlético ante el Villarreal. Eider Arana intentó sorprender en una falta lejanísima, segura Sandra para escupir el peligro. Después caracoleó Ari Campos en la frontal para enganchar un tiro con la mirilla desviada. Se abrió la veda. Campos apretó el gatillo con los talones parados sobre el césped, atenta Marta Carrasco, que ya resoplaba.

Edna trató de contener la inercia con un cabezazo al tejado de la meta, pero a las rojiblancas solo les quedaba resistir. Levantaron un muro y las armeras comenzaron a ametrallarlo en ráfagas intermitentes. Espe Pizarro voleó arriba desde la frontal y las de Roger Lamesa suspiraron. No por la ocasión que se fue al limbo, sino porque el teléfono vibró en el banquillo: gol del Atleti. Naima deambuló nerviosa hasta el final del duelo y Andrea Gómez liberó la tensión en una carrera interrumpida al pitido de la colegiada. Todavía no se podía celebrar, había partido en Alcalá de Henares. Se reunieron las nazaríes en un corro en torno a un móvil, todo bajo el objetivo de la cámara de Andrea Romero, que presentía la permanencia y quería grabar el recuerdo. El descuento se hizo eterno ante la pantalla, pero concluyó en éxtasis. Granada sigue siendo de Primera gracias a ellas.


Ficha técnica:

SD Eibar: Miralles; Andrea Sierra (Juliana, 64’), Elba, Carla Andrés (Nati Cano, 83’), Eider Arana, Leitner; Amani (Zaira, 73’), Arene (Yonei, 83’), Espe Pizarro; Ane Campos (Laura Camino, 73’)y Andrea Álvarez.

Granada CF: Sandra; Alba Pérez, Marta Carrasco, Cristina Postigo, Esther Martín-Pozuelo; Alicia Redondo, Ari Mingueza; Laura Pérez (Carlota Suárez, 90+1’), Naima García (Ornella, 69’), Lauri; y Edna.

Goles: 0-1: Edna, min. 6; 0-2: Lauri, min. 26.

Árbitra: Zulema González González, del comité gallego. Amonestó a la visitante Lauri.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 30ª jornada de Liga en Primera División Femenina, disputado en Ipurua.